Sánchez y Johnson chocan los codos en la cumbre de la OTAN, pendientes de un acuerdo en materia turística

Recién llegado a Bruselas, uno de los primeros encuentros del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido con su homólogo briánico Boris Jhonson. El saludo entre ambos ha sido un choque de codos, una imagen que contrasta con la frialdad con la que la canciller alemana, Angela Merkel, mostró en su encuentro con el britránico.

El objetivo español es que el Reino Unido saque a España de la llamada lista ámbar y la pase a la de color verde, la de destinos a los que los ciudadanos británicos está autorizados a viajar sin trabas. La pretensión española es que el cambio afecte a todo territorio, aunque con interés especial en que el levantamiento de las restricciones afecte, al menos, a las islas (Baleares y Canarias), Levante y Andalucía.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, mostraba justo antes del encuentro entre los primeros ministros, la confianza del Gobierno español en un cambio de la actual situación: "España permite venir a los turistas de Reino Unido, es el gobierno británico el que tiene que sacarnos de ese semáforo ámbar, esperamos que en la siguiente revisión sea un mercado que se abra. Para ello hay que seguir bajando la incidencia, seguir vacunando porque lo que queremos es prescriptores de destino seguro. Y confiamos en la territorialización. Que si no levanta todo el país, al menos sí las islas, el Levante o Andalucía", ha dicho Maroto en TVE.

La foto de Sánchez y Jhonson no presupone nada. Es, en todo caso, un síntoma de cordialidad, que sumado al encuentro bilateral abre la vía a una aproximación entre ambos mandatarios, en un momento en el que hay un tema estratégico y candente como es el turismo que dividide a los dos países. El encuentro se produce en el entorno de la cumbre de la OTAN, antes de que Sanchez tenga otro contacto de alto valor diplomático, en este caso con Joe Biden, presidente de los Estados Unidos. Será la primera vez que hablen y se vean.