Juan Carlos I vuelve a España con las causas judiciales cerradas y en pleno debate sobre su conducta


Los partidos de izquierda piden explicaciones, mientras la derecha se da por satisfecha con el archivo de la Fiscalía
Primero viajará a Sanxenxo con sus amigos, y después a Madrid, donde se verá con su hijo y con la reina Sofía
Su única cuenta pendiente, la demanda de Corinna en Londres
Dos meses y medio después de que la Fiscalía diera carpetazo a sus tres líneas de investigación sobre él, Juan Carlos I vuelve a España este jueves sin ningún contencioso abierto con la Justicia, al menos aquí. El Ministerio Público decidió que el rey emérito no tenía que dar explicaciones a ningún juez, ya que la inviolabilidad y las regularizaciones fiscales del dinero ganado con sus negocios y oculto al Fisco le protegían. Sin embargo, no son pocos los que creen que, al margen de la Justicia debería rendir cuentas ante la ciudadanía del país en el que reinó durante cuatro décadas.
Hace 654 días que abandonó España y Juan Carlos I no ha dado explicaciones de ningún tipo sobre sus conductas. Argumentó por carta que se iba para no interferir en el reinado de su hijo y hace sólo dos meses, el 7 de marzo, anunció que de momento se queda en Abu Dabí, donde ha "encontrado la tranquilidad".
Poco a poco se han ido despejando las incógnitas sobre la duración, programa de actos, y encuentros. Juan Carlos I llegará este jueves a Sanxenxo, en Pontevedra, donde asistirá a una regata. Tras el fin de semana marinero y entre amigos, el lunes se desplazará a Madrid para reunirse con su familia, incluido su hijo Felipe VI, y la reina Sofía, que este miércoles se había trasladado a Miami, pero que según el comunicado de Casa Real, también se verá con su marido.
El viaje "se enmarca en el deseo de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos de desplazarse con frecuencia a España para visitar a la familia y amigos, y organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado", subraya el comunicado.
Amigos para todo
Sus amigos son los que han dado los primeros detalles que se conocieron del viaje, como que se alojará en casa de su amigo Pedro Campos, presidente del Club Náutico de Sanxenxo junto a la infanta Elena; ellos fueron los que confirmaron que llegaría antes del viernes a las tres de la tarde (finalmente aterriza el jueves) y los que señalaron que es probable que participe en la regata, aunque aún no está claro.
También ellos son los que desde el principio han ido dando información sobre su exilio y los que, según su entorno, le prestaron el dinero para las dos regularizaciones que sumaron cinco millones de euros para evitar delitos fiscales. La Fiscalía lo investigó y en su archivo las dio por buenas.
Sus amigos le son leales y le defienden constantemente desde el 3 de agosto de 2020, el día en que se marchó. Pero para la izquierda política ni la decisión de la Fiscalía, ni el papel que jugó en la Democracia le eximen de dar explicaciones ni le libran del reproche. Su inminente regreso a reabierto el debate sobre su conducta.
División política
PSOE, Podemos, y partidos como Compromís han tachado sus conductas como "incívicas"; han llamado "fuga" a su marcha a Abu Dabí y han dicho cosas de él como que "tiene más cara que espalda" o que es "un sinvergüenza". No sólo eso, en el caso de Podemos ha servido para reabrir el debate sobre la Monarquía de la que Pablo Echenique dijo que es una institución "diseñada para delinquir".
Mientras la parte morada del Gobierno apunta a Felipe VI, al que considera manchado por la figura de su padre, el PSOE intenta poner un muro de separación entre Juan Carlos I y la monarquía y la actitud de Felipe VI.
Eso sí, Pedro Sánchez lleva meses reclamando "explicaciones" al que fuera rey de España, la última vez en marzo. Tras la insistencia de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz Isabel Rodríguez manifestó que el presidente seguía pensando lo mismo que dijo en su día, aunque se resistió a decirlo textualmente. Incluso la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, considera que "debe dar explicaciones". Mucho más clara y contundente ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz, que también ha reclamado esas explicaciones, como "cualquier demócrata de este país".
Y en el otro lado, PP, Vox y Cs, que defienden su vuelta. El partido de Arrimadas evita pronunciarse duramente, y recuerda que es un hombre libre, aunque ha admitido su "decepción" con él. Feijóo insiste en que no tiene causas con la Justicia, en que tiene todo el derecho a volver a España y critica a Sánchez por pedirle explicaciones una vez despejado el frente judicial. El partido más efusivo con él, Vox, que obvia que la fiscalía sí hizo reproches a Juan Carlos I y acusa al Gobierno de acusarle "falsamente".
Lo que le queda en los tribunales: Inglaterra
Todos los problemas de Juan Carlos I con la Justicia empezaron por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la mujer con la que tuvo una larga relación y que le habló al comisario encausado José Manuel Villarejo, de comisiones, terrenos y amenazas.
No es que ella le incitara a delinquir, es que Villarejo la grabó y al trascender sus charlas, se puso el foco en las actividades del rey Juan Carlos. A raíz de ahí se abrió la investigación de la Fiscalía, ya cerrada, pero el contencioso con entre los antiguos amantes no ha terminado.
Una demanda de ella en Londres contra él por acoso es el último fleco judicial del que el rey emérito está pendiente. Tras un parón de procedimiento, a finales de marzo, el juez Matthew Nicklin respondió a los abogados de Juan Carlos I que no tiene inmunidad para ser investigado en Londres, aunque aún no está claro hasta donde va a llegar la investigación.
Fuentes conocedoras del caso estiman que puede tardar dos años en resolver el procedimiento; otras cercanas a él, aseguran que al ser una demanda civil, probablemente no tendrá que sentarse en ningún banquillo y que todo se resolverá entre abogados. Sin embargo también hay quien sostiene que el juez podría llamarle como acusado y que él estaría obligado a declarar.
Todavía es pronto para saber cómo se desarrollará este caso, la última sombra judicial sobre la figura del antiguo rey de España.