Trump preside la firma histórica de los acuerdos entre Israel, Emiratos y Bahréin

El presidente norteamericano califica la rúbrica de los pactos como un "nuevo amanecer para Oriente Próximo"
Netanyahu aseguró que los acuerdos pueden acabar con el conflicto árabe- israelí, si bien en su discurso obvió las cuestiones que más preocupan a los palestinos
"Cinco o seis países" podrían sumarse en las próximas semanas a la iniciativa liderada por los emiratíes
"Estamos aquí esta tarde para cambiar el curso de la historia", dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el arranque de la ceremonia en la que Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin acordaron normalizar sus relaciones, si bien el pacto con los bahreiníes se quedó en una mera "declaración de paz". Las delegaciones diplomáticas no tuvieron tiempo de ultimar los detalles para elevarlo a "acuerdo de paz", como sí suscribieron israelíes y emiratíes, dado que Bahréin solo se sumó el pasado viernes a la iniciativa liderada por sus vecinos del Golfo.
Durante el discurso inicial de Donald Trump, que empezó una hora después de lo previsto, el presidente norteamericano destacó las décadas de conflicto que han asolado la región y el cambio de rumbo que supondrá la rúbrica de los pactos para la cooperación regional y "sin sangre sobre la arena". Asimismo, mencionó el acceso que en el futuro tendrán los musulmanes de EAU y Bahréin a la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, el tercer lugar más sagrado para el Islam, hasta ahora restringido para ellos.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que intervino después de su homólogo norteamericano pero antes que sus interlocutores árabes, dijo que los acuerdos podrán llevar la paz "a todos los hijos de Abraham" y también acabar con el irresuelto conflicto israelo-palestino. ¨Las bendiciones de este día serán enormes¨, prosiguió, destacando los beneficios económicos que reportarán los acuerdos a la región en línea con la que ha sido la piedra angular del llamado plan para Oriente Próximo, diseñado por el yerno de Trump, Jared Kushner, y su propuesta de "Paz por Prosperidad". Una oferta rechazada desde el principio por los palestinos por considerarla inequívocamente favorable a Israel y ajena a sus demandas más básicas (capitalidad de Jerusalén, retirada a las fronteras anteriores al 67, etc).
Durante el dircurso en árabe del ministro de Exteriores de emiratí, Abdulá bin Zayed al Nayan, el jeque remarcó la importancia del acuerdo "que ya está suponiendo un cambio en el corazón de Oriente Medio" para después agradecer a Trump su "liderazgo incuestionable" y a Benjamín Netanyahu la suspensión (temporal, que no definitiva) de la anexión del 30% de Cisjordania, tal y como aseguró que haría meses antes. Una promesa "que nunca ha querido cumplir en serio", dicen los buenos conocedores locales "del mago Bibi", como le llaman en Israel.
Por su parte, el teniente coronel y ministro de Exteriores bahreiní, Abdulatif bin Rashid al Zayani, fue el único de los dos representantes que mencionó la cuestión de los dos Estados (uno también para los palestinos, tal y como reclaman) como base para conseguir una solución "justa, integral y duradera".
Al término de su discurso los cuatro mandatarios, liderados por Donald Trump, que formalmente ejerció como "testigo u observador" de la ceremonia, se hicieron la foto para bajar después las escaleras que conducían al jardín de la Casa Blanca. Allí firmaron los acuerdos redactados en árabe, hebreo e inglés, lo que propició cierta confusión y un curioso vaivén de portafolios entre los firmantes, los únicos que hasta ahora conocen los detalles de los preciados documentos.
Y podría haber más. Horas antes del evento el presidente norteamericano anunció desde el despacho oval, donde mantuvo encuentros bilaterales previos con los tres mandatarios, que otros países, "cinco o seis, (…), que están cansados de luchar", podrían unirse a la firma de acuerdos similares con Israel, si bien no precisó cuáles ni en qué momento podrían producirse tales adhesiones.
"Va a haber paz en Oriente Medio" dijo Trump, incluso con Irán. "Están llegando a un punto - en referencia a la caída del PIB que sufre la República Islámica desde la entrada de las nuevas sanciones norteamericanas - en el que querrán llegar a un acuerdo". "Voy a hacer un gran pacto con Irán, vamos a ayudarles", aseveró.
Ante las críticas recibidas por la ausencia de los palestinos en la negociación de supuestos acuerdos de paz que les atañen directamente y que no recogen ninguna de sus demandas el líder republicano explicó que también estaban en contacto con ellos. ¨Por supuesto estamos hablando con, los palestinos, en el momento adecuado ellos también se unirán¨, señaló el líder republicano.
Los palestinos, los grandes ausentes
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohamed Shtayye, pidió el lunes a los Estados árabes que boicotearan la ceremonia de la firma de los acuerdos de normalización entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. "Este día se añadirá al calendario palestino del dolor", dijo, calificando la ceremonia como "un día negro en la historia de la nación árabe".
Shtayye instó a los Estados amigos a rechazar los acuerdos y a boicotear la ceremonia, lo que no sucedió ni por parte de Arabia Saudí, que, si bien no mandó a ningún representante oficial a Washington, dio su beneplácito a los pactos que sus vecinos del Golfo alcanzaron con Israel. El monarca de su pequeño país satélite, Bahréin, nunca habría osado enviar a su acólito a la Casa Blanca sin la autorización del que se considera el gran valedor del mundo musulmán.
"Es demasiado pronto para Arabia Saudí", explica Salman Al Ansari, del Comité de Relaciones Públicas de Arabia Saudí y Estados Unidos. "Para ellos sigue siendo crucial la existencia de un Estado palestino y que Israel cumpla con las leyes internacionales", añade. "Eso debe quedar resuelto antes de firmar nada", apostilla.
Sin embargo, Arabia Saudí ya acepta lo que fue impensable durante décadas, que aviones israelíes transiten por su espacio aéreo, tal y como anunciaron desde Riad hace dos semanas tras el primer viaje oficial de una delegación hebrea a Emiratos Árabes Unidos. La posibilidad de que aviones con origen en Israel pudieran surcar los cielos custodiados por los Saud fue solo una quimera para varias generaciones de diplomáticos norteamericanos. Enviados como el demócrata John Kerry, que ejerció como Secretario de Estado en tiempos de Barack Obama. Ningún otro emisario reciente de la Casa Blanca ha surcado los cielos de Oriente Medio como él sin lograr lo que hoy consigue un presidente republicano que odia a Irán tanto como Israel.
Por otro lado, varias facciones palestinas, incluida Hamás, condenaron los acuerdos rubricados hoy en Washington. ¨No valen ni el papel sobre el que fueron escritos¨, dijo Hazem Qasem, portavoz de la milicia islamista en la Franja de Gaza desde donde, en plena ceremonia, se dispararon dos cohetes contra las comunidades del sur de Israel. Dos personas resultaron heridas, según informó el ejército hebreo.
En Cisjordania la Autoridad Nacional había convocado varias manifestaciones en distintas ciudades palestinas para mostrar su rechazo a la normalización de las relaciones árabe-israelíes. Sin embargo, aunque las últimas encuestas publicadas en los territorios este martes apuntan a un rechazo casi total (94%) de los pactos, ninguna de las convocatorias de protesta reunió a más de varios centenares de personas. Los palestinos se muestran apáticos tras los últimos movimientos en el tablero regional. También, cansados de un liderazgo dividido que no ha sabido reclamar sus derechos en la arena internacional.