Inquietud en el PSOE por la desmovilización de su electorado y el trasvase de votos al PP en Andalucía

Los analistas consultados por NIUS sostienen que más de un 10 por ciento de votantes socialistas puede pasarse al PP
Los socialistas confían en la campaña para movilizar a su electorado y conservar los 33 escaños actuales
Andalucía es clave para el PSOE a nivel nacional, es la comunidad que más diputados aporta
En el PSOE las alarmas están encendidas. El partido y el propio Pedro Sánchez se juegan buena parte de su futuro político en las elecciones andaluzas del 19 de junio. Andalucía, el tradicional granero de votos socialistas, su feudo más emblemático, puede fallar. Todas las encuestas dan una victoria rotunda al popular Juanma Moreno que mantendrá el Gobierno de la Junta y una derrota al candidato socialista Juan Espadas. El temor más profundo es que se afiance la idea de un cambio de ciclo, que Alberto Núñez Feijóo salga reforzado y que la onda expansiva llegue hasta las generales de 2023.
La preocupación y el desánimo empiezan a cundir en el Gobierno y en las filas socialistas porque su electorado está muy desmovilizado y todos los estudios señalan un trasvase de votos del PSOE al PP que puede superar el 10 por ciento. Es una cifra altísima según todos los expertos demoscópicos consultados por NIUS. Son más de 100.000 votos teniendo en cuenta que los socialistas tuvieron en las pasadas elecciones autonómicas alrededor de un millón. La abstención en la izquierda podría estar entre el 16 y el 18 por ciento. Cuatro veces más que la de los votantes del PP y de Vox.
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La falta de expectativa de cambio y el perfil de Moreno
Las razones de esa apatía obedecen a que los votantes del PSOE no tienen expectativas de que haya un cambio de Gobierno en Andalucía y que el presidente andaluz, Juanma Moreno, no genera rechazo entre el electorado de izquierdas, apunta Paco Camas, director de investigación de IpsosSpain. "Si no hay razón para el cambio y las elecciones están ya decididas de antemano, me quedo en casa", asegura. El politólogo Pablo Simón apunta además a un "efecto de castigo" al Gobierno central y señala que algunos estudios apuntan a que el 40 por ciento de los andaluces valora como buena o muy buena la gestión de Moreno frente al 20 por ciento que opina lo mismo de la de Sánchez.
"Si los andaluces se movilizan, la izquierda va a ganar", dicen fuentes de la dirección de Ferraz que todavía confían en la campaña para darle la vuelta a las encuestas. Argumentan que los sondeos son una foto fija de un determinado momento y censuran que algunas pretenden fomentar "cierta opinión" respecto a las expectativas del PSOE.
El efecto campaña electoral
La maquinaria electoral del PSOE andaluz es muy potente y les queda por delante toda la campaña. Algunos socialistas presumen de que siempre van de menos a más, pero los analistas no creen que en estos días se pueda producir una gran movilización. Camas sostiene que el PSOE puede recuperar algo de voto en determinadas provincias como Sevilla, Jaén o Huelva. "Puede haber una tendencia ascendente, pero no lo suficiente para que hoy por hoy sea probable una mayoría de izquierdas", afirma Simón para el que la "estructura de competición" ya está muy clara.
Pedro Sánchez puso deberes esta semana a todos los cargos socialistas: salir a la calle y vender la gestión del Gobierno y los logros sociales. Hasta ahora, y según reflejan las encuestas, el escudo social puesto en marcha con motivo de la pandemia o los datos del paro no han calado entre los andaluces.
33 escaños es la cifra marcada en rojo por el PSOE. Son los escaños que consiguió Susana Díaz en 2018. Ella ganó las elecciones con el 27,95 por ciento de los votos pero no pudo gobernar por el pacto entre el PP y Ciudadanos. Si Juan Espadas baja de esos 33 escaños, el fracaso está asegurado. Los socialistas llevan perdiendo apoyos desde hace una década tras gobernar en Andalucía durante 37 años consecutivos. En 1982, las primeras elecciones autonómicas, lograron 66 escaños y el 52,77 por ciento de los votos.
El miedo a Vox
Hasta ahora la estrategia de Juan Espadas ha sido confrontar un futuro gobierno progresista presidido por él con uno de Juanma Moreno con Vox. El candidato socialista, que está basando en esa idea sus mensajes de campaña, también tiene un perfil moderado y de gestor -fue alcalde de Sevilla- pero es un gran desconocido en muchas partes de Andalucía.
Agitar ese miedo a Vox para movilizar a los suyos ha sido un elemento utilizado por el PSOE en varias campañas electorales y hasta ahora no le ha dado resultados. Para Pablo Simón, el partido de Santiago Abascal es ya un "actor normalizado" en la comunidad desde 2018 cuando irrumpió en el Parlamento andaluz. Cree que los 400.000 votantes que se abstuvieron en aquellas elecciones y que en las generales de 2019 se fueron a la izquierda, no van a activarse ahora porque "Macarena Olona pueda ser vicepresidenta". Otra clave es que el PSOE tampoco sumaría con la coalición Por Andalucía para poder formar Gobierno. El bloque de la izquierda se queda por debajo de los escaños que consigue Moreno.

La suma del PP y Vox es abrumadora. Los populares, que están a tan solo seis escaños de la mayoría absoluta, se comen todos los votos de Ciudadanos más los del PSOE desencantados. Juanma Moreno se esfuerza por cultivar su perfil más moderado e insiste en la máxima de que pretende gobernar en solitario si consigue sumar más escaños que la izquierda para sacar de la ecuación a Vox.
El mejor resultado del PP en unas andaluzas fue en 2012 con Javier Arenas como candidato que logró 50 escaños frente a los 47 del PSOE. El investigador Paco Camas no cree que se esté produciendo una derechización de Andalucía. "Sociológicamente no es Castilla y León, no es una comunidad tan conservadora", afirma. En su opinión lo que se está produciendo es que Moreno está conectando con la sensibilidad mayoritaria de los andaluces. Entre otras cosas porque no se presenta como el candidato del PP sino como el presidente andaluz. "Ha desplazado las siglas, incluso el color de la marca. No habla del PP sino de Andalucía, no habla de azul sino de verde". Una reedición de lo que hizo Feijóo en Galicia en 2020.
El poder de Andalucía en las generales
Andalucía la comunidad que más votos aporta al PSOE a nivel nacional. Es la mayor federación del partido y los estrategas sostienen que para ganar a nivel nacional hay que ganar en ese territorio y en Cataluña además de tener un buen resultado en Madrid. En las pasadas generales de 2019 el PSOE consiguió 25 escaños de los 61 diputados andaluces en el Congreso frente a los 15 del PP y los 12 de Vox.
Sánchez recuperó casi medio millón de votos que se quedaron en la abstención con Susana Díaz un año antes. La figura del presidente del Gobierno empujaba y arrastraba voto. Ahora sufre un desgaste importante al igual que la marca PSOE. La inflación, las consecuencias económicas de la guerra, las tensiones con Podemos y la imagen que fomenta el PP de que el Ejecutivo hace cesiones a los independentistas le hacen daño en Andalucía.