Montero pide “prudencia” en la negociación del SMI y enfada a los sindicatos

La ministra portavoz sugiere acometer la revisión teniendo en cuenta los efectos de la crissis y alerta de posibles conscuencias en el mercado de trabajo
"Zapatera a tus zapatos!", replica a su llamamiento un portavoz de UGT, tras fracasar la mesa de diálogo para negociar el acuerdo
Al Gobierno se le está atragantando la negociación del Salario Mínimo Interprofesional para el próximo ejercicio. Ni hay acuerdo, por ahora, en la mesa del diálogo social ni sintonía en Moncloa con respecto a cuál debe ser la decisión final. Congelación o subida ya mismo, es el debate cruzado entre varios ministerios, y en el que ha irrumpido la ministra portavoz, María Jesús Montero reclamando “prudencia”.
Montero, en su calidad de portavoz oficial, del Gobierno se ha esforzado en subrayar tras la rueda de prensa de este martes que “todo el mundo en consciente de que este gobierno tiene un compromiso firme con los trabajadores” y en recordar que en los años de gestión de Pedro Sánchez, el SMI “ha subido un 29%”. Y, con esos dos datos de referencia, ha pedido “prudencia en las decisiones económicas” argumentando que estamos en una situación grave de crisis provocada por la pandemia y que hay que estar atentos a los indicadores económicos que permitan “las mejores decisiones para estimular el crecimiento y que “no haya salida de personas del mercado laboral”.
Montero se alinea, de esta forma, con lo dicho por la vicepresidenta Nadia Calviño, que también habló en su día de prudencia. Mientras, la responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, de Podemos, ha defendido en todo momento que “la congelación no es una opción”, sean cual sean las circunstancias. Este mismo martes, su secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey ha dado por hecho que la congelación está descartada, dice que sería “una anomalía y un error”.
Cruce de comparecencias
Lo singular ha sido que la portavoz del Gobierno y el secretario de Estado de Trabajo han coincidido en el tiempo en sus respectivas comparecencias públicas. Mientras ella –Montero- ofrecía la rueda de prensa tras el consejo, él – Pérez Rey- acababa de levantarse de un intento de acordar el SMI con los agentes sociales. Sus pronunciamientos han evidenciado la brecha. Y aún más, han permitido a los sindicatos responder de inmediato al llamamiento de prudencia de la ministra portavoz.
“¡Zapatera a tus Zapatos!“, ha exclamado el portavoz de UGT en esa reunión, Gonzalo Pino, al conocer las palabras de Montero. “Sería bueno que el Gobierno se coordinara para que la negociación fluyera,”, ha añadido, remarcando las grietas que este asunto está abriendo en el ejecutivo.
“¿Qué significa prudencia? ¿De cuánto estamos hablando de prudencia? Lo necesario es no introducir más ruido”, ha añadido Carlos Gut¡érrez, que acudía a la reunión en representación de Comisiones Obreras, relacionando la prudencia con su coste en dinero. La patronal –que aboga por congelar el SMI- no ha dicho ni palabra tras esta cita que se ha cerrado sin acuerdo.
Lo seguirán intentando el próximo lunes. Tiempo añadido para que en Moncloa acaben de armar una postura uniforme. Si es posible.
A la ministra Montero le han preguntado si, pese a las discrepancias, el acuerdo de investidura entre PSOE y Podemos en los que al SMI se refiere sigue vigente. Y contestado: “Voy a ser rotunda: sí”. Otra cosa es que aprecie motivos para adecuar aquel compromiso a la nueva realidad. “Hay que adaptar acuerdos a la situación dominante para que no haya efectos negativos·”, ha dicho, sugiriendo que una subida del SMI no pactada puede acarrear consecuencias indeseadas, como la destrucción de empleo. “Siguen vigentes los compromisos pero hay que ser prudentes para atender, por ejemplo, al incremento del desempleo, y que podamos mantener como objetivo las cifras que teníamos antes”, ha argumentado.
El SMI muestra un Gobierno a dos velocidades. Con diferentes criterios sobre cuanto tiempo tomarse para pasar de los actuales 950 euros a los 1.200 en 2023, que es el objetivo marcado en el pacto de coalición. En concreto, el compromiso es llevar el SMI al 60% del salario medio a final de legislatura.
Los sindicatos piden subida ya. La patronal congelación de momento. En el ejecutivo coinciden esos llamamientos a la “prudencia” con la propuesta casi urgente de Yolanda Díaz de incrementar ya en enero al menos el 0’9%, lo mismo que se ha hecho con el sueldo de los empleados públicos y los pensionistas. “Nadie comprendería…”, dice la ministra de Trabajo. Recuerda que el único que congeló las pensiones fue Rajoy.