La posibilidad de una amnistía tensiona internamente a PP y PSOE en el camino hacia una investidura aún en el aire

Sánchez tranquiliza a su partido y promete un "proyecto conciliador" que garantice la estabilidad y esté dentro de los límites de la Constitución
Feijóo y Aznar escenifican la foto de la distensión después de que el expresidente llamara a protestar contra la amnistía en la calle
Ortuzar y Puigdemont se reúnen en Waterloo para "intercambiar posiciones" de cara a la investidura
A diez días de la investidura de Feijóo, la posibilidad de una amnistía a los procesados del 1-O tensiona a los dos grandes partidos. El PSOE exhibe una fractura interna entre la vieja guardia y la actual dirección y el PP se enreda con su posible respuesta preventiva a una hipotética ley de amnistía de la que Sánchez todavía no ha dicho ni palabra.
La prioridad absoluta del líder socialista es intentar sacar adelante su investidura y con ese objetivo está trabajando el PSOE y Moncloa que han activado el modo discreción. Las conversaciones con el resto de fuerzas políticas siguen adelante, aunque no ha trascendido ningún detalle. Tampoco sobre la compleja negociación con Junts después de que Carles Puigdemont -clave para hacer a Sánchez presidente- exigiese una ley de amnistía exprés. Los socialistas se escudan en el silencio para que el diálogo no descarrile.
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Sánchez, que ha estado una semana fuera de juego con covid, reapareció en la escena pública este viernes en un acto en la sede de la CEOE. Ante la cúpula empresarial española -un auditorio muy simbólico- dejó claro que en sus planes no está la repetición electoral y que quiere ir a por todas. Se dedicará en "cuerpo y alma", dijo, para conseguir una investidura "auténtica" sin perder el tiempo en "gestos vacíos". Pero ante todo, quiso lanzar un mensaje tranquilizador a su partido: prometió un "proyecto conciliador" si es presidente del Gobierno que estará dentro de los límites de la Constitución.
Sánchez tranquiliza al PSOE ante el ruido interno
El tiempo es oro y Feijóo se lo está haciendo perder a toda España.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 15 de septiembre de 2023
Seremos respetuosos con los plazos de la democracia, pero no tenemos tiempo que perder.
Me dedicaré a dialogar con las demás fuerzas políticas y con la sociedad civil para avanzar hacia un proyecto de progreso. pic.twitter.com/HcQApg3dED
"Un proyecto de progreso y convivencia que garantice la estabilidad del país y que sea plenamente coherente con la letra y el espíritu de nuestra Constitución", proclamó para calmar el ruido interno en el PSOE donde la vieja guardia se ha rebelado pública y abiertamente contra la posibilidad de conceder a los independentistas una amnistía.
Desde el expresidente Felipe González hasta Alfonso Guerra pasando por otros exministros históricos como Joaquín Almunia, Ramón Jaúregui o Virgilio Zapatero o expresidentes autonómicos como Juan Carlos Rodríguez Ibarra o José Rodríguez de la Borbolla creen que la amnistía no cabe en la Constitución y exigen a Sánchez que no ceda al "chantaje". El PSOE de la Transición en pie de guerra enfrentado al actual donde también hay voces críticas como la del presidente castellanomanchego Emiliano García-Page. Una rebelión que ha acabado hasta con la expulsión del que fuera líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, por "reiterado menosprecio" a las siglas del partido.
Aguantar el chaparrón hasta que Feijóo fracase en su investidura
Esa imagen de división incomoda a la dirección socialista pero no va a variar la hoja de ruta trazada por Sánchez, experto en soportar la presión asfixiante de dentro y de fuera. El núcleo del presidente cree que el partido está detrás del secretario general en su intención de revalidar un Gobierno de coalición progresista. La estrategia es aguantar el chaparrón hasta que Feijóo fracase en su investidura y a partir de ahí empezar a despejar el camino.
Sánchez defendió que va a dialogar con todas las fuerzas políticas y con la sociedad civil para "tejer alianzas" y poner en marcha ese proyecto en positivo frente a un Feijóo al que acusa de someter al país a la "parálisis", el "bloqueo" y a una "descomunal pérdida de tiempo" porque sabe que no será capaz de construir una mayoría parlamentaria. Denunció que el gallego tiene una actitud "nociva" para la sociedad española y que está "más empeñado en impedir otra investidura que en lograr la suya propia".
