Sánchez apuesta por el diálogo en Cataluña porque con la ley "por sí sola no basta"

"No se va a romper España, no se va a romper la Constitución", primera palabras de Sánchez en la tribuna
El candidato propone retomar "la senda de la política, dejando atrás la judicialización del conflicto" en Cataluña
Aplausos de Gabriel Rufián cuando Sánchez ha anunciado la mesa de diálogo entre Gobiernos
Pedro Sánchez se ha subido a la tribuna del Congreso con el convencimiento de que a la tercera va la vencida. Tras dos investiduras fallidas, ocho meses en funciones y una compleja negociación con ERC, el candidato a la presidencia ha esbozado en un largo discurso su programa de Gobierno.
Todos pendientes de sus palabras sobre Cataluña y Sánchez ha querido empezar fuerte y sin rodeos. Sus primeras palabras han sido toda una declaración de intenciones: "No se va a romper España, no se va a romper la Constitución. Aquí lo que se va a romper es el bloqueo". Mensaje para la derecha recibido con aplausos por la bancada socialista puesta en pie. El candidato ha querido, nada más subirse a la tribuna, tranquilizar a los que temen que haya hecho cesiones en su acuerdo con los independentistas.
En esa misma línea, ha querido enfatizar que el PSOE es "un partido español, formado por compatriotas". Ha habido, en esos minutos iniciales, críticas a la derecha por bloquear el único Gobierno posible en España.
Aplausos de Rufián cuando Sánchez anuncia la "mesa de diálogo bilateral" entre los Gobiernos
Pedro Sánchez ha situado la cohesión territorial y el diálogo como uno de los ejes fundamentales del Gobierno de coalición. Desde la tribuna, el candidato ha anunciado la creación de esa "mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno de España y el Gobierno de Cataluña". Ha sido la primera y única vez que Sánchez se ha referido al asunto central de su acuerdo con ERC para poder ser investido. Ha habido aplausos de Gabriel Rufián, el portavoz de Esquerra. "Vamos a debatir dentro del marco constitucional para poner fin al conflicto", ha dicho el líder socialista. Ese "marco constitucional" que ha citado Sánchez no aparece como tal en el pacto firmado entre el PSOE y ERC.
"Conflicto político", han sido las dos palabras que más ha repetido el candidato cada vez que ha hablado de Cataluña. Para solucionarlo ha propuesto "retomar la senda de la política, dejando atrás la judicialización del conflicto". Esa es una de las grandes reivindicaciones del independentismo. Según Sánchez, hay que dejar atrás "la deriva judicial que tanto dolor y fractura ha causado en buena parte de la ciudadanía catalana y española". La política como la única vía posible: diálogo, negociación y pacto, eso sí, "amparado por nuestra Constitución", ha insistido el candidato.
Sánchez apuesta por el diálogo en Cataluña porque con la ley "por sí sola tampoco basta"
En ese punto, Pedro Sánchez, ha querido dejar claro que "la ley por sí sola tampoco basta. La ley es la condición, el diálogo es el camino". Diálogo, en el frontispicio de su discurso presidencial, para comenzar a resolver un conflicto con "paciencia y constancia, templanza y responsabilidad, generosidad y empatía". El candidato socialista ha querido reconocer en su intervención que "existe en un sector amplio de la sociedad catalana un sentimiento de agravio respecto de las instituciones centrales. Un sector amplio que no se siente reconocido". Desde su escaño Gabriel Rufián escuchaba atentamente todos esos guiños a los independentistas catalanes.
Las 13 abstenciones de los diputados de Esquerra estaban atadas para que el martes Sánchez fuese elegido presidente en segunda votación pero la decisión de la Junta Electoral Central de inhabilitar a Quim Torra ha sacudido las horas previas al debate. Aún así, los socialistas confían en que la posición de los republicanos catalanes se mantenga.
El Gobierno de coalición con Podemos
Cataluña ha sido protagonista en el discurso del líder del PSOE que ha defendido el Gobierno de coalición con Podemos. Ejecutivo progresista que "gobernará para todos", ha asegurado, que tendrá una actitud "dialogante" y un método "ejecutivo". Han sido 157 páginas donde el candidato ha marcado la hoja de ruta del futuro Gobierno con Podemos y las principales medidas ya conocidas.
Entre otras, la derogación de la reforma laboral, hay "consenso sobre las cuestiones que tienen que ser derogadas", ha señalado Sánchez, la subida de impuestos a las rentas más altas, el blindaje de las pensiones, el aumento del salario mínimo, el pacto educativo o las medidas contra la violencia de género.
Los nuevos tiempos
No ha habido ninguna novedad. Las señas de identidad del nuevo Ejecutivo serán, según Sánchez, "la justicia social, la defensa de los servicios públicos, la libertad y la cohesión territorial a través del diálogo".
Pablo Iglesias ha aplaudido en varias ocasiones el discurso de Sánchez. Son los nuevos tiempos. Si el próximo martes la investidura sale adelante, el líder de Podemos, en el próximo pleno, estará sentado en el banco azul.
Ahora mismo, y si nadie cambia de posición, las cuentas suman 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones. La votación es ajustadísima pero le sirve a Sánchez para convertirse en presidente.