Reino Unido construye una superfábrica para producir sus vacunas del covid


Esta instalación gigante estará lista a finales de año cerca de Oxford y posibilitará al país ser autosuficiente
Permitirá reaccionar ante nuevas variantes y crear una vacuna de emergencia para los 70 millones de británicos en apenas cuatro meses
Se convertirá en un centro de investigación y producción flexible y abierto a colaborar con organizaciones públicas o privadas
El Reino Unido está construyendo una superfábrica para poder manufacturar sus propias vacunas. En realidad, se trata de un centro de investigación científico y tecnológico con una planta de producción masiva de 7.400 metros cuadrados. Le permitiría adaptar las vacunas a las nuevas variantes que surjan como la de Sudáfrica o la de Brasil que se ahora se están expandiendo por el país y se teme que sean resistentes a las vacunas. En estos momentos tanto la vacuna de Pfizer como la de AstraZeneca, las dos que se están suministrando, se fabrican en factorías holandesas y belgas y pueden tener problemas de suministro.
La superfábrica, por tanto, dará autosuficiencia al Reino Unido. Ya se está construyendo y se inaugurará a finales de año. El gobierno ha invertido 158 millones de libras (177 millones de euros) en su creación. Una vez lista permitirá fabricar 70 millones de dosis en cuatro meses, suficientes para vacunar a la población entera del país ante una nueva variante del covid.
“Queremos hacer frente a nuevas variantes del covid. Probablemente necesitemos crear variantes estacionales de vacunas porque puede haber mutaciones en el virus, y también crear vacunas para otras enfermedades. Nunca se sabe lo que vendrá después”, explicó Matthew Duchars, director del nuevo centro, al ‘Daily Telegraph”. Duchars afirmó que el nuevo centro estará equipado para producir diferentes tipos de vacunas, tanto las que usan ARN mensajero (como la de Pfizer o Moderna) como las que utilizan adenovirus como vector viral donde insertan el gen de la proteína espiga del coronavirus (como la AstraZeneca).
Harwell, el nuevo epicentro de las vacunas
Aunque parezca increíble, el gobierno ya había definido este proyecto en 2018, bastante antes de la pandemia, aunque para nada tenía las dimensiones faraónicas que le han dado ahora con la urgencia epidemiológica. “Por desgracia, el covid vino demasiado pronto para nosotros”, reconoció Duchars. El proyecto inicial era de tan solo 30 millones de euros y estaba prevista su inauguración para el 2022, pero se han acelerado los plazos y se ha multiplicado la inversión.
El nuevo Centro de Innovación en la Fabricación de Vacunas (VMIC, por sus siglas en inglés) está siendo construido en el campus tecnológico y científico de Harwell, muy cerca de Oxford. Aquí se instaló después de la Segunda Guerra Mundial un centro de investigación de energía nuclear que funcionó hasta los años 90 y que está siendo desmantelado dentro de un proceso que terminará en 2025. A partir de entonces se empezaron a construir centros para las principales universidades del país.
En el año 2013, por ejemplo, se instaló la Agencia Espacial Europea. En el campus hoy en día trabajan 5.500 personas en 240 organizaciones. En el VMIC participan la Universidad de Oxford, que ha elaborado la vacuna de AstraZeneca, el University College of London y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. La idea es que todo el proceso desde la creación de la vacuna hasta su fabricación esté centrado en un mismo lugar. Las instalaciones todavía no están listas, pero sí el equipo y los técnicos. El centro ya ha cedido a expertos y biorreactores gigantes a AstraZeneca para el desarrollo de la vacuna.
Vacunas de día y de noche
El Reino Unido está viviendo su peor momento desde que empezó la pandemia con todo país confinado y con una media de 60.000 contagios y más de mil muertes diarias. No consiguen que bajen las cifras. El gobierno se ha visto obligado a cerrar todos los corredores aéreos internacionales para frenar la entrada en el país de las cepas sudafricana y brasileña. La gran esperanza es el plan de vacunación masiva que está implementando.
De momento ya han vacunado a 4 millones de personas y el gobierno se ha fijado el ambicioso objetivo de inocular a los 13 millones de ciudadanos de más alto riesgo a mediados de febrero. Incluiría a los mayores de 70 años, a los más vulnerables, a todas las residencias de ancianos y a todo el personal sanitario. Se están suministrando las vacunas en 233 hospitales, 1.000 ambulatorios, 200 farmacias y 50 centros de vacunación masiva que incluyen estadios de futbol, centros de conferencias e incluso iglesias. Están formando a dentistas, farmacéuticos, voluntarios y a todo trabajador sanitario para que puedan poner la vacunas y sepan reaccionar ante efectos secundarios como alergias.
Johnson quiere que estos centros masivos funcionen las 24 horas del día los siete días de la semana. También ha reconocido que el principal inconveniente ahora mismo es que no tienen suficientes vacunas. Tanto AstraZeneca como Pfizer se han comprometido a fabricar dos millones de dosis a la semana.
Una instalación flexible
El vicepresidente de AstraZeneca, Mene Panagalos, explicó, ante una comisión parlamentaria la semana pasada, que el principal problema que han tenido hasta ahora es que no disponían de unas instalaciones donde fabricar la vacuna. La megaplanta de Harwell es la solución. Duchars, el director del VMIC, explicó que nuevo centro podrá usarse para ayudar a los desarrolladores de muchas otras vacunas, no solo las del Covid-19, y para colaborar con organizaciones privadas y públicas, ya sean instituciones académicas o fundaciones o laboratorios privados.
Uno de los problemas que ha habido con esta pandemia es que no estábamos preparados para reaccionar. Se ha tardado demasiado en reaccionar y crear la vacuna y, aún así, Duchars reconoce que es “absolutamente remarcable” que se hayan podido desarrollar las vacunas tan rápido. Con este centro el Reino Unido quiere estar preparado para reaccionar ante cualquier brote, epidemia o pandemia que surja en un futuro.
“Queríamos crear una instalación que fuera excelente para fabricar la vacuna de AstraZeneca, por ejemplo, pero que sirviera también por si el año que viene aparece un MERS [enfermedad respiratoria viral causada por un coronavirus como el detectado en Arabia Saudita en 2012] o SARS [causada por un coronavirus como el detectado en Asia en 2003] diferente —explicó—. Requieren vacunas diferentes, así que debemos tener una instalación flexible que sea capaz de producir, en caso de emergencia, una gran cantidad de dosis de diferentes tipos de procesos”. La superfábrica permitirá producir una vacuna urgente para los 70 millones de británicos en cuatro meses, que es el tiempo mínimo que se requiere para hacerla.