El PSOE contraataca: mociones para avalar el diálogo
El PSOE ha querido además lanzar un contraataque presentando mociones en todos los ayuntamientos e instituciones de España para avalar el diálogo en Cataluña. "Se insta al nuevo Gobierno de España a continuar haciendo del diálogo, dentro del marco constitucional, la herramienta para mejorar la convivencia entre catalanes y de estos con el resto de España", dice el texto concreto que han elaborado los socialistas.
Moncloa machaca con el argumento de que es "el tiempo de Feijóo" y del respeto a los procedimientos de la democracia para no dar ninguna pista sobre cómo se articularía una hipotética amnistía. Es más, estos últimos días ningún cargo ha pronunciado ni siquiera la palabra. Han puesto el foco en la irrupción de Aznar para volver a cuestionar el liderazgo de Feijóo presentándole como un político débil al que le marca el paso el ala dura del PP.
Feijóo se enreda con la calle: la protesta contra la amnistía se queda en un mitin
En Génova se afanan en sellar cualquier resquicio de polémica tras una semana marcada por la reclamación de José María Aznar de "plantar cara" a Sánchez y la amnistía en las calles. Eso ha tensionado al Partido Popular en un momento clave. A diez días de la investidura imposible de Alberto Núñez Feijóo pero en la que se juega buena parte de su crédito político.
Feijóo respondió a las demandas del expresidente con un "gran acto" preventivo abierto a la ciudadanía en Madrid dejando la imagen no deseada de que actuaba arrastrado por Aznar y socavando así su liderazgo. A partir de ahí el PP se enredó en una convocatoria que corría el riesgo en derivar en una nueva foto de Colón con Santiago Abascal amagando con plantarse en el cónclave popular.
🔵 Estamos frente a los que quieren amnistía para los responsables de un desafío separatista sin precedentes.
— Partido Popular (@ppopular) 15 de septiembre de 2023
🔵 Defendemos la igualdad de todos los españoles y de todos los territorios.
🔵 En la defensa un proyecto de convivencia y unidad, nos vemos el domingo 24S en Madrid. pic.twitter.com/1UOB1wfY1J
El domingo Feijóo dijo en La Razón que "prefería las discusiones en los Parlamentos antes que en la calle". El lunes anunció una ofensiva institucional contra la amnistía. El martes Aznar llama a la movilización en la calle y Ayuso y Álvarez de Toledo se apuntaban de cabeza. El miércoles el PP se descuelga con un “gran acto” abierto a la ciudadanía. Después Feijóo aclara que se trata de un “mitin” en la Plaza de España. El jueves precisan que es un “acto de partido” para arropar la investidura de su jefe y cierran la puerta a que se presente Vox. El viernes Feijóo invita a Aznar y Rajoy -pero no a Pablo Casado- para que le acompañen al “acto del PP en defensa de la igualdad de los españoles” el domingo 24. Un acto que ahora será en la Avenida de Felipe II y no en la plaza de España.
Todo un lío que ha provocado malestar entre los barones territoriales más moderados consultados por NIUS y que ha desviado el foco de la lo que es la única prioridad en este momento: la investidura de Feijóo. Saben que no tienen opciones pero al menos quieren “ganar la batalla de la opinión pública”.
Feijóo y Aznar se hacen la foto de la distensión
Todos los esfuerzos de Génova se dirigen ahora a superar el enredo montado con las reclamaciones de Aznar y vender sintonía y unidad sin fisuras. Ayer el expresidente se refirió a Feijóo como “la esperanza de España” y el gallego respondió a los agasajos exigiendo la dimisión de la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que esta semana acusó a Aznar de “golpismo” y comprometiéndose a "dar voz a los españoles".
No nos van a silenciar con sus presiones y ataques. Vamos a dar voz todos esos españoles a los que quiere callar (Alberto Núñez Feijóo)
"No nos van a silenciar con sus presiones y ataques. Vamos a dar voz todos esos españoles a los que quiere callar. Vamos a defender la igualdad y la prevalencia de los valores constitucionales", aseguraba ante Aznar.
Es la foto de la distensión para tapar cualquier asomo de fisura interna o cualquier cuestionamiento del liderazgo político de Feijóo en un partido que tiene a gala actuar de forma monolítica.
En eso están y la expulsión del veterano socialista Nicolás Redondo Terreros les brinda una baza que no piensan desaprovechar. "Sánchez intenta silenciar a los que le votaron pero que se rebelan contra lo que está sucediendo", clamaba ayer Feijóo en FAES en su enésimo llamamiento a los votantes socialistas que no quieren la amnistía.