Macarena Olona, la lengua afilada que Vox manda a Andalucía

Macarena Olona (Alicante, 1979) levanta pasiones. Unos la adoran, otros no. Ella lo sabe y lo alimenta. La diputada de Vox, cabeza de lista por Granada, posee un látigo por lengua, y no ha dejado de utilizarlo cuando la ocasión se le ha presentado. Incluso llegó a ser expulsada de una sesión del Congreso.

Ha llamado "Pedro, el sepulturero", al presidente Sánchez; "Fashionaria" y "Lady Paro", a la vicepresidenta Yolanda Díaz;, "Coletas y rata" a Iglesias y "mamporrero" a Marlaska. Ahora, la "mujer fuerte" de Vox sembrará de 'piropos' la campaña andaluza.

Esta abogada del Estado, premio extraordinario de licenciatura, nunca se planteó dedicarse a la política hasta que Santiago Abascal la llamó. Aseguran que vio su perfil en Linkedin y la fichó. Fue llegar a Vox y conseguir el escaño como número uno por Granada.

A partir de ahí, lo suyo ha sido una carrera meteórica en Vox, directamente proporcional a su dialéctica. Lo suyo son los titulares, pero de su vida privada se sabe poco.

Macarena Olona creció sin padre. Su padre, que falleció hace poco, estuvo durante años fugado de la justicia en Andorra. Supuestamente habría ayudado a los Pujol con sus negocios. Su nombre, Pablo Olona, aparecía en 3 empresas de Panamá y en 21 en España.

Fue extraditado en 2016, mientras su hija se convertía en azote de independentistas desde su puesto de abogada del Estado en el País Vasco. Desde los 13 años no mantuvo mucha relación con él. Nunca lo mencionaba, pero sí quiso despedirse de él en las redes cuando falleció.

Su madre, Antonia (Toñi, para la familia), crió sola a sus dos hijas, Macarena y Lucía. La hermana pequeña vive en Londres dedicada a la gestión de eventos.

Olona es hermética con su vida familiar. Es madre del pequeño Diego, de apenas dos años. Sobre el padre del niño, absoluta discreción. Es un agente de la Guardia Civil del que apenas se sabe nada.

Propietaria de un Porsche Panamera, posee un dúplex en propiedad en Alicante y acumula más de 200.000 euros entre rentas y propiedades, según su declaración del Congreso.

"Nosotros funcionamos como una empresa privada", confiesa un dirigente de Vox, y así puede ser, ya que a Macarena Olona la ficharon Abascal y Espinosa de los Monteros a través de la red Linkedin, o al menos esa es la leyenda.

Lo cierto es que Olona llevaba ya años marcando estilo. Curtida en el País Vasco, muy combativa contra ETA, terminó siendo la jefa de los abogados del Estado, hasta que el PP la destituyó en 2017 y la envió a Mercasa, una empresa pública de distribución alimentaria.

Un año despúes, su declaración sirvió para implicar al cargos del PP en mordidas millonarias en dicha empresa. En 2019 da el salto a la política nacional.

Ella sostiene que no ha venido para quedarse, mientras se deja ver por Sevilla. En su día aseguró que sería candidata en Andalucía "si estaba de la mano de Dios". Eso no se sabe, pero por lo menos de la mano de Vox, si que ha estado.