El escaño de Alberto Rodríguez sigue vacío 50 días después: un voto menos para el Gobierno en todos los plenos

La vacante de Rodríguez no ha sido cubierta desde el 22 de octubre, cuando Batet le retiró el acta de diputado
La coalición de Gobierno PSOE-Podemos ha tenido un voto menos durante cuatro plenos, incluido el de Presupuestos
Podemos Canarias gestiona sus tiempos y defendido dejar el escaño vacío como gesto de protesta
El Congreso tiene un diputado menos desde el 22 de octubre. El escaño de Alberto Rodríguez sigue vacío en un mes y medio después de que la presidenta Meritxell Batet le retirara el acta tras ser condenado por agredir a un policía en una manifestación en 2015. 50 días en los que Unidas Podemos, y por extensión el Gobierno, ha contado con un voto menos en votaciones tan importantes como los Presupuestos Generales del Estado, la reforma de las pensiones o varios decretos económicos.
La situación es inédita. Lo normal en todos los grupos parlamentarios es que las bajas se cubran de inmediato. Pero en el caso de Alberto Rodríguez sus compañeras en la lista de Tenerife no han querido formalizar la recogida del acta de momento. Es una forma de protesta para visualizar que ni están de acuerdo con la sentencia que le condenó a 45 días de prisión e inhabilitación para sufragio pasivo, ni con la decisión de Batet de retirarle el acta.
La dirección nacional de Podemos evita entrar en el asunto, el grupo parlamentario dice que oficialmente "no hay nada nuevo" y quien está gestionando sus tiempos es el partido en Canarias que desde el primer momento dejó claro que era partidario de no ocupar el sillón como un gesto "simbólico y reivindicativo" para mostrar su rechazo ante lo que considera una sentencia "injusta" y una condena sin pruebas.
Podemos Canarias no mueve ficha
El caso es que en este tiempo ha habido cuatro semanas de pleno con infinidad de votaciones y los socios del Gobierno han sumado 154 votos en vez de 155. No ha habido ninguna votación comprometida hasta el punto de que ese voto fuese fundamental, pero con una aritmética tan ajustada como la de esta legislatura en la que cada voto se suda, todos los diputados son necesarios. Si el Ejecutivo no hubiese conseguido el apoyo de ERC a los Presupuestos, un voto podría haber sido clave.
Por eso Podemos no fue partidario de dejar el escaño vacío aunque tampoco hasta ahora ha presionado a la formación en las islas para que mueva ficha. Nadie se atreve a aventurar una fecha exacta en la que la vacante sea cubierta. El Reglamento del Congreso no establece plazos para que los sustitutos tomen posesión.
Desde Canarias aseguran que "el escaño se ocupará" y que los 64.000 votantes de Unidas Podemos en la circunscripción de Santa Cruz de Tenerife estarán representados tarde o temprano en la sede de la soberanía nacional. Sus dirigentes dejaron muy claro desde el principio que fue la justicia la que dejó a los canarios sin ese escaño. "La única forma de sentirme representara sería ver el escaño vacío", sostuvo Laura Fuentes, la coordinadora de Podemos en las islas.
"Dejaría el escaño vacío para recordar in situ la ignominia. Porque ocuparlo sería blanquear el desatino, la tropelía, la artimaña", escribió el portavoz del grupo parlamentario Manuel Marrero.
La número dos de la lista por Tenerife renunció a recoger el acta y lo formalizó ante la Junta Electoral Central, la número tres no se ha pronunciado
De momento, la número dos de la lista, Fátima González, exconcejal del Ayuntamiento de La Laguna, anunció en sus redes sociales que no recogería el acta y en noviembre lo formalizó ante la Junta Electoral Central. Esa renuncia hay que hacerla ante la institución electoral vía notarial. La JEC expidió la credencial a la número tres de la candidatura, Patricia Mesa, que todavía no ha comunicado su decisión final. Muchos creen que también renunciará y la pelota podría pasar a la número cuatro, María del Cristo González del Castillo.
Es además una forma de mostrar el enfado contra la decisión de la socialista Meritxell Batet que en un primer momento se acogió al informe de los letrados del Congreso que consideraban que Rodríguez podía seguir ejerciendo sus funciones de parlamentario porque la condena del Supremo había sido sustituida por una multa que fue abonada de inmediato. Tras un requerimiento a la Cámara Baja del magistrado del Supremo Manuel Marchena y un embrollo jurídico considerable, Batet comunicó al diputado de Podemos que perdía su acta.
La irritación de Podemos fue en ascenso y la escalada llegó a su máxima tensión cuando los morados anunciaron una querella por prevaricación contra la presidenta del Congreso. Las aguas volvieron a su cauce en horas y varios dirigentes, desde Yolanda Díaz a Alberto Garzón pasando por En Comú Podem aclararon que se trataba de una acción "a título personal" de Rodríguez.
Rodríguez, fuera de Podemos
El exdiputado, que en La Sexta dejó caer que su partido pudo hacer más por él de lo que hizo, ha abandonado Podemos. Está preparando sus recursos alejado de la política activa. Mantiene que le "robaron" el escaño, que el PSOE se plegó a las presiones del poder judicial y que su caso buscaba "criminalizar la protesta".
Seis días después de dejar el Congreso pidió su reincorporación como obrero industrial en una refinería de petróleo donde trabajaba antes de dar el salto a la política. "Vuelvo a mi curro, a ganarme el pan", dijo aquel día.
Desde allí ve como el sillón que ocupó no tiene dueño. "Ese siempre será el escaño de Alberto Rodríguez", defienden los que fueron sus compañeros de partido en Canarias. Entretanto, las votaciones continúan semana tras semana y algunos creen que las cosas no están para correr ningún riesgo.