La maternidad por gestación subrogada de Ana Obregón, a los 68 años, desata un debate político y social


El PP de Feijóo se desmarca del de Rajoy y se abre al debate, mientras que Cs mantiene su apuesta por regularlo
Podemos, IU, PSOE, ERC y Vox coinciden en rechazar la gestación subrogada porque cosifica a la mujer
Los contratos de gestación subrogada: "Garantizan los derechos de la gestante pero a veces hay mala praxis"
Durante años fue protagonista de debates de prensa rosa, pero ahora, Ana Obregón, ha reabierto el debate social y ha colocado la discusión en el Congreso de los Diputados. Lo ha hecho, además, en pleno año electoral. Su encargo de gestación subrogada ha forzado a los partidos a retratarse en un asunto que para la izquierda siempre ha sido y es una línea roja. En la derecha, de todo un poco, desde la oposición rotunda oposición de Vox, a un PP dispuesto a debatirlo y a un Cs que siempre lo ha defendido y que lo llevó en su programa electoral para las elecciones de 2019.
Obregón, 68 años, presentadora, actriz y productora aparecía este miércoles en la portada del Hola, saliendo con su bebé de un hospital de Miami. En nada, la prensa preguntaba a la ministra de Igualdad, que ha sido tajante. Irene Montero ha recordado que la ley del aborto recién aprobada prohíbe la gestación subrogada y la considera una forma de "violencia contra las mujeres" y de explotación hacia las más desfavorecidas: "Hay un sesgo de discriminación por pobreza claro", añadía.
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Igual de rotundo, el portavoz de IU, Enrique Santiago, que denuncia la "mercantilización de la mujer" y lo que define como "compraventa" de embarazos.
Ellos lo tienen claro, pero es evidente que estamos ante un debate con las suficientes aristas como para que su posición, por una vez, coincida con la de Vox. Por un lado está el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo; por otro, el "uso" de los cuerpos de mujeres con pocos recursos económicos y la mercantilización de los mismos; y además, entran en juego consideraciones religiosas por "saltarse" los designios de dios. Eso, al margen de la edad de Obregón, que a los 80 años será la madre de una niña de 12, otro punto más de una discusión, que llega en un momento en el que cada vez hay más tipos de familias.
En la época en la que un partido como el PP acude a una predicadora evangelista, todo pesa a la hora de tomar postura sobre un tema que en 13 años ha supuesto la inscripción de más de 3.000 niños nacidos a través de un vientre de alquiler fuera de España.
El debate interno del PSOE se superó en 2017
En esto, la izquierda más a la izquierda, coincide con el PSOE, aunque los socialistas suavizan el discurso: "Hay que ver cada caso concreto", decía la ministra de Igualdad Irene Montero al referirse al registro de los niños. Pero también ella ha señalado la "ilegalidad" de la gestación subrogada. Su mensaje ha sido apuntalado por el titular de Presidencia poco después. Félix Bolaños se ha negado a hablar del caso concreto de Ana Obregón, pero sí recordaba que en España "los vientres de alquiler están prohibidos, porque los cuerpos de las mujeres ni se compran ni se alquilan".
El PSOE tuvo su propio debate interno tras la llegada de Pedro Sánchez. En un lado, estaban los colectivos feministas del partido y en otro el sector LGTBI. En 2017, en el 39 Congreso Federal de los socialistas, eso quedó zanjado con una votación donde el No a la gestación subrogada ganó por goleada: 175 votos frente a 31. Entre las feministas que siempre fueron críticas con esta práctica, Carmen Calvo, que ha vuelto a colocar su mensaje.
La gestación no se puede subrogar, es un imposible.
— Carmen Calvo (@carmencalvo_) 29 de marzo de 2023
Se llama vientre de alquiler y es seguir considerando los cuerpos de las mujeres y sus hijos mercancías, especialmente los de las más pobres.
Total, que Ana Obregón ha conseguido lo que en los últimos tiempos no parece fácil, poner de acuerdo a toda la coalición del Gobierno y también a sus socios de ERC, cuyo portavoz ha publicado un tuit sin texto, comparando la imagen de la salida del hospital con un fotograma de la serie "El cuento de la criada", donde algunas mujeres son usadas como meras reproductoras de los hijos de la élite.
Por ojo, porque ahí no termina el mérito de la actriz, que ha alineado a Vox con la izquierda. Pese a que un incómodo Iván Espinosa de los Monteros señalaba en el Congreso que su partido no tiene una posición fijada, poco después desde la formación recordaban que están claramente en contra y que en 2020 pidieron que se prohibiera y sancionara cualquier acto o contrato de intermediación de este tipo.
"Se está comercializando el cuerpo de la mujer y cosificando y considerando también como objeto de comercio a los niños. Se está explotando a la mujer para gestar hijos para otros a cambio de precio o hipotéticamente de forma altruista", defendía entonces el partido verde. Ahora no añaden nada, y se limitan a recordar cuál es su posición.
El único cambio, el del PP
En cuanto al PP, tras años de división entre sus facciones, ha dado un paso, y se abre a debatirlo. Y es que Feijóo estaba entre los que defendían esta práctica en 2017, en plena era Rajoy. "Estamos al borde de planteamientos éticos, pero la ética se va ajustando y los principios éticos del siglo XVIII no son los del XXI. A una persona que quiere tener un hijo se le debe respetar" decía el líder popular cuando era presidente de la Xunta de Galicia.
El caso Obregón le ha servido para abordar el asunto desde el corazón del PP, en la calle Génova, y plantear la posibilidad de hablarlo, siempre que "no haya contraprestación económica de por medio". Esa es su línea roja, porque consideran que "mercantilizarlo sería execrable".
"La sociedad avanza", dicen fuentes de la dirección de Génova, que añaden que "no puede haber ningún pago directo o indirecto" en el modelo sobre el que están dispuestos a hablar.
Sea como fuere, ponen el foco en los niños nacidos en el extranjero mediante maternidad subrogada y recuerdan que en 2018, Mariano Rajoy dio una orden a los consulados para que se les reconociera la nacionalidad española. "Hay que regularizarlo para que no haya una doble situación insisten esas mismas fuentes".
Cs, el partido de la gestación subrogada
El partido que siempre la ha defendido, aunque prefiere no hablar de "vientres de alquiler" es el Cs. Edmundo Bal matizaba que ellos defienden la gestación subrogada como un gesto altruista y que en ningún caso haya un pago de servicios.
De hecho, en noviembre de 2020, su partido se quedó solo en la defensa de su regularización. La izquierda, Vox y también el PP votaron no a su iniciativa que no hubiera permitido un caso como el de Ana Obregón, ya que entre los límites que proponían estaba el de la edad de los padres y madres, que debía estar entre los 25 y los 45 años.
Más allá de la edad, la regulación que proponían exigía otros requisitos, como la nacionalidad española o la residencia legal en España y acreditar la capacidad, aptitud y motivación adecuadas para ejercer esa responsabilidad parental
Hasta ahora estaban solos, pero el PP parece acercarse a las tesis de Cs, al que la defensa de esta práctica no le ha dado suficiente rédito electoral.
Cómo están las cosas en España
La gestación subrogada también tiene en el mismo lado del debate a Irene Montero y al Tribunal Supremo, otro imposible de los últimos tiempos.
Hace un año, el Alto Tribunal dictó su primera sentencia de casación sobre este asunto y consideró que "vulnera los derechos de las madres gestantes y de los niños" y que estos contratos aquí son "nulos".
El contrato se había hecho en México y para el tribunal generaba un daño al menor y una explotación de la mujer "inaceptables", al ser tratados como "meros objetos" y no como "personas dotadas de la dignidad propia de su condición de seres humanos".
Eso sí, daba una solución a las familias afectadas por la vía de la "adopción" del menor, por parte de los padres o madres que no han aportado su carga genética.
En cuanto al registro de los niños nacidos en otros países, se pueden inscribir, pero para eso los padres deben aportar una resolución judicial del país donde se ha llevado a cabo. En esa resolución se debe establecer que el niño es considerado su hijo. La otra opción es que, si uno de los progenitores es donante de esperma u óvulo, reclame la paternidad o maternidad y que la gestante renuncie a la patria potestad.
Según fuentes diplomáticas, 162 niños y niñas fueron inscritos a través de los consulados españoles en el extranjero en 2022. Desde 2010, han sido más de 3.000