Las personas obesas entre las primeras para vacunarse contra el Covid19 en EEUU


Estados Unidos lidera la lista de países con mayor obesidad con un 42,4% entre los adultos
Las personas obesas tienen un mayor riesgo de gravedad si contraen el nuevo coronavirus
Un estudio revela que el 2030 más del 50% de los estadounidenses adultos serán obesos
Antes de que surgiera en el mundo la pandemia del Covid-19, en Estados Unidos ya se hablaba de la epidemia de la obesidad, que afecta al 42,4 % de los adultos y al 19,3% de los menores de 12 a 19 años, en una población con 330 millones de habitantes. Se trata de un problema con severas consecuencias visible en todas las ciudades y poblaciones del país.
Por esta razón, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, está considerando la posibilidad de dar prioridad a los estadounidenses obesos para vacunarlos contra el coronavirus, teniendo en cuenta que este grupo tiene una condición de riesgo severa para el Covid-19, según han señalado algunos expertos
“La obesidad ha sido ignorada durante mucho tiempo, el sobrepeso fue completamente ignorado”, dijo Barry Popkin, investigador de obesidad de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
La agencia de salud ha determinado por el momento cuatro grupos que tendrán preferencia para ser vacunados antes que el resto: personal sanitario, trabajadores en industrias esenciales y críticas, adultos mayores, y personas con ciertas afecciones médicas subyacentes, de acuerdo con las indicaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización. No obstante, aún no está claro si en entre los últimos se incluirá a las personas con obesidad severa.
70 millones de estadounidenses sufren obesidad
Según una investigación realizada por Popkin y su equipo de trabajo, en el que se analizaron 75 estudios sobre la conexión entre el Covid-19 y el índice de masa corporal, se concluye que las personas con obesidad tienen un 113% más de probabilidades de ser hospitalizadas, un 74% más ser ingresadas en unidades de cuidados intensivos, así como un 48% más de probabilidades de morir por coronavirus.
"Ser un individuo con obesidad aumenta de forma independiente el riesgo de morbilidad y mortalidad por influenza, muy probablemente a través de deficiencias en las respuestas inmunes innatas y adaptativas", señaló el experto que ostenta también el puesto de director del Centro Interdisciplinario para la Obesidad.
Aunque la obesidad está vinculada a todos los estados sociales, su impacto más notorio se da en las comunidades en las que las condiciones para acceder a alimentos saludables son más difíciles. Esta relación, podría explicar parte del impacto del virus en los estadounidenses negros e hispanos que han muerto con tasas desproporcionadas a causa de la enfermedad, y que también tienen más tendencia a la obesidad que los estadounidenses blancos.
“Las personas obesas, que representan alrededor de 70 millones de estadounidenses y 100 millones de personas con sobrepeso, generalmente tienen una capacidad pulmonar más baja y tienen un mayor riesgo de paro cardíaco, y el nuevo coronavirus puede causar daño al corazón y los pulmones”, ha declarado el doctor David Buchin, especialista en obesidad y director de Cirugía Bariátrica en Nueva York.
Cuando la ciudad neoyorquina se convirtió en el epicentro de la pandemia, Buchin destacó “la cantidad desproporcionada de personas con sobrepeso que requirieron hospitalización o recibieron cuidados intensivos, con una probabilidad casi del 50% mayor de muerte por coronavirus”.
Los expertos analizan y discuten si las condiciones médicas subyacentes, como la hipertensión y la diabetes tipo 2, se asocian con un riesgo mayor de morir por el coronavirus. Pero estas afecciones se encuentran con más frecuencia en personas obesas, lo que dificulta discernir si las afecciones médicas o la obesidad son los factores más importantes.
“La evidencia apunta al peso extra como un factor de riesgo mayor que cualquier comorbilidad individual”, argumenta Popkins, haciendo referencia a las dos o más enfermedades que se pueden dar simultáneamente en una misma persona. “Eso se debe a que las personas con sobrepeso u obesidad tienen más grasa corporal, que es más hospitalaria que otros tejidos para el coronavirus, y sufren de una capacidad pulmonar reducida”, razona el experto.
Los estadounidenses recibirán las primeras vacunas antes de fin de año
No está claro si Estados Unidos seguirá los pasos de Reino Unido, uno de los países con una de las mayores tasas de obesidad de Europa, al establecer que las personas con obesidad mórbida sean las que reciban la vacuna antes que las personas sanas menores de 60 años. En este país, casi uno de cada tres adultos están clasificados como obesos, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Esta semana, el secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, anunció que los estadounidenses recibirán las primeras vacunas contra el coronavirus antes de Navidad, en caso de que se concreten las aprobaciones solicitadas por los laboratorios Pfizer y Moderna, que ya tienen listas millones de dosis para ser distribuidas. En caso de que ambas prosperen, más de 20 millones de estadounidenses recibirían la primera dosis en diciembre.
Azar manifestó que todavía se está analizando la estrategia en cuanto orden de prioridad en la distribución de la vacuna, basándose en la opinión de los expertos científicos, aunque adelantó que esta “iría en línea con el consenso expresado a nivel internacional”: “Pensemos en la gente de los geriátricos, los más vulnerables. Pensemos en el personal de salud, el primer frente que interactúa con casos sospechosos de contagio”.
La obesidad es una de las principales preocupaciones Organización Mundial de la Salud. El número de personas obesas, cuyo índice de masa corporal supera el umbral de 30, se ha triplicado desde mediados de los años 70. A lo largo y ancho del mundo hay más de 650 millones de personas en esta categoría. La obesidad causa la muerte prematura a más de 2,8 millones de personas al año.
En Estados Unidos, un estudio con preocupantes resultados calcula que para 2030 más del 50% de los adultos serán obesos, y alrededor de una cuarta parte serán "obesos severos".