Los barones del PP, en pie de guerra contra Sánchez y su Conferencia de Presidentes

Pedro Sánchez presidirá la XXIV Conferencia de Presidentes este viernes en Salamanca
Los barones del PP, aupados por Ayuso, se quejan de que el Gobierno incumple el reglamento
El presidente de la Generalitat Pere Aragonès no asistirá al encuentro y el lehendakari Íñigo Urkullu lo ha dejado en el aire
Viernes, 30 de julio, convento de San Esteban, Salamanca. XXIV Conferencia de Presidentes. Será la gran cita política antes de las vacaciones de verano. La ha convocado Pedro Sánchez para verse las caras con los presidentes autonómicos pero no va a ser un camino de rosas para el jefe del Ejecutivo que se va a encontrar con un ambiente hostil. El PP ha calentado la reunión con quejas de todos los barones populares capitaneados por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso que ya ha amenazado con un plantón para el futuro. Reprochan a Sánchez que se salta las normas al no haberla convocado con veinte días de antelación y plantear la reunión sin contenidos específicos ni un orden del día acordado de antemano.
El cónclave puede tener dos ausencias muy significativas. No estará el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, ha dejado su asistencia en el aire. Son los máximos dirigentes autonómicos de los dos socios preferentes del Gobierno esta legislatura, ERC y el PNV. Los dos partidos dudan de la utilidad de la Conferencia y apuestan por los foros bilaterales.
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"Es una escenificación que no resuelve el día a día de los catalanes", dicen los republicanos catalanes que se reunirán con el Gobierno en la mesa bilateral tan solo tres días después de la Conferencia, el 2 de agosto. El lehendakari no ha querido aclarar de forma oficial todavía si estará en Salamanca. Él también ha criticado a Sánchez por haber hecho la convocatoria de manera unilateral. Urkullu ha sido uno de los dirigentes autonómicos que más veces ha reclamado un nuevo marco de seguridad jurídica para poder tomar medidas en la lucha contra el coronavirus.
Sucesión de monólogos sin debate
Las Conferencias, denuncian algunos presidentes, se han convertido en una sucesión de monólogos sin que se produzcan debates de fondo sobre los temas a tratar. El encuentro pone en cuestión la tan famosa cogobernanza de la que hace gala el Gobierno de Sánchez desde que comenzó la pandemia. El proceso de vacunación, el reparto de los fondos europeos y el reto demográfico son algunos de los temas que el Ejecutivo pone encima de la mesa para la cita del viernes.
Isabel Díaz Ayuso, en su línea de confrontación permanente con Pedro Sánchez, ha sido la presidenta del PP que ha ido más lejos. "Mientras estas conferencias no se programen y no se traten de acuerdo al reglamento no vamos a seguir asistiendo", proclamó la madrileña.
Ese reglamento interno sobre el funcionamiento de la Conferencia aprobado en 2009 y modificado en 2017 dice que "se reunirá una vez al año previa convocatoria del presidente del Gobierno, que deberá comunicarlo a los miembros con una antelación mínima de veinte días naturales". Ese mismo punto señala que la convocatoria determinará el "orden del día, la fecha y el lugar de la reunión". También contempla un Comité preparatorio de los asuntos del orden del día y de la documentación necesaria.
Tras Ayuso, todos los demás. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha defendido que para que la Conferencia se convierta en "un instrumento válido para la cooperación institucional" debería estar reglada, reunirse de forma periódica y no depender de la "voluntad" del jefe del Ejecutivo.
Esto no es una Conferencia de Presidentes, esto es una reunión del presidente del Gobierno que llama a los presidentes autonómicos (A.Núñez Feijóo)
Alberto Núñez Feijóo considera que lo que se celebrará el viernes en Salamanca "no es una Conferencia de Presidentes" sino "otro formato informal" en el que los mandatarios autonómicos tienen "cinco minutos" para intervenir. El presidente de Galicia también cree que el cónclave no se ajusta al reglamento que exige "sesiones preparatorias, pactar un orden del día y circular documentación adecuada". "Esto no es una Conferencia de Presidentes, esto es una reunión del presidente del Gobierno que llama a los presidentes autonómicos", ha remarcado.
El presidente de Murcia, Fernando López Miras, sostiene que las Conferencias serían "mucho más útiles" si, en lugar de reducirlas a una "foto bonita" y a una reunión de dos o tres horas en las que cada uno da su opinión, se pudiera hacer un encuentro "con fondo, no solo con formas". En la Cadena SER, el murciano ha asegurado que el orden del día que les ha hecho llegar el Gobierno es "ridículo" porque contiene dos puntos. En el primero dice que se abordará la situación epidemiológica actual y, en el segundo, el plan del reto demográfico.
Los barones socialistas también se han pronunciado sobre el encuentro. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, espera que la Conferencia se aleje de la habitual "jauría política" y no se convierta en un debate parlamentario. "Espero que no sirva para suplantar liderazgos de partidos políticos y que no se convierta en minutos de gloria para cada presidente, sino que sirva para sacar provecho lo más que se pueda", ha apuntado.
El extremeño Guillermo Fenández Vara ya vaticina que la cita se convertirá en "uno de los grandes espectáculos de este país", donde los mandatarios regionales acudirán a Salamanca no solo con la variante "ideológica" sino con la "territorial".
El melón de la financiación autonómica
Varios presidentes quieren aprovechar la Conferencia para abrir el melón de la reforma del modelo de financiación autonómica. Y aquí no hay color político que valga. En este caso las autonomías se dividen en dos bloques: las que quieren que el elemento que se tenga en cuenta para repartir el dinero sea el coste de la prestación de los servicios por habitante y las que reivindican básicamente el criterio de la población.
En ese sentido, Andalucía y la Comunidad Valenciana, con presidentes del PP y del PSOE, quieren hacer un frente común junto a otros territorios para acudir con una propuesta conjunta al Ministerio de Hacienda. Son comunidades que se consideran mal financiadas y reclaman un nuevo reparto. Otras regiones como Aragón y Castilla y León sostienen que se valoren sus problemas de despoblación y las dificultades que entrañan a la hora de prestar servicios.
Así está el ambiente con el que se sentarán a la mesa Sánchez y el resto de presidentes. Moncloa presume de que durante la pandemia ha habido 17 reuniones telemáticas.