Franco ya no está en el Valle de los Caídos

A las 13 horas y 40 minutos los restos de Franco han abandonado el Valle en un helicóptero camino de El Pardo
Sus restos ya están enterrados en el panteón familiar de los Franco del cementerio público de Mingorrubio
La familia ha decidido mantener el féretro original en el que fue enterrado Franco en 1975 a pesar de que presentaba daños
Jueves, 24 de octubre de 2019. España ha cerrado un ciclo de su historia. A las 13 horas y 40 minutos los restos Franco han salido del Valle de los Caídos, en un helicóptero del Ejército del aire, rumbo al cementerio de Mingorrubio. Allí, en el panteón familiar, estará a partir de ahora su sepultura. El Valle ya no es el mausoleo del dictador.
La exhumación se ha producido en un ambiente sobrio y discreto en el interior de la basílica pero también cargado de simbolismo. Nada que ver con la pompa y el boato de hace 43 años y 11 meses, cuando fue enterrado en un acto de exaltación de la dictadura franquista.
Comienza la exhumación
El momento exacto de la exhumación ha sido en la más estricta intimidad. No hay ninguna imagen de ese preciso e histórico instante. Una carpa azul con techo ha protegido la tumba de Franco. Los trabajos han comenzado dos minutos antes de las 11 de la mañana. 40 minutos después, se culminaba la primera fase: la lápida había sido retirada "sin incidencias". Una losa de mármol de 1.500 kg. cubría la tumba.
A las 11 y 40 minutos la lápida de mármol ha sido retirada "sin incidencias"
A partir de ahí, han comenzado las tareas para extraer el ataúd de la fosa. La familia ha decidido mantener, a pesar de que presentaba daños, el féretro original en el que fue enterrado el dictador en 1975. Los operarios han tenido que asegurar ese ataúd antes de sacarlo. La tumba estaba recubierta de hormigón y plomo. Una decisión que se tomó en su día para proteger el féretro de las corrientes de agua que hay en la zona.
Los testigos directos
Solo un puñado de personas han sido testigos directos de la exhumación. Dos nietos de Franco, Cristóbal y Merry Martínez-Bordiú, un forense, dos cargos de la presidencia del Gobierno, los operarios y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que ha ejercido como Notaria Mayor del Reino para dar fe de todo el proceso.
Todos han tenido que colocarse un traje especial, mascarillas y guantes. Además han tenido que pasar por un escáner para controlar que no llevaban teléfonos móviles o dispositivos para grabar o hacer fotos de la exhumación.
La extracción del féretro
A las 12 y media se ha extraído el féretro. En la basílica, el prior del Valle, Santiago Cantera, ha oficiado un breve responso. Allí ya estaban presentes los 22 familiares de Franco que han acudido a la ceremonia. Sus nietos, sus respectivos cónyuges y sus bisnietos. Todos de negro y con la bandera española en la solapa.
El nieto del dictador, Francis Franco, pretendía colocar una bandera preconstitucional sobre el féretro de su abuelo. Con la enseña doblada bajo el brazo salió a primera hora de su casa acusando al Gobierno de querer "controlar la foto" y con ella llegó a Cuelgamuros. No se le ha permitido entrar a la basílica con la bandera. Los agentes de la autoridad la colocaron en uno de los coches que trasladaba a la familia. El Ejecutivo ha recordado que dentro de la basílica no se puede exhibir ninguna bandera. Fuera, tampoco hay permiso para colocar símbolos que exalten la dictadura.
La familia saca el ataúd de Franco de la basílica
La comitiva fúnebre ha recorrido la galería de 260 metros que separan la tumba del exterior. A las 12 y 53 minutos se ha abierto la puerta y se ha podido ver por primera vez el féretro de Franco cubierto por un estandarte con la Cruz Laureada de San Fernando, como enseña familiar, y sobre él, una corona de laurel con lazos con los colores de la bandera de España. El ataúd ha sido portado a hombros de sus nietos y bisnietos. Ellos lo han introducido en el coche fúnebre.
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, y los dos miembros del ministerio de la presidencia se han quedado en la puerta de la basílica, en un discreto segundo plano mientras el prior bendecía el féretro y abrazaba a la familia Franco.
La distancia entre el Gobierno y la familia
Durante todo el proceso, el Gobierno y la familia han mantenido las distancias. Solo el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, ha conversado con el abogado de los Franco, Luis Felipe Utrera Molina, para comentar aspectos concretos del desarrollo de la operación. La familia había solicitado previamente que no quería ningún saludo protocolario con miembros del Ejecutivo.
El cortejo ha emprendido la marcha hasta el helicóptero Super Puma del 402 escuadrón del Ejército del Aire, situado en la explanada del Valle. Operarios de la funeraria han tenido alguna dificultad a la hora de introducir el féretro en la aeronave. Mientras, Francis Franco, tomaba notas de todo en una libreta.
Una vez asegurado el ataúd, el nieto se ha subido al helicóptero junto a Utrera Molina. Ellos, por una puerta. La ministra, Bolaños y el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, entraron por otra.
El viaje del Valle a Mingorrubio
A las 13 horas y 40 minutos el helicóptero ha emprendido el vuelo y ha comenzado su ruta para salir del Valle. 34 kilómetros por el aire hasta El Pardo. 16 minutos ha tardado en llegar. Ha aterrizado en un antiguo campo de tiro de la Guardia Real cercano al cementerio de Mingorrubio.
Las maniobras para asegurar y desanclar el ataúd han sido las más complicadas y lentas. En El Pardo, el féretro ha sido introducido en otro coche fúnebre que ha encabezado la comitiva que le ha trasladado al interior del cementerio. A partir de ahí, la ceremonia ha sido privada.
Los restos de Franco han sido reinhumados en el panteón familiar, propiedad de Patrimonio Nacional. Allí también está enterrada su esposa, Carmen Polo. Hasta ese momento, la ministra de Justicia ha sido testigo de la operación.
La mayor parte del coste de todo el proceso, 63.061 euros, ha sido para acondicionar ese panteón y el cementerio público donde ya están los restos de Franco.
El complejo y largo camino
Ha sido el final de un largo camino donde el Gobierno ha tenido que batallar jurídicamente con la familia Franco que ha ejercido una oposición frontal y correosa hasta el final. También el prior de la basílica, Santiago Cantera, custodiada por monjes benedictinos, se ha opuesto de forma tajante a la exhumación.
La medida la anunció Pedro Sánchez el 18 de junio, pocos días después de convertirse en presidente tras ganar la moción de censura. Fue su primer gran compromiso. Cumplir la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
33 mil cadáveres siguen en el Valle
Casi 44 años después Franco ha salido del Valle, del monumento que él mismo mandó construir para ensalzar su victoria en la guerra civil. Participaron 20 mil trabajadores, entre obreros y presos políticos y tardó en construirse 20 años.
Franco ya no está, pero allí siguen más de 33 mil cadáveres. Franquistas y republicanos, muchos sin identificar. Algunos restos se trasladaron desde varios puntos de España sin comunicarlo a sus familias, a otros los sacaron de fosas comunes.