Las mujeres en Oriente Medio: en mayor desventaja política, económica y social

De los 10 países que peores notas sacan en igualdad, siete están en la zona de Oriente Medio y Norte de África
El matrimonio infantil o la violencia de género son dos de las principales lacras en sociedades profundamente patriarcales
En comparación con sus vecinas árabes, las israelíes disfrutan de más derechos y libertades, pero el índice de igualdad retrocede respecto de años anteriores
Desigualdad de género, abusos, violencia machista son algunas de las ideas que surgen en el imaginario colectivo cuando se trata de la situación de la mujer en Oriente Próximo.
Y en este caso, los datos sí sustentan las ideas. Según el Informe Global de Brecha de Género 2020 - del Foro Económico Mundial - Oriente Medio está, junto a África del Norte y el sur de Asia, a la cola en la lista de igualdad de género. Mientras el porcentaje en estas zonas se sitúa entre el 60,5% y el 66,1%, en Europa alcanza el 76,7%.
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Una diferencia porcentual que se traduce en realidades: un menor desarrollo de estas sociedades y, por ende, una mayor desigualdad entre hombres y mujeres, además de un considerable incremento en el número de violaciones de Derechos Humanos (DD.HH) ¨Quienes trabajamos en esto lo sabemos: los países con mayor igualdad de género crecen más rápido económicamente, y si el crecimiento se comparte, se progresa más¨, explica a NIUS Alison Holder, directora de Equal Measures 2030, una coalición de organizaciones internacionales enfocadas en conseguir los objetivos de género recogidos en la Agenda 2030.
Una empresa ambiciosa, a conseguir (teóricamente) en diez años. Sin embargo, la mayoría de indicadores ya dicen que el marco temporal podría ampliarse hasta los cien. Y en la zona MENA (África del norte y Oriente Medio) hasta los 150.
Entre los grandes retos figura, sin duda, la situación de la mujer en el mundo árabe. Y no es tarea fácil. Según la ONU, los indicadores sociales y de género revelan que las que residen en esta zona del mundo tienen, de media, más desventajas económicas, políticas y sociales que las que viven en otras regiones - como América Latina o el Sudeste Asiático- con similares niveles de ingresos o en países con similar desarrollo económico¨, reza uno de sus informes.
Más que en ninguna otra parte del mundo, a las mujeres de esta zona se las define por sus roles de madres o esposas. Y esa definición se traslada a las leyes cuando son consideradas como dependientes, a la postre, ciudadanas de segunda clase, en relación al matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos o el derecho a la herencia.
De las monarquías del Golfo, Arabia Saudí sigue a la cola
Un caso especialmente grave es el de Arabia Saudí, pero no el único. Que las mujeres no pudieran conducir hasta hace poco en el país es una mera anécdota en una teocracia extremista en la que es larga la lista de prohibiciones que se les impone, y directamente proporcional a la violación de sus derechos. Por ejemplo, poder casarse con libertad sin que para ello tenga que existir el consentimiento de ningún varón.
Un caso de fundamentalismo religioso más que evidente para las organizaciones especializadas en cuestiones de género a pesar de los millones de petrodólares que las monarquías del Golfo invierten en campañas de lavado de imagen que suavicen la realidad retrógrada que imponen en sus sociedades, y con especial hincapié sobre las mujeres.
No obstante, es evidente la leve mejora que ha tenido lugar en el país liderado por los Saud. Desde que el príncipe heredero del reino, Mohamed bin Saman (MbS), rey de facto, llegase al poder han sido constantes sus esfuerzos por querer proyectar una imagen más aperturista del reino. En 2019 impulsó leyes como las que hoy permiten a las mujeres mayores de 21 años obtener el pasaporte de forma independiente o viajar al extranjero sin contar con el consentimiento previo de un varón.
Pequeños avances conseguidos gracias a las transformaciones - algunas lideradas por mujeres- promovidas por las primaveras árabes en el marco regional y por decenas de activistas a las que MbS no ha dudado en hostigar, acosar y encerrar en el ámbito nacional. Ellas, en prisión. El resto, con escasa o nula representación en los órganos de decisión gubernamentales.
Mundo árabe: El matrimonio infantil, la gran lacra
Según estudios realizados por UNICEF en Jordania, donde viven casi dos millones de refugiados sirios en una población de diez millones, las tasas de matrimonio infantil entre la población refugiada han aumentando dramáticamente. Por ejemplo, una de cada tres refugiadas sirias en Jordania o Líbano, además de sufrir las consecuencias devastadoras de la pobreza y la guerra, están expuestas a la violencia de género, que se dispara en tiempos de conflictos bélicos.
De acuerdo a las cifras oficiales del gobierno jordano, entre 2012 y 2016 se registraron más de 50.000 matrimonios de niñas menores de 18 años. Expertos en género de UNICEF estiman que tras el conflicto en Siria 1 de cada 3 matrimonios en la población siria es un matrimonio infantil.
En el campo de refugiados sirios de Zaatari bien conocidas eran las visitas de hombres mayores saudíes y jordanos que buscaban casarse con niñas de apenas 13 años. Algunas familias, especialmente aquellas con muchas hijas, terminaban casando a las niñas para reducir su carga económica. Una práctica que escandalizaba a los trabajadores humanitarios y a los periodistas que visitaban el campo en los primeros años de la crisis siria.
Una situación habitual en un país cuya legislación recoge, sin embargo, que la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años, aunque el tribunal de la Sharía permita hacer excepciones "en casos especiales" para niños y niñas de entre 15 y 18 años si "el matrimonio es necesario y en su interés”.
¨Queda mucho por hacer a pesar de los constantes esfuerzos de las organizaciones de mujeres en Oriente Medio¨, explica a NIUS Eva Anadón, delegada regional de la ong Alianza por la Solidaridad (APS). ¨Luchamos por cambiar mentalidades, leyes y evitar los fundamentalismos religiosos¨, añade la española.
En el caso palestino desde esta organización destacan lo obsoleto de una legislación claramente discriminatoria hacia la mujer. ¨La ley actual es un mosaico de leyes jordanas, egipcias, otomanas o británicas, por no olvidar el código militar israelí (que Israel aplica a los palestinos que residen en los territorios que ocupa, mientras que a los colonos judíos les aplica la ley civil israelí)
¨Las leyes no están actualizadas¨, dice Eva Anadón, ¨y tampoco son las mismas en Cisjordania (donde gobierna la ANP) y Gaza (bajo control de Hamás). Sin embargo, en ambas prevalecen valores tradicionales que siempre las discriminan a ellas frente al hombre¨, añade. Desde APS remarcan que la violencia de género también golpea fuerte a las mujeres palestinas. Según sus estimaciones, al menos el 30% de las mujeres casadas la sufren. ¨Y al 17% de ellas les aterroriza que sus maridos lleguen a casa¨, explica Anedón.
Israel, un oasis imperfecto
Si bien Israel ocupa el primer lugar en cuanto a igualdad de género en el grupo de Oriente Medio y África del Norte del Foro Económico Mundial, el país está aún lejos de la plena igualdad de género. Incluso va a peor. En último informe el país ha caído 18 puestos (del 46 al 64) en los dos últimos años.
A Israel le ha ido especialmente mal en lo que se refiere a “la participación y la oportunidad económica” o el “empoderamiento político”. Sólo el 27% de los “legisladores, altos funcionarios y gerentes” en Israel son mujeres, a pesar de que ellas constituyen el 55,7% de la fuerza de trabajo (frente al, por ejemplo, 17% de Jordania).
La baja representación femenina en la política del país se debe a que los partidos ultraortodoxos no consienten que las mujeres les representen como legisladoras. Además, dos de los cuatro partidos que integran la Lista Árabe Unida - votada mayoritariamente por los árabe-israelíes del país- nunca ha tenido mujeres miembros en la Knéset.
Igualmente en el campo empresarial ellas ocupan menos puestos directivos. Solo 1 de las 125 empresas que cotizan en la Bolsa de Tel Aviv está dirigida por una mujer. Y no hablemos de la brecha salarial donde ellas ganan entre el 65 y el 68% de lo que gana un hombre.
A escala regional, Israel es seguido por los Emiratos Árabes Unidos (120) y Kuwait (122). Irak y Yemen son los mayores infractores del mundo en cuanto a la brecha de género. De los 10 países con peores resultados en cuanto a oportunidades para las mujeres, siete se encuentran en la zona.
Según los investigadores del informe del Foro Económico Mundial, “asumiendo que tendremos el mismo ritmo de progreso llevará 150 años cerrar la brecha de género en la región MENA”. Así que,…, ¡manos a la obra!.