Sin apenas vacunas, los palestinos endurecen las restricciones por un repunte de casos

La Autoridad Palestina decretó el sábado un endurecimiento del cierre durante 12 días
Funcionarios del ministerio de Sanidad creen que los positivos podrían llegar al millón
Hasta ahora 12.000 vacunas han llegado a Cisjordania y 20.000 a la Franja de Gaza
Después de que el pasado fin de semana se registrara casi una decena de muertes y más de un millar de nuevos positivos en los territorios, el primer ministro de Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mohamed Shtayyeh, decretó el sábado un endurecimiento de las restricciones anti - Covid de cara a frenar la propagación del virus.
Según fuentes del ministerio de Sanidad, la variante británica del SARS-CoV-2 ya es responsable de las tres cuartas partes de los contagios, lo que preocupa a las autoridades por su especial incidencia en adultos jóvenes y niños, que representan más de la mitad de la población en Cisjordania y la Franja de Gaza de acuerdo a los datos publicados por la Oficina Central de Estadísticas de Palestina.
Con los últimos fallecimientos, el número total de víctimas mortales en ambos territorios - junto con los de Jerusalén Oriental - ascendió este lunes hasta 2259. Por otro lado, el número de contagios casi alcanza los 17.000 (la mayoría en Cisjordania y Jerusalén Este), si bien el número de pruebas realizadas sigue siendo bajo, lo que apunta a que el número de casos activos podría ser mucho mayor.
Una incidencia acumulada que se traduce en una mayor presión hospitalaria. Las autoridades sanitarias informaron de que las unidades de cuidados intensivos (UCIS) designadas para pacientes con COVID-19 operan hoy a una capacidad de entre el 80 y el 100 por ciento, lo que ya ha provocado la suspensión de multitud de cirugías en pacientes graves por otras patologías que no sean las derivadas por la infección del coronavirus.
Nuevas restricciones
Desde el sábado y durante doce días el toque de queda nocturno se ampliará en dos horas, comenzando a las 7 de la tarde - y no a las 9 como en semanas anteriores - y terminando a las 6 de la mañana.
Asimismo, desde el gobierno de facto de Ramala reiteraron la prohibición de viajar entre los diferentes distritos y la entrada de residentes de Jerusalén Oriental y ciudadanos israelíes en enclaves palestinos. Unas medidas que ya estaban en vigor, pero que no se habían implementado con éxito por parte de las fuerzas de la ANP.
Además, las oficinas gubernamentales y el sector privado trabajarán al 50 por ciento de su capacidad. Se supone que estas prohibiciones también entrarán en vigor en las zonas rurales de las Áreas B y C, en las que la policía palestina no tiene jurisdicción - el control de seguridad está en manos de Israel - y donde el distanciamiento social, el uso de máscaras y el cierre de negocios los fines de semana tienden a ser más laxos.
Por último, se mantendrá un bloqueo completo los viernes y sábados (viajar en automóvil también queda restringido) así como la prohibición de celebrar bodas, fiestas o funerales, eventos que se han convertido desde el inicio de la pandemia en una fuente fundamental de contagios.
Vacunas compradas, pero aún sin llegar
El primer ministro palestino, Mohamed Shtayyed informó el sábado de la compra de vacunas por valor de 10 millones de dólares sin que ofreciera más detalles sobre la cantidad de dosis o su país de procedencia.
Hasta el momento han llegado a la Autoridad Palestina 10.000 inyectables de la rusa Sputnik-V, de los que 2000 fueron entregados a la Franja de Gaza, donde viven dos millones de personas. Desde Egipto sí llegaron más hasta el enclave costero, unas 20.000, pero pagadas por Emiratos Árabes Unidos, informaron fuentes locales.
Por otro lado, desde la ANP siguen sin confirmar oficialmente la llegada de otras 2.000 vacunas de Moderna supuestamente enviadas por Israel, cuyo gobierno, reticente a efectuar una entrega masiva de dosis a los palestinos, anunció un envío inicial de 5000 envases.
El Ejecutivo de Benjamín Netanyahu fue duramente criticado la semana pasada tras conocerse la donación aprobada por su gabinete de miles de vacunas a países como Honduras o Guatemala, estados con buenas relaciones con el actual gobierno hebreo después de que se comprometieran a trasladar sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo la estela iniciada en 2018 por el expresidente norteamericano, Donald Trump.
Respecto a las vacunas que ya se encuentran en los territorios palestinos, el diario Haaretz se hizo eco el sábado de las informaciones difundidas por la organización de la sociedad civil palestina AMAN, un grupo que lucha contra la corrupción, en las que critican la opacidad y falta de transparencia de las autoridades palestinas en la asignación de vacunas.
Según el Ejecutivo de Ramala las primeras dosis en llegar serían destinadas a sanitarios y personas vulnerables, si bien en la calle es vox populi que unas 200 vacunas entregadas por Israel a la ANP a comienzos de este año no llegaron a salir de la sede del gobierno liderado por el octogenario Mahmud Abbas. De sus oficinas no hay confirmación al respecto.
Dosis sí, pero solo para los palestinos que trabajan en Israel
Tras semanas de un constante toma y daca parlamentario, el gobierno hebreo anunció este domingo que comenzará a vacunar con dosis de Moderna a los más de 120.000 palestinos que cada día entran a trabajar en Israel o en las colonias de la Cisjordania ocupada.
Varias decenas de miles también acceden - a través de las vallas que se yerguen en las zonas rurales o saltando la barrera de hormigón que circunda las ciudades palestinas-, pero sin permisos de trabajo, lo que es bien conocido por las autoridades israelíes. Ellos no estarán inmunizados.
Desde el COGAT, área del ministerio de Defensa israelí que coordina las actividades del ejército en los territorios ocupados, aseguraron que bajo el nuevo programa los equipos médicos administrarán inyecciones en los controles militares de Cisjordania por donde entran y salen los trabajadores palestinos. De momento, se desconoce cuándo empezarán a implementar esta medida.
Israel considera a los palestinos de Jerusalén Oriental como parte de su población, una vez que el el Parlamento israelí aprobó en 1980 una ley que declaró la totalidad de la ciudad como capital de su Estado, lo que supuso la anexión de facto de la parte palestina. A sus residentes hoy sí les ofrece vacunas, pero su gobierno argumenta que bajo los acuerdos de paz de Oslo no tiene por qué hacerlo en las áreas de Cisjordania donde ejerce un gobierno limitado la Autoridad Nacional Palestina.
Omar Shakir, director de Israel y Palestina de Human Rights Watch, dijo que Israel estaba obligado por el derecho internacional a vacunar a los palestinos que viven bajo su control efectivo en cuanto que es la potencia ocupante de sus territorios. “Vacunar solo a los palestinos que entran en contacto con israelíes refuerza que, para las autoridades israelíes, la vida palestina solo importa en la medida en que afecta la vida judía”, dijo Shakir.
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