El rey Juan Carlos aprovecha el funeral de la reina Isabel para volver a la vida pública


La Casa Real confirma "la intención" de Don Juan Carlos y Doña Sofía "de atender la invitación cursada por el Foreign Office" para asistir el lunes al funeral de Isabel II
El Ministerio de Exteriores reitera que Felipe VI representará a España como jefe de Estado
Don Juan Carlos mantiene una batalla judicial abierta en Reino Unido por un presunto delito de acoso contra la empresaria Corinna Larsen
Un escenario solemne, la benedictina abadía de Westminster, para un reencuentro que nadie hubiera imaginado hace solo cinco días: Felipe VI y Juan Carlos I, juntos en el funeral de Estado de Isabel II, el próximo lunes. La foto, si se produce, será la primera de padre e hijo desde que el 3 de agosto de 2020 anunció que establecía su residencia "de forma permanente y estable" en Abu Dabi.
La reaparición internacional del rey emérito se producirá con toda la pompa que dicta un acontecimiento institucional del máximo nivel y cobertura internacional, que lo situará de nuevo ante los focos tras dos años manteniendo un perfil bajo.
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El Gobierno manifiesta "respeto"
Tras horas de especulaciones, la propia Casa Real confirmaba "la intención" de Don Juan Carlos y Doña Sofía "de atender la invitación cursada por el Foreign Office" -dirigida a los reyes y a los eméritos- para asistir a la exequias de 'Lilibeth', emparentada con la familia real española a través de la reina Victoria y del duque de Edimburgo. En Westminster se congregarán representantes de las principales casas reales, así como jefes y exjefes de Estado.
Ante la coincidencia del emérito y don Felipe en las honras fúnebres, el ministerio de Asuntos Exteriores ha reiterado lo que el ministro José Manuel Albares ya avanzó: que "Felipe VI representaría a España como jefe de Estado y así será". La ministra Pilar Alegría ha manifestado "la posición de respeto frente a un anuncio que ha trasladado la Zarzuela".
Regreso a Europa
Don Juan Carlos regresará a Europa tres meses después de suspender por razones "estrictamente personales" una visita España prevista para junio. En mayo, su breve y muy mediática estancia en Sanxenxo para participar en las regatas de la Copa de España incomodó al Gobierno y alentó las protestas de la izquierda.
Su sobreexposición ante las cámaras y la respuesta del rey a los periodistas a la pregunta sobre sus asuntos fiscales ("¿Explicaciones, de qué?"), llevó a la socialista Carmen Calvo a hablar de "gran bochorno".
Visita a Zarzuela
Zarzuela enmarcó aquel viaje en el ámbito estrictamente privado. El 23 de mayo, horas antes de abordar el avión de regreso a Emiratos Árabes, don Juan Carlos pisó el palacio de la Zarzuela después de 689 días para mantener un encuentro familiar que se prolongó durante once horas, cuatro de ellas en audiencia privada con Felipe. No hubo imágenes de aquel encuentro.
Durante esa estancia en su antigua residencia compartió almuerzo con su hijo, doña Letizia, doña Sofía y las infantas Sofía y Elena.
Casa Real informaría posteriormente que, pese a la intención del Emérito de permanecer en Emiratos Árabes de forma estable, tenía el deseo de "organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado": "Tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible".
Batalla judicial
Juan Carlos I pisará suelo británico, donde mantiene una batalla judicial cruzada desde que en 2021 su expareja, la empresaria Corinna Larsen, le demandara ante la Corte británica por un presunto delito de acoso. Antes de entrar en materia sobre el contenido de la demanda, la defensa del rey emérito ante los tribunales del Reino Unido presentó una serie de alegaciones para tratar de invalidar la denuncia por defecto de forma.
El principal recurso del rey emérito se centraba en que la legislación británica dota de inmunidad diplomática en su suelo a los jefes de Estado para los delitos sobre los que goza de protección en su país de origen. Así, mientras los abogados de Juan Carlos I se esforzaban por demostrar que su defendido era todavía un jefe de Estado y por lo tanto tenía inmunidad frente a las denuncias de su expareja, los de Corinna Larsen mantenían todo lo contrario.
Finalmente y en primera instancia, el juez encargado de la causa dio la razón a los letrados de la empresaria de origen danés, pero un primer escrito ante una instancia superior ha permitido al rey emérito recurrir sobre tres de los cinco puntos de su argumentario. A modo de resumen, la justicia británica le otorga inmunidad sobre los años en los todavía ocupaba el puesto de rey, pero no para los hechos denunciados desde su abdicación en junio 2014.