La repetición electoral en Israel genera más incertidumbre

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, lograría entre 30 y 33 escaños
Benny Gantz, líder del centrista Azul y Blanco, entre 32 y 34 escaños
La repetición electoral en Israel ha generado un nuevo bloqueo político. Cinco meses después, las urnas han reproducido el empate técnico. Todavía sin el 100% de los votos escrutados, el Likud del primer ministro, Benjamin Netanyahu, conseguiría entre 30 y 33 escaños, lejos de los 61 de la mayoría absoluta, si bien su alianza con partidos ultraortodoxos y derechistas le permitiría rondar ese umbral.
Las encuestan ya auguraban prácticamente un empate técnico entre el Likud y Azul y Blanco, el partido centrista de Benny Grantz que lograría entre 32 y 34 escaños. Un resultado similar al de las elecciones del pasado mes de abril. Para poder formar gobierno, deberán conseguir el apoyo de 61 de los 120 diputados que conforman la Knesset, el Parlamento israelí.
Netanyahu no consiguió forjar una coalición de gobierno a pesar de que el bloque de derecha y religioso era el mayor en la Cámara, por lo que optó por disolver el Parlamento y volver a sacar las urnas en lugar de permitir que otro candidato intentara formar gobierno. Según el Comité Electoral Central, la participación ha aumentado ligeramente: un 1,5% más que en las elecciones de abril, que alcanzó el 69,4%.
El partido del ultraconservador Avigdor Lieberman, bisagra. Los resultados apuntan a que el exministro de defensa Avigdor Lieberman, exaliado y ahora rival de Netanyahu, con entre 8 y 10 escaños, podría determinar quién gobierna, con el respaldo de su partido de extrema derecha Yisrael Beitenu, muy crítico de la coalición gobernante. Sin su apoyo, el Likud podría formar una coalición de derecha con hasta 57 escaños, mientras que Azul y Blanco no pasaría de formar un grupo con 58, lo que significa que los partidos no alcanzarían los 61 necesarios para una mayoría gobernante.