Letizia y dónde dejar la mascarilla en una cena de gala en el Palacio Real


La reina ha protagonizado una curiosa anécdota durante la cena de gala al presidente de la República de Italia en el Palacio Real
Los reyes Felipe y Letizia celebraban este martes una cena de gala en honor al presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, en el Palacio Real de Madrid. Trascurrido el tradicional saludo y besamanos, los reyes y sus invitados acudían al comedor de gala para cenar.
Antes de tomar asiento, en el momento de los himnos, los invitados a la cena se han comenzado a retirar las mascarillas. En ese momento, la reina ha hecho un gesto con los ojos a su marido, el rey, que han captado las cámaras.
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Doña Letizia finalmente se ha quitado la mascarilla,como el resto, y tras doblarla con cuidado, la ha escondido bajo el plato. Los otros invitados la han dejado junto a los cubiertos.
El protocolo indica que las mascarillas se retiran en el momento en que los comensales se sientan a la mesa. Es cierto que en las cenas de gala, los himnos, los discursos y los brindis se realizan antes de empezar a servir los platos. En otras ocasiones esos momentos se han celebrado con la mascarilla puesta, ayer no fue así. Los comensales se la quitaron al ocupar sus asientos.
Vuelve la "Mesa Imperial" y "La Rusa"
Por primera vez desde que comenzó la pandemia, ha vuelto a emplearse la "Mesa Imperial" que tradicionalmente se usaba para este tipo de eventos, en lugar de las mesas redondas para varios comensales empleadas durante este tiempo de covid.
Además la reina Letizia ha lucido una espectacular tiara conocida como "La Rusa". Una impresionante pieza de joyería creada para la madre de Alfonso XIII, María Cristina de Austria. Realizada con perlas, diamantes y platino.
Además la reina, que no suele llevar demasiadas joyas, portaba el collar y la pulsera de chatones que perteneció a la reina Victoria Eugenia. Amante de ese tipo de joyas, su esposo el rey Alfonso XIII le regaló un collar de Ansorena con 30 diamantes. El número se fue ampliando, dado que el rey daba a su esposa dos diamantes cada vez que le tenía que hacer un regalo.