Sánchez, en modo electoral: avisa a Podemos de que subrayar las diferencias en el Gobierno desmoviliza a la izquierda

El presidente confirma que será el candidato del PSOE en las generales: "Me voy a quedar y voy a aspirar a ganar las elecciones en 2023"
Sánchez defiende que el Gobierno de coalición está unido en "lo fundamental" mientras el PP denuncia que está débil y roto
El presidente dice que los populares abrirán en Andalucía la puerta a Vox al que define como heredero de las élites franquistas
La campaña electoral andaluza ha sobrevolado el debate en el Congreso sobre las conclusiones del último Consejo Europeo y las relaciones bilaterales con Marruecos tras el giro del Gobierno en el Sáhara. Seis horas de pleno monográfico donde los mensajes en clave electoral se han sucedido. El presidente Pedro Sánchez ha exprimido su mensaje de que el PP abrirá la puerta en Andalucía a un gobierno con Vox, ha cargado con dureza contra Santiago Abascal y ha dado un toque de atención a Podemos.
Sánchez ha avisado a sus socios de coalición de que una de las razones de la desmovilización de la izquierda que pronostican todas las encuestas en la comunidad andaluza es subrayar las diferencias "más de lo debido" en vez de destacar las conquistas sociales que ha logrado el Gobierno de PSOE y Podemos. El presidente ha aprovechado el larguísimo debate para despejar una de las incógnitas que utiliza la derecha para especular sobre el futuro político de Sánchez. "Me voy a quedar y voy a esperar a ganar las elecciones en 2023", le ha dicho a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
Zanja la cuestión y confirma que será el candidato del PSOE en las próximas elecciones generales que el propio Sánchez ha fijado para diciembre de 2023.
La brecha con Podemos: Sáhara, OTAN y gasto militar
Por lo demás, en el Pleno ha quedado claro que Sánchez el jefe del Ejecutivo mantiene su soledad absoluta en el cambio de posición sobre el Sáhara. Ni Podemos ni el resto de aliados parlamentarios ni la oposición comparten esa decisión a pesar de que el jefe del Ejecutivo ha valorado como positivo el balance de la nueva relación con Marruecos.
Es una de las diferencias más profundas en las últimas semanas entre socialistas y morados, al igual que el papel de España en la OTAN o el incremento del gasto militar. Desavenencias que se han aireado públicamente por los dirigentes del espacio confederal. El portavoz de Podemos, Pablo Echenique, ha pedido al presidente no "blanquear al PP" tendiendo la mano Alberto Núñez Feijóo porque significa dar "alas a Vox", reforzar la coalición y valentía para reactivar a las bases progresistas. En ese sentido ha citado la necesidad de una reforma fiscal para financiar medidas que mejoren el plan anticrisis como el bono transporte de 10 euros que propone Podemos.
Ese electorado de izquierdas está desmovilizado ante las elecciones del 19 de junio y es ahora la máxima preocupación en la sede de Ferraz donde están encendidas todas las alarmas. "Lo que desmoviliza a la izquierda es que nos afanemos, en alguna ocasión más de lo debido, en subrayar las diferencias y no las alianzas", ha alertado el presidente. Insiste en su máxima de vender las conquistas progresistas logradas por el Gobierno como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la subida de las pensiones, la reforma laboral o la ley de eutanasia.
Lo que desmoviliza a la izquierda es que nos afanemos, en alguna ocasión más de lo debido, en subrayar las diferencias y no las alianzas (Pedro Sánchez)
Ante las críticas del PP de que el Gobierno está dividido, Sánchez presume de que está unido "en lo fundamental" que es proteger a las familias, a las empresas y dar una respuesta a la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Los populares están utilizando las contradicciones en el seno del Ejecutivo para meter el dedo en la llaga de la fragilidad de Sánchez. Es también argumento de campaña. "Sale más débil y con un Gobierno cada día más roto", ha afirmado Cuca Gamarra, la secretaria general del PP.
El presidente mantiene la estrategia de plantear que el PP gobernará con Vox en Andalucía. "Tienen la decisión tomada", señala Sánchez para abrir la puerta a la ultraderecha como ya hizo el PP en Castilla y León. Pactar con Santiago Abascal es, en su opinión, ir en sentido contrario de la mayoría social de España y de Europa.
El problema del PP es que actúa según sus intereses. Ahora han cambiado de aliados y abren la puerta a tener gobiernos de coalición con la ultraderecha. Mientras, el Gobierno de España está unido y trabaja para proteger a familias y empresas ante las circunstancias que vivimos. pic.twitter.com/lvY3ZGm0PH
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 8 de junio de 2022
Sánchez carga contra Vox: "Herederos del franquismo"
El debate también le ha servido a Sánchez para arremeter duramente contra Vox en plena campaña. Ha acusado a Abascal de tener un discurso "reaccionario" que aplaudiría Vladimir Putin desde el Kremlin, de ser "terraplanistas", "los enemigos de Europa" y los "herederos de la élite" que gobernó este país durante 40 años "de oscuridad y falta de democracia".
El candidato socialista a las elecciones andaluzas, Juan Espadas, también ha advertido este miércoles de que Juanma Moreno y Macarena Olona son una "pareja de hecho" para un hipotético gobierno de coalición entre PP y Vox.
Fuentes de La Moncloa mantienen que la base electoral del PSOE a nivel nacional se mantiene y que el plan trazado por el anterior líder del PP, Pablo Casado, para llegar al Gobierno tras conseguir mayorías muy amplias en Madrid, Castilla y León y Andalucía, ha saltado por los aires porque los populares necesitan a Abascal para poder gobernar con el desgaste que eso supone para su marca.