Y 54 días después, Pablo Iglesias se pone la mascarilla para entrar en el Congreso

Desde el decreto de estado de alarma, el vicepresidente segundo del Gobierno ha sido objeto de críticas por no cubrirse preventivamente la boca
Y a los 54 días, Pablo Iglesias se puso la mascarilla. El secretario general de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno ha entrado en el Congreso de los Diputados tapándose la boca, aunque para el pleno donde se debate la cuarta prórroga del estado de alarma por la pandemia del SARS-CoV-2 -decretado hace casi dos meses- se ha quitado la protección.
Y así ha conversado, sin guardar la distancia social recomendada, con el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos-En Comú-Galicia en Común en el Congreso, Jaume Asens.
Aunque el uso de mascarillas únicamente es obligatorio, y solo desde el pasado lunes, para utilizar los transportes públicos, Iglesias ha recibido críticas por no llevarlas preventivamente, toda vez que su pareja, la ministra Irene Montero, ha dado positivo.


Llegó incluso a reconvenirle su compañero de Gabinete Fernando Grande-Marlaska. El pasado 27 de abril, el ministro del Interior le recomendó el uso de mascarilla en lugares donde no se pueda mantener el distanciamiento social.
Grande-Marlaska realizó esta reflexión al ser preguntado en rueda de prensa sobre un vídeo difundido en redes sociales en el que se apreciaba a Pablo Iglesias comprando en un supermercado sin llevar mascarilla.
El ministro del Interior se considera un "firme partidario" de la disciplina social y de la labor pedagógica para extremar la higiene y la protección contra el coronavirus.