Vox señala a Jiménez Losantos: el último e inesperado capítulo de la guerra de la ultraderecha contra la prensa


Vox y Podemos han acelerado esta semana su larga campaña contra los medios críticos a cuenta del debate del aborto
El último episodio ha sido el encontronazo entre Iván Espinosa de los Monteros y el periodista Federico Jiménez Losantos
Pablo Iglesias sugiere medidas contra las televisiones críticas después de una entrevista del líder de Vox en Castilla y León con Ana Rosa
Esta semana se ha declarado una guerra inesperada entre Vox y Federico Jiménez Losantos.
El lunes el periodista criticó abiertamente al líder de la formación, Santiago Abascal, al que acusó de trabajar poco, “la mitad que Ayuso”. “Porque alguien tenga un cargo ni es inteligente ni tiene talento ni acierta”, afirmó el comunicador.
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El martes Jiménez Losantos recibió a su estudio de esRadio a Rocío Monasterio, la portavoz de Vox en Madrid. El periodista fue tajante en relación con la postura de Vox sobre el aborto. “¿Pero por qué creéis algunos que sois los únicos que sabéis lo que es la vida, los únicos que defendéis la vida y que los demás tenemos que acatar sumisamente, con afecto, con simpatía, con devoción, la idea que vosotros tenéis de la vida?”, le espetó Jimenez Losantos.
El miércoles el periodista volvió a la carga. Definió al líder del Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, como un "mendrugo fanático". Le recriminó su propuesta antiabortista. Es "un lío morrocotudo por una bobada, porque es una bobada", clamó el periodista. "A mí si alguien me dijera que por el latido fetal y la ecografía en 4D subía la natalidad diría que me parece una cosa discutible pero eficaz, pero es que es mentira", afirmó.
El jueves hubo tregua.
El viernes Iván Espinosa de los Monteros respondió a Jimenez Losantos. Relacionó sus críticas a Vox con supuestos problemas de financiación de esRadio. “Hay muchos medios que tienen miedo a que su financiación esté en entredicho”, advirtió el diputado ultraderechista.
No tardó el comunicador en contestarle, muy enfadado: “O rectificas o vas a los tribunales. A mí no ha nacido marqués que me levante la voz. ¡Pero tú qué te has creído! No te lo vamos a tolerar, por arrogante y por chulo. Hemos dado más oportunidades a Vox que a ninguna empresa mediática de España”.
Podemos entra en escena
En sus críticas a la prensa, Vox ha encontrado esta semana un aliado inesperado en sus antípodas ideológicas. El exdirigente de Podemos Pablo Iglesias criticó el jueves al programa de Ana Rosa Quintana, en Telecinco, por entrevistar al propio García-Gallardo.
“El problema de la ultraderecha no es que haya gentuza como este Gallardo en la vicepresidencia de Castilla y León, es que los ultraderechistas peligrosos en España dirigen y presentan los programas de televisión más vistos", afirmó Iglesias.
Acto seguido, pidió seguir el ejemplo de Lula. El presidente brasileño destituyó a la cúpula de los medios de comunicación públicos al poco de llegar al cargo. “A ver si algunos aprenden a actuar con la misma contundencia frente al golpismo”, sugirió Iglesias.
Estos ataques a los medios no son nuevos. Tanto Vox como Podemos han sido los partidos más denunciados por las asociaciones de periodistas por ataques al colectivo. “Los señalamientos pretenden desacreditar a los profesionales de la información y forzar a que se autocensuren”, afirma Aurelio Martín, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas, en una entrevista con Juan Carlos Flores, compañero de Cuatro al día.
Señalamientos
El linchamiento se produce sobre todo en las redes sociales. En julio de 2021, Vox señaló al director de la revista El jueves por unas viñetas en contra sus dirigentes. Al lado de su nombre y apellidos, colocó su fotografía y el siguiente mensaje: “Es posible que muchos españoles le exijan responsabilidades cuando le vean salir de su despacho de la Diagonal de Barcelona”.
El partido ultraderechista lleva años prohibiendo la entrada a sus actos de medios que considera críticos, como Cuatro (precisamente un vídeo de Cuatro al Día encabeza a esta noticia).
Vox no tiene reparos en reconocer esa censura. “Si alguien pretende obligarnos a acreditar a medios de comunicación que desacreditan nuestro mensaje, dejarán de estar en ruedas de prensa en la sede de Vox y les mandaremos comunicados y vídeos. Si quieren lo publican o no”.
La libertad de expresión, en entredicho
“Eso es totalmente antidemocrático”, dice Aurelio Martín. “Y deja claro que la libertad de prensa es un derecho que todavía no podemos dar por conquistado como demuestran estas amenazas”.
Pero criticar al mensajero es una estrategia de defensa que utilizan todos los partidos. Incluso el presidente del Gobierno ha señalado en varias ocasiones a la prensa. “El poder del dinero tiene sus terminables. Usted como yo se desayuna leyendo la prensa madrileña y escuchando a la Conferencia Episcopal hablando a través de la radio”, afirmó Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados el pasado 13 de octubre.
Esto tiene un coste. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España denuncia que entre un 24 y un 35% de los profesionales sufren problemas graves de salud mental entre por ataques como estos y el acoso en las redes sociales.