Los padres de Madeleine McCann creen que la búsqueda de su hija ha entrado en un "capítulo importante"

Kate y Gerry McCann ven el giro en el caso Madeleine como "potencialmente muy significativo" en la desaparición de su hija
Según el portavoz del matrimonio, Clarence Mitchell, los padres de Madeleine nunca han perdido la esperanza de poder encontrarla viva aunque son "realistas"
La policía alemana informaba este miércoles de que hay un nuevo sospechoso, un prisionero alemán de 43 años condenado previamente por abuso sexual infantil
El giro en el caso de Madeleine McCann ha puesto como nuevo sospechoso de la desaparición de la niña británica a un prisionero alemán. Los padres de la niña desaparecida en 2007, Kate y Gerry McCann, ven este anuncio como "potencialmente muy significativo" en la desaparición de su hija, según ha declarado el portavoz del matrimonio, Clarence Mitchell, en BBC Radio 4.
Poco después de conocer el giro en la investigación de Madeleine el pasado miércoles, Mitchell afirmó que los padres de la pequeña creen que su búsqueda ha entrado en un "capítulo importante" 13 años después de su desaparición en Praia da Luz, Portugal.
Según relataba el portavoz de la familia a la cadena británica, el matrimonio McCann nunca ha perdido la esperanza de poder encontrar a Madeleine viva, aunque son "realistas".
La policía alemana comunicaba este miércoles la identificación de un nuevo sospechoso en la misteriosa desaparición de la entonces niña británica de tres años, el 3 de mayo de 2007. Se trata de un ciudadano alemán de 43 años con varias condenas previas por abuso sexual de niños y "sospechoso de asesinato" respecto al caso Madeleine, según las autoridades alemanas.
Christian Hoppe, de la Oficina Federal de la Policía Criminal de Alemania (BKA), dijo en el canal de televisión ZDF que hubo registros del móvil del sospechoso cerca del lugar en el momento de la desaparición de la niña, en un complejo de apartamentos en el Algarve de Portugal.
El hombre, cuyo nombre no ha trascendido, pudo haber irrumpido en un apartamento del complejo portugués Ocean Club, donde la familia McCann pasaba las vacaciones, antes de secuestrarla espontáneamente, según Hoppe.
A pesar de la gran cantidad de sospechosos y conjeturas sobre lo que ocurrió, hasta el momento nadie ha sido condenado por su desaparición.