Enrique López, el 'soluciona problemas' judiciales del PP: del 'Faisán' a la Gürtel pasando por Bárcenas


Ahora admite que intermedió entre un empresario amigo de Bárcenas y el abogado del PP
Desde su puesto de magistrado en la Audiencia Nacional intentó juzgar la Gürtel y después los papeles de Bárcenas pero fue recusado
Íntimo de Federico Trillo, López actuó como ariete judicial del PP contra el matrimonio homosexual, el Estatut de Cataluña o el caso ‘Faisán’
30 años de carrera judicial a su espalda, Enrique López es un juez metido a político con un currículum estrechamente ligado al Partido Popular los últimos 20 años. Una especie de 'señor Lobo' resuelve problemas que salta de 'Pulp Fiction' a una versión más castiza. Íntimo de Federico Trillo, el hombre que guarda bajo llave todos los secretos de Génova, desde el caso ‘Naseiro’ a la Gürtel, su nombre se cruza con las siglas del Partido Popular cuando en 2001 el Gobierno de Aznar le propone como vocal del Consejo General del Poder Judicial. A partir de ahí, se convertiría en el brazo judicial del PP.
Cinco años después compartía mesa redonda sobre el modelo de Estado con su amigo Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría. Corre el año 2006, López ejerce de portavoz del Gobierno de los jueces y desde esa poderosa atalaya se convierte en el azote judicial de Zapatero contra el que da todas las batallas. Se opone al matrimonio homosexual, a la reforma del aborto y al Estatut de Cataluña. Un año después de esa foto con las estrellas ascendentes del universo popular, la Fiscalía Anticorrupción iniciaría la investigación de lo que se conocerá como la trama Gürtel, un auténtico terremoto para el Partido Popular, cuyas diversas réplicas han removido los cimientos de Génova,13, llevado por delante a Mariano Rajoy, y ahora amenazan el liderazgo de Pablo Casado.
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Una estrecha y provechosa colaboración entre el magistrado y los populares. Enrique López se convierte en un habitual de los cursos de FAES, el think tank de José María Aznar, y en 2008 Rajoy le propone como magistrado del Tribunal Constitucional, aunque muchos compañeros de carrera ponen en cuestión sus méritos. Esta vez no puede ser. Se queda fuera porque no cuenta con los preceptivos 15 años de ejercicio como magistrado que se exigen para ingresar en el Constitucional. Ironías del destino, el otro candidato descartado por la misma razón es Juan Carlos Campo, propuesto por el PSOE. ¿Les suena? Campo ahora ministro de Sánchez, negocia con López, ahora responsable de Justicia del PP, la renovación del CGPJ bloqueado desde hace dos años.
El PP tendría que esperar cinco años más en su empeño para colocar a su magistrado de cabecera en el Constitucional y controlar así el alto tribunal. Es 2013 y la Gürtel ya le ha estallado en toda la cara a Mariano Rajoy y al Partido Popular. Enrique López sólo estará un año en el cargo. Tuvo que dimitir después de que la policía le pillara conduciendo su moto ebrio y sin casco.
Entre medias, la vinculación del magistrado con el Partido Popular se va haciendo cada vez más estrecha y menos disimulada. Si Génova ordena una cacería política contra Alfredo Pérez Rubalcaba por el caso Faisán y el ‘chivatazo’ a ETA, López como magistrado de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se convierte en la pieza clave con la que apretar las clavijas judiciales al entonces ministro de Interior. Si Zapatero inicia el “proceso de paz” para acabar con ETA, López asegura que los jueces no van a ponerse “al servicio” de la negociación con los terroristas desde toda tribuna y tertulia periodística que se le pone a tiro.
Tras su paso fugaz por el Constitucional, a López le tocaba juzgar la Gürtel y los 'papeles de Bárcenas', pero fue recusado por su estrecha relación con el PP
Tras su paso fugaz por el Constitucional, un polémico juicio rápido y una multa leve, Enrique López vuelve a su plaza en la Audiencia Nacional, y casualidad, le toca juzgar la Gürtel que golpea sin piedad al Partido Popular. En Génova se frotan las manos. Vuelve el 'señor Lobo' que soluciona los problemas que cercan al Partido Popular. No llega a hacerlo porque aunque se resiste con uñas y dientes, finalmente es apartado primero del juicio de la primera época de Gürtel y después de los ‘papeles de Bárcenas’ por su proximidad evidente con el Partido Popular.
Ahora los papeles de Bárcenas vuelven al juez en su nueva vida de político del Partido Popular como un bumeran envenenado. Mientras Pablo Casado, a las puertas de las elecciones catalanas, se desgañita asegurando que ni él ni nadie de su partido “trata con delincuentes”, va y resulta que sí.
Enrique López, miembro de la dirección del Partido Popular, consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid y hombre de la máxima confianza de Casado, que lo mismo negocia la renovación del Poder Judicial que hace de guardia pretoriana de Isabel Díaz Ayuso, reconoce que intermedió entre el entorno del extesorero Luis Bárcenas y el abogado del PP. Lo hizo en 2017 como magistrado en ejercicio de la Audiencia Nacional para poner en contacto a un empresario amigo de Bárcenas y el abogado del PP en la causa. López facilitó hasta 12 reuniones con el intermediario del extesorero entre 2017 y 2019 cuando Casado ya era el flamante presidente del partido. El penúltimo servicio a Génova de un hombre con fama ganada a pulso de apaga fuegos, sólo que esta vez el bombero fiel tenía la cerilla que ha avivado un incendio que amenaza con achicharrar a Pablo Casado.