El PP no decidirá hasta el último minuto si Vox se sienta en la mesa del Congreso

Vox se niega a colaborar para que Ciudadanos tenga un puesto en la mesa del Congreso
El PP mantendrá hasta el final su oferta de repartir los 4 puestos de la derecha en la mesa entre ellos, Vox y C's
La presidenta del Congreso no garantiza que los diputados electos se ajusten a la fórmula constitucional de prometer o jurar el cargo
Que Vox entre en la mesa del Congreso está ya en manos exclusivamente del PP. A pocas horas de que se constituyan las Cortes se han reunido los populares con Vox y Ciudadanos y los de Abascal han rechazado la oferta de Pablo Casado. El líder del PP proponía que dos sillas, de las cuatro que se reparte la derecha, fueran para ellos, una para la extrema derecha y otra para la formación naranja, que sólo tiene 10 escaños. Pero todo ha saltado por los aires con la negativa de Vox. Fuentes de Ciudadanos confirman que Vox no está dispuesto a colaborar para que los naranjas obtengan un puesto en la Mesa.
El PP tendrá que elegir entre Ciudadanos o Abascal. Si opta por Ciudadanos participará indirectamente del cordón sanitario que desde el primer momento quería establecer el PSOE y Unidas Podemos en torno a la extrema derecha. Un titular que pone los pelos de punta a los populares porque ponen en bandeja el discurso victimista de Vox.
🚨 #ÚLTIMAHORA | VOX no acepta que Ciudadanos tenga un puesto en la Mesa del Congreso.
— VOX Noticias (@voxnoticias_es) December 2, 2019
👉🏻 Recuerda que les corresponden dos asientos y que, cuando tenían 24 diputados y los naranjas 57 no les cedieron ninguno.
No queremos cordones sanitarios encubiertos. https://t.co/8jgSMIJLd8
Así que los de Casado se agarran como a un clavo ardiendo a la propuesta planteada por su presidente. "Nuestro objetivo es que en la Mesa del Congreso estén representados tanto Vox como Ciudadanos, y lo vamos a intentar hasta el último momento", insisten fuentes populares.
La jugada ahora frustrada del PP consistía en ceder sus votos a Vox siempre que Ciudadanos estuviera en el pack. "Nuestra posición es que, aquellos partidos que puedan tener representación en la mesa del Congreso o del Senado, si depende de nuestros votos, tendrán nuestro apoyo", decía Casado a los suyos 24 horas antes de que se vote en urna y de forma anónima la composición de la mesa, el órgano de gobierno del Congreso.
Pero Vox no ha pasado por el aro. Quieren dos puestos y no uno: "Tenemos que tener lo que nos corresponde de acuerdo con nuestra proporción de diputados. Como mínimo dos", aseguraba su secretario general, Javier Ortega Smith. Recuerdan que en la legislatura pasada cuando tenían 24 diputados y los naranjas 57, Ciudadanos no les cedió ninguno.
¿Qué pasa entonces? Si el PP no le cede sus votos, lo más probable es que Vox no entrara en la mesa del Congreso. Les va bien a su discurso de "cuanto más arrinconados mejor". Los de Abascal advierten: "El PP sabrá si quiere ser amigo o enemigo", mientras ya hablan de "cordones sanitarios encubiertos".
Fuentes del PP replican a eso: "Para tener dos puestos en la mesa hay que sacar un mejor resultado en las elecciones. Con 52 escaños (los que tiene VOX) no consigue 2 puestos en la mesa. Consigue cero", dicen muy seguros desde las filas populares. "Si Vox nos rechaza es problema de ellos", insisten los populares. Van preparando el terreno para blindarse ante los ataques que recibirán seguro de los de Abascal si se quedan fuera por culpa de los populares.
El PP, como hizo con España Suma, será generoso y ofrecerá sus votos a los constitucionalistas para que tengan representación en la Mesa del Parlamento. No vamos a participar de cordones sanitarios, más que a los herederos de Batasuna y separatistas con los que negocia Sánchez. pic.twitter.com/sBtZl1KUqF
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) December 2, 2019
Puede pasar de todo. Esto no es sólo matemáticas, o de cuantas sillas se queda cada partido. Se trata de la famosa batalla por el relato y se está luchando a brazo partido porque en juego está quien se hace con el liderazgo moral de la derecha con Vox amenazando las posiciones del PP.
A vueltas con la fórmula de las promesas y las juras
Tras superar el espinoso asunto de la mesa del Congreso, los 350 diputados tendrán que jurar o prometer en voz alta su cargo. El Partido Popular no quiere que ese momento se convierta en un "circo" como sucedió en la legislatura pasada, con los presos independentistas sentados en sus escaños. Algunas de sus señorías, como los diputados de ERC y JxCat, prometieron o juraron el cargo por la "libertad de los presos políticos" desde el "compromiso republicano". Unidas Podemos prometió "por la democracia y los derechos sociales" o "por la República", mientras el líder de Vox juraba al grito de "por España".
Populares y socialistas fueron los únicos que se atuvieron a la fórmula constitucional del "sí, juro" o "sí, prometo", en medio de una gran bronca.
El PP exigió a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que esta vez los diputados del Congreso cumplan con la fórmula constitucional y que se lo recordara a todos ellos por carta. Batet ha respondido a los populares que no puede garantizar que se vuelva a repetir una situación como la de mayo. Aún así la presidente del Congreso considera que en la anterior legislatura se cumplió con la legalidad aunque las actas taquigráficas no recogen el acatamiento de varios diputados secesionistas.