Feijóo consigue su cuarta mayoría absoluta y Urkullu gobernará con los socialistas

Galicia: Feijóo obtiene su cuarta mayoría absoluta, el BNG se dispara al segundo puesto, los socialistas se mantienen y Podemos desaparece
Euskadi: Urkullu será lehendakari pero necesita al PSE, auge del nacionalismo con subida de Bildu y Vox entra en el Parlamento
La excepcionalidad de las elecciones en el País Vasco y Galicia, en plena pandemia, no ha alterado el mapa político sustancial en las dos comunidades. No ha habido sorpresas y el resultado que han dejado las urnas ha sido el esperado. Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo, que eran los favoritos, han ganado las elecciones, seguirán siendo presidentes y además, salen reforzados. Feijóo consigue su cuarta mayoría absoluta e iguala el récord de Manuel Fraga. Urkullu amplía su ventaja aunque de nuevo necesitará a los socialistas para ser lehendakari. PNV y PSE suman mayoría absoluta.
Las elecciones han sido el primer test a la sociedad española tras la pandemia del coronavirus. Un termómetro que ha dejado claro que en Euskadi y Galicia, los electores han avalado la gestión de la crisis sanitaria que han hecho los gobiernos autonómicos. Dos líderes con un perfil moderado que no solo han revalidado su victoria sino que han ampliado sus mayorías. Unos resultados que dejan también otros titulares: los partidos que representan a Podemos han fracasado (en Galicia han desaparecido y se han hundido en el País Vasco), el voto nacionalista sube y Vox ha entrado por primera vez en el Parlamento vasco.
Feijóo, imbatible en Galicia
Alberto Núñez Feijóo es el gran triunfador de la noche. Cuatro mayorías absolutas le convierten en un político imbatible en Galicia. Ha hecho una campaña electoral con un perfil muy institucional y personalista, ha tirado más de su nombre que de las siglas del PP, que prácticamente han estado escondidas. Tampoco ha habido una presencia importante de líderes nacionales en su campaña. Pablo Casado, el presidente del partido, solo ha ido a Galicia dos veces para arropar al candidato.
Feijóo se ha mostrado "abrumado" con la victoria: "No oculto que este apoyo tan excepcional me emociona más que el primero". El futuro presidente promete que gobernará "para todos": "Me voy a dedicar a Galicia con más ahínco, dedicación y ganas que en otras legislaturas".
Me voy a dedicar a Galicia con más ahínco, dedicación y ganas (A.N. Feijóo)
La otra ganadora de la noche gallega es Ana Pontón, la candidata del BNG. Será la nueva líder de la oposición. Los nacionalistas gallegos se sitúan como segunda fuerza. Sube de 6 escaños a 19, -13 de golpe-, y arrebata esa posición a los socialistas. La división en el bloque de izquierdas, con Marea Galeguista por un lado y Galicia en Común por otro, ha beneficiado a Pontón.
La cara opuesta es Podemos y los partidos que han representado la izquierda. Ni Marea Galeguista ni Galicia en Común, estarán representados en la Cámara gallega. Se quedan fuera, desaparecen. Todo un varapalo para Pablo Iglesias y especialmente para la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha estado muy presente en la campaña gallega.
Gonzalo Caballero, el secretario general del PSdeG, consigue 14 escaños, los mismos que tenía. Las esperanzas que tenían los socialistas de repetir el éxito de las elecciones generales, -donde superaron al PP en Galicia-, se han esfumado. Un resultado que sabe a fracaso porque el BNG le ha pasado de largo a los socialistas y ha consumado el 'sorpasso'. Caballero no ha conseguido rentabilizar la caída de Podemos. Ni Ciudadanos ni Vox han obtenido representación. Solo tres fuerzas estarán presentes en el Parlamento gallego.
Urkullu necesita al PSE para ser lehendakari
En Euskadi, Iñigo Urkullu revalida su mayoría. El PNV sube tres escaños y se sitúa en 31. Volverá a necesitar a los socialistas liderados por Idoia Mendia para ser lehendakari. El PSE obtiene un escaño más y se queda con 10. La suma de los dos otorga una cómoda mayoría absoluta situada en 38 escaños.
Urkullu, desde la sede de Sabin Etxea en Bilbao, ha asegurado ante los simpatizantes congregados, que se pondrá "manos a la obra" para superar la crisis, ofrecer "certezas" y dialogar con la "voluntad de llegar a acuerdos" para poner "de nuevo, a Esukadi en pie".
Urkullu promete ponerse a dialogar de inmediato para llegar a acuerdos y poner "a Euskadi en pie"
Los datos vascos reflejan un auge importante del nacionalismo. La segunda fuerza es EH Bildu que sube y obtiene 22 diputados. La suma de nacionalistas e independentistas vascos es de 54 escaños, la mayor representