Ayuso hace una lista a su medida en la que Almeida no tendrá peso político en el PP de Madrid

Isabel Díaz Ayuso lo ha conseguido. Hoy será coronada lideresa del PP de Madrid porque "se lo merece" -eso lo dijo ayer a la izquierda cuando le sacaron el tema en otra sesión bronca en la Asamblea-. Por eso y porque por el camino se ha quedado Pablo Casado, el que fuera su jefe y amigo hasta que una guerra fratricida le laminó políticamente. Casado ahora está en su casa lamiéndose las heridas sin terminar de entender lo que le ha pasado y Ayuso acumula todo el poder en Madrid.

Para la baronesa Ayuso esa batalla cruenta no fue más que "un proceso de selección interna", y eso que no dudó en pedir al nuevo líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, la cabeza de quienes la quisieron "destruir".

Con las manos libres para elegir sus equipos y la estructura de la organización madrileña, Ayuso ha liquidado todo rastro del 'casadismo'. Tanto es así que en el vídeo promocional del Congreso del PP de Madrid que arranca hoy, no hay ni rastro de Pablo Casado. Sí aparecen Feijóo, Rajoy, Aznar, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes o Gallardón, pero ni un fotograma dedicado al que fuera presidente del PP los últimos tres años. Nadie espera que aparezca este fin de semana por el cónclave madrileño y eso que está afiliado en Madrid.

"Casadistas hemos sido todos", afirma Ayuso cuando se le pregunta, pero también admite abiertamente que "no olvida". Tendrá muy en cuenta "quién puso en tela de juicio a los que pusieron en tela de juicio su honorabilidad y la de su Gobierno" para purgarlos del partido.

'Casadista' y portavoz del PP de Pablo Casado era el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Díaz Ayuso quiere seguir haciendo tándem electoral con Almeida de cara a los comicios del año que viene, y se ha comprometido con él a integrar en su nuevo equipo a la gente del alcalde. Pero hasta ahí.

Almeida no tendrá un cargo orgánico en el PP de Ayuso. Se sentará por derecho en el Comité de dirección y en la Ejecutiva regional porque es miembro nato como alcalde de Madrid pero nada más. Desde el entorno de Díaz Ayuso explican que en los últimos 20 años ningún regidor de la capital, ni Álvarez del Manzano, ni Gallardón, ni Ana Botella, han tenido un papel de peso en el partido. "No tiene sentido", insisten.

Aseguran que Almeida "no ha pedido nada" y recuerdan que ya ha tenido bastante tras salir escaldado como portavoz del PP nacional. Un cargo al que renunció tras dar la espalda a Casado. La clave está en si Almeida tendrá libertad para confeccionar la lista electoral a la alcaldía el año que viene.

Los leales a Pablo Casado también han sido purgados. Ángel Carromero, excoordinador de la alcaldía de Madrid, responsable del comité electoral del PP de Madrid, "chiquilicuatre" para Esperanza Aguirre y señalado por el presunto espionaje a Ayuso, está desaparecido.

La hasta ahora secretaria general, Ana Camins, y que era la apuesta de Casado para dirigir el PP de Madrid y neutralizar a Ayuso, no apareció ayer por la Asamblea de Madrid por "problemas personales". Hoy intervendrá para presentar el informe de gestión y después adiós muy buenas.

Lo misma suerte correrá la presidenta de Nuevas Generaciones en la región, Ana Pérez Baos, enfrentada con la lideresa madrileña. "Hay una serie de personas a la que no nos quiere. Ella no va a hacer un proyecto de integración. Sólo va a contar con su gente de confianza", cuenta a NIUS uno de esos leales a Casado que ya está de salida.

Desde el lado de la presidenta aseguran que "la voluntad es que salga una dirección renovada pero con la que todos se identifiquen". La mano derecha de Ayuso será Alfonso Serrano, hombre de su máxima confianza, responsable de su campaña electoral y hombre del partido de toda la vida. Está por decidir si Serrano dejará de ser el portavoz del PP de la Asamblea en la que ha jugado el papel de escudero de la presidenta para centrarse en el partido de cara a un año decisivo.

"Una estructura pequeña en la que estén los mejores. los ganadores", defiende la presidenta Ayuso. El objetivo poner el partido a punto para hacerse con los grandes municipios del área metropolitana de Madrid y hasta ahora feudo de los socialistas en las elecciones municipales del próximo año.