Washington exige que Europa permita el pollo clorado y la ternera con hormonas

Estados Unidos mantiene la amenaza de subir los aranceles a los coches europeos.
El Gobierno estadounidense atacó ayer a uno de los asuntos en los que más difícilmente Bruselas podría ceder. Washington quiere, según explicó este lunes el secretario estadounidense de Agricultura Sonny Perdue, que la Unión Europea (UE) elimine su prohibición a la carne de pollo “clorada” y a la de ternera tratada con hormonas.
Mientras la Comisión Europea sigue intentando mejorar las relaciones comerciales con Estados Unidos –el comisario del ramo, Phil Hogan, viajó la semana pasada a Washington-, el Gobierno estadounidense sigue amenazando con subir los aranceles a la importación de coches europeos. El automotriz es uno de los principales sectores económicos de Europa y el responsable de 13,8 millones de empleos directos o indirectos.
Productos muy polémicos
Con la espada de Damocles de esa amenaza a la importación en Estados Unidos de coches europeos, Washington quiere que la UE ceda en materia de seguridad y controles alimentarios. Algo que en 2015 llegó a desencadenar manifestaciones en Alemania, Austria o Francia. En Estados Unidos es normal lavar los pollos en una mezcla de agua con cloro para matar los gérmenes. Europa prohibió esa práctica en 1997.
También es normal ‘dopar’ a las terneras con hormonas de crecimiento, algo que la UE prohibió en 1988 y que dio pie a una disputa ante la OMC. El organismo comercial internacional dio la razón a Washington al asegurar que la prohibición europea no tenía base científica. Europa nunca levantó la prohibición, por lo que Estados Unidos respondió subiendo aranceles a algunas importaciones de productos europeos. Perdue recordó este lunes que la prohibición europea a la ternera tratada con hormonas no tiene base científica.
Trump y Von Der Leyen prometieron relanzar las negociaciones
Bruselas sabe que la Casa Blanca puede cambiar de posición de un día a otro. La semana pasada en el Foro de Davos, el presidente estadounidense Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen acordaron que relanzaban las discusiones comerciales. Von Der Leyen debe viajar a Washington.
Pocos días después el Gobierno estadounidense golpea con una de sus tradicionales reivindicaciones, un asunto tóxico en Bruselas. Perdue dijo, después de reunirse este lunes en Bruselas con Hogan y con el comisario de Agricultura Janusz Wojciechowski, que Donald Trump “quiere mucho a sus agricultores” y que la relación comercial mejoraría si Europa dejara de prohibir la importación de carne de pollo estadounidense.
Perdue aseguró en Bruselas que en realidad los pollos estadounidenses no son lavados con cloro, sino “esencialmente con vinagre” y dice que la acusación del uso del cloro se hace “para denigrar” la producción estadounidense de carne de ave.
El responsable agrícola estadounidense no lo dijo, pero si Europa abriera la puerta a la carne de pollo estadounidense –y a la ternera tratada con hormonas- ayudaría a reducir el déficit comercial agrícola de Estados Unidos, que supera los 10.000 millones de euros anuales. Phil Hogan dijo la semana pasada en el Foro de Davos que el Partido Republicano de Trump estaba intentando que la agricultura entrara en las negociaciones comerciales con la UE.