Rusia y Ucrania confirman una nueva ronda de negociaciones presenciales a principios de la semana que viene

Los equipos negociadores de ambos países difieren en la fecha: Moscú dice que serán del martes al miércoles, mientras que Kiev las sitúa este mismo lunes, en Turquía
Rusia expresó su pesimismo sobre la evolución de unas conversaciones ahora mismo prácticamente estancadas
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Rusia y Ucrania han confirmado este domingo el comienzo, a principios de la semana que viene, de una nueva ronda de negociaciones de paz presenciales para poner fin al conflicto bélico. Ambas partes, sin embargo, difieren en la fecha exacta en la que daría inicio.
El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski, ha informado de que el encuentro tendrá lugar desde el martes 29 hasta el miércoles 30 de marzo, según ha hecho saber en su canal de Telegram.
Mientras, el negociador ucraniano David Arajamia ha indicado que las conversaciones comenzarán este lunes e incluso ha especificado que Turquía será la sede del encuentro, según ha hecho saber en Facebook.
Las negociaciones siguen en un momento difícil. Este viernes, Rusia expresó su pesimismo sobre la evolución de unas conversaciones ahora mismo prácticamente estancadas, a su entender, por la negativa ucraniana a aceptar un tratado "integral", traducida en los constantes intentos de Kiev de dilatar las reuniones.
Además, hay que añadir que Ucrania se ha negado en todo momento a negociar el estatus de Crimea o el Donbás, territorios controlados por Rusia y ocupados según Kiev, y tampoco parecen arrojar progresos las negociaciones sobre un posible desarme parcial del Ejército ucraniano, o sobre la renuncia de las aspiraciones de Ucrania a su incorporación a la OTAN, como exige Moscú.
Medinski ha reiterado que Rusia pide "garantías de seguridad, desmilitarización y desnazificación de Ucrania", así como el reconocimiento de Crimea y las regiones separatistas del Donbás, en el este del país. "Sin la consideración de estos aspectos", ha añadido, "la conclusión de un acuerdo es poco probable".
En su lugar, Rusia observa que Kiev "está principalmente preocupada por obtener garantías de seguridad de terceras potencias en caso de que Ucrania no se una a la OTAN", lo que describió como "una posición completamente comprensible".
Sin embargo, el negociador ha explicado que precisamente por estas negociaciones, los ucranianos "no tienen prisa porque creen que el tiempo corre a su favor". Si bien ambas partes parecen estar acercándose en "temas secundarios", ha concluido, "en lo que se refiere a las cuestiones políticas principales, no estamos llegando a ninguna parte".