Casado se volcará en Castilla y León ante el peligro de que haya una baja participación el 13F

El Partido Popular clausuraba ayer su Congreso regional en Castilla y León, convertido en pista de salida de las elecciones del 13F. En la estrategia trazada por Génova, esta es la primera parada para catapultar a su líder Pablo Casado hasta La Moncloa. Venden por anticipado victorias en Castilla y León, Andalucía, y después las autonómicas y municipales de 2023, hasta el premio final. Casado se va a volcar en estas elecciones para apuntarse el triunfo, pero el recibimiento en León ha sido un tanto gélido a su llegada al Palacio de Congresos donde se clausuraba el cónclave popular. Será cosa de la temperatura ambiental a bajo cero. “Nosotros somos así. Aquí la gente es recia pero luego, generalmente, responde”, justificaban después.

La preocupación es que el partido no esté suficientemente “enchufado” ante una convocatoria electoral que por primera vez en 40 años no se celebra conjuntamente con las municipales. Esa es la diferencia sustancial. “La gente ahora no pelea por su ayuntamiento en estas elecciones. Nuestra obligación es involucrar a la gente en la campaña. Tenemos que trabajarnos la movilización, pero no lo tenemos peor que el PSOE, Podemos o Vox”, cuenta a NIUS un dirigente castellano leonés muy próximo al candidato, Alfonso Fernández Mañueco.

La misión que se han marcado a fuego en Génova es movilizar a su electorado, ante la el riesgo de una baja participación sobre todo en las zonas rurales que votan mayoritariamente al PP. De hecho la Castilla y León más vaciada se queda sin 300 mesas electorales porque no hay elecciones municipales. Eso que obligará a muchos vecinos a desplazarse fuera de su pueblo para poder votar. “La baja participación en el medio rural nos penaliza a nosotros, pero la gente del campo es gente mayor, y es más fiel a la hora de votar que la gente joven. Van a misa y después con su sobre a votar “. Eso es al menos en lo que confían.

Pablo Casado y el partido se van a volcar en las cuatro próximas semanas en Castilla y León “con actos constantes” que cubran todo el territorio de la comunidad autónoma más extensa de España. El líder de los populares estará en la apertura de la campaña en La Bañeza, en León, y en el cierre, con un gran acto en Valladolid, donde todos los presidentes autonómicos volverán arropar a Mañueco.

Además, Casado tendrá mítines los dos fines de semana de campaña, y protagonizará numerosos actos sectoriales. Castilla y León es su tierra y él presume de ADN. "Yo soy de aquí. Yo soy de esta tierra. León dio un mal presidente del Gobierno de España (en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero). León dará un buen presidente para España que desciende de un leonés de Matadeón de los Oteros”, les decía ayer a los suyos en la clausura del Congreso regional del partido que ha reelegido a Alfonso Fernández Mañueco como su presidente, con el 98% de los apoyos y sin oposición interna.

No sólo Casado se va a remangar en estas elecciones. Barones autonómicos con tirón en Castilla y León como Alberto Núñez Feijóo o Juanma Moreno participarán en sendos mítines con Mañueco. Pero en una campaña electoral diseñada copiando el modelo de Madrid, es la presencia de Isabel Díaz Ayuso la que más reclaman las provincias por su tirón mediático y electoral, reconocen dirigentes involucrados en el diseño de la campaña.

Ayuso, otra que presume de ser “de toda la vida” de la localidad abulense de Sotillo de la Adrada, protagonizará su propio acto con Alfonso Fernández Mañueco. El candidato no tiene reparo en reconocer que es “un halago” cuando le dicen que se está “ayusizando”, y como Ayuso, centra sus mensajes electorales en atacar a Sánchez. “Tenemos un presidente que nos lo pone muy difícil. Con privilegios para unos, y palos para otros. Quiere utilizar esta tierra para su juego de tronos y no se lo vamos a permitir. Le vamos a parar los pies”, clamaba ayer en el cónclave popular.

Por ahí pasa la estrategia del PP en estas elecciones. Atacar a Sánchez “focalizando su debilidad” en una campaña en clave nacional, pero hablando de Castilla y León con “propuestas en positivo”.

“Ha quedado claro que Sánchez no va a cesar a Garzón, pero tengo mis dudas de que los de Garzón no terminen cesando a Pedro Sánchez. Es un presidente débil. Es copresidente del Gobierno de España”, aseguraba ayer Casado en León aprovechando la polémica de la carne, y que piensan exprimir al máximo. Eso, e intentar contener el ascenso de Vox, jugando la baza de la gestión y de la fuerte implantación del partido en todo el territorio.

 “Va a salir muy bien”, aseguran confiados en unas encuestas internas y externas que les colocan muy cerca de la mayoría absoluta.