Juan Carlos I comunica a su hijo que quiere quedarse en Abu Dabi


El rey emérito mantiene que no regresará a Zarzuela y pide perdón "por los acontecimientos pasados" de su "vida privada"
La Fiscalía archivó las investigaciones sobre él el 2 de marzo
Mediante una carta, ha informado a Felipe VI sobre su voluntad de residir de forma permanente en Abu Dabi, a donde llegó el 3 de agosto de 2020
Juan Carlos I no tiene intención de volver a España para vivir, al menos por ahora. Así se lo ha dicho a su hijo Felipe VI en un comunicado con el que prácticamente nadie contaba: "Prefiero continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este periodo de mi vida", reza la carta. Una vez la Fiscalía ha archivado las investigaciones abiertas sobre él. La inviolabilidad durante su etapa como rey, prescripciones y las regularizaciones fiscales para anular sus delitos fiscales, le dejan fuera del alcance de la Justicia, pero el rey emérito no vuelve.
El mismo 2 marzo, el día en que el Ministerio Público anunció su decisión, el bufete de abogados emitió un comunicado anunciando que, una vez descartada la posibilidad de imputarle un delito, se analizaría la situación y comunicaría las decisiones que tomara el monarca abdicado. Finalmente, la decisión la ha comunicado la Casa Real.
Juan Carlos I se marchó de España un mes después de que Corinna Larsen, su antigua amante, desvelara que él le había donado 65 millones de euros que había recibido desde Arabia Saudí. Larsen lo dijo ante la Fiscalía Suiza, que igual que hacía por entonces el departamento español de Anticorrupción, seguía la pista de ese dinero.
"En agosto de 2020, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a España y a todos los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comuniqué mi decisión de trasladarme fuera de España, para facilitar el ejercicio de tus funciones. Desde entonces, he residido en Abu Dabi, lugar al que he adaptado mi forma de vida y al cual agradezco enormemente su magnífica hospitalidad", explica la carta hecha pública hoy.
En esas fechas, investigaba la posibilidad de que fuera una comisión por la concesión a un grupo español de segundo tramo del Ave a la Meca, aunque eso no se ha demostrado y finalmente la Fiscalía española ha admitido la posibilidad de que la versión de que fue un regalo del rey saudí Abdalá, que es lo que siempre mantuvo el emérito.
"Perturbadoras" fue la palabra que utilizó en julio el presidente del Gobierno para calificar las conductas que se estaban conociendo de Juan Carlos I, que finalmente decidió poner tierra de por medio. Lo anunció la propia Casa Real en un comunicado en el que aseguraba que se había marchado para facilitar que su hijo, Felipe VI, pudiera trabajar "desde la tranquilidad y el sosiego" que necesita la Corona.
"Lamento sinceramente los acontecimientos pasados de mi vida privada"
El viaje tuvo lugar el 3 de agosto, en pleno verano y la Casa Real lo anunció cuando el rey emérito ya se había marchado. Durante varios días, se barajaron varios destinos. Los que sonaron con fuerza fueron Portugal, primero, y México, después. En ambos países tiene amigos, pero en realidad había elegido otro destino donde tampoco le faltan amistades: Emiratos Árabes, y en concreto, Abu Dabi, como demostraba la fotografía que publicó NIUS el día 8. De aquello han pasado ya 19 meses, más de año y medio en que Juan Carlos I ha pasado de la más absoluta reserva a dejarse ver y a hacer llegar sus deseos de volver.
"Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata. Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos" explica ahora el monarca.
"Me gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido. Como bien sabes, en 2019 te comuniqué mi voluntad de retirarme de la vida pública, y así lo seguiré haciendo. En este sentido, tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible", prosigue Juan Carlos I.
"Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente, como también siento un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo
de todos los españoles", concluye.
Una decisión a medio camino
A lo largo de estos meses, sus amigos han sido los encargados de transmitir su voluntad de regresar desde hace meses. Pero aunque Juan Carlos I no estaba reclamado por la Justicia, ya que nunca se llegó a judicializar la causa, decidió mantenerse fuera de España hasta que la Fiscalía lo dejara de investigar.
Sin embargo, conforme se iba acercando el momento y la Fiscalía iba dejando entrever que cerraría pronto la causa, los mensajes llegaban con más fuerza. El 17 de diciembre, incluso se dejó ver en un acto público: un partido de tenis en el que jugaba Rafa Nadal.

No sólo eso, al día siguiente del partido, el 18 de diciembre, Juan Carlos I, y los tenistas Rafa Nadal y Carlos Moyà comieron juntos. Después, los deportistas dieron positivo por coronavirus, pero el emérito no.
Eran los días previos a Navidad. Se hablaba de la posibilidad de que viniera para las fiestas o para su cumpleaños en Reyes. Sin embargo, se acabó descartando. Ahora, sin la Fiscalía siguiendo sus pasos, Juan Carlos I vuelve a optar por mantenerse lejos del país donde reinó durante cuarenta años.