Un hotel sirve de refugio a turistas y manifestantes en los disturbios de Barcelona

El Hotel Condes de Barcelona se encuentra muy cerca de la Delegación de Gobierno de la ciudad condal
Desde el inicio de los disturbios, el director del establecimiento, Raimon Senpau auxilió a cientos de personas
Noche de batalla campal en el centro de Barcelona. En las calles, manifestantes y policías se enfrentan durante horas. A medio camino entre las cargas policiales y las estampidas se halla el Hotel Condes de Barcelona. Su director decide intervenir: abre las puertas a todo el que quiera guarecerse dentro de su establecimiento.
"Acogimos a muchos turistas a los que los disturbios les pillaron por sorpresa y también a decenas de jóvenes que formaban parte de las protestas. No le cerramos la puerta a nadie", nos cuenta Raimon Senpau, director del hotel. Ahora no quiere que se le vea ni como héroe ni como villano, sino como un simple ciudadano que intentó auxiliar a quien lo necesitaba.
Acogimos a muchos turistas a los que los disturbios les pillaron por sorpresa y también a decenas de jóvenes que formaban parte de las protestas. No le cerramos la puerta a nadie
"Los servicios de emergencia tuvieron que atender al menos a cuatro personas dentro de nuestro hotel", añade. "Había mucha gente con crisis de ansiedad y también con rasguños por todo el cuerpo, fruto de las carreras huyendo de la policía", asegura Raimon Senpau.
En el vídeo, compartido en las redes sociales, se le escucha calmar a la gente. Les dice: "Estáis en casa, tranquilos, si hace falta me pongo en la puerta". Desde las 20.30 de la noche y hasta las 22.00 esta escena se repite sin descanso. "Abrimos y cerramos la entrada al hotel unas 20 veces. Intentamos ayudar a la gente, tranquilizándola, permitiéndoles cargar el móvil para que hablaran con sus familiares, para que salieran cuando la cosa estuviera más tranquila", explica.
El Hotel Condes de Barcelona está situado muy cerca de la Delegación del Gobierno de la ciudad, concretamente en el Paseo de Gracia. Según aclara su director, hasta las 23.30 la situación no empezó a calmarse, e incluso después, los empleados del establecimiento no pudieron volver a casa utilizando sus vehículos debido a los cortes de tráfico y a la situación en la que había quedado la calle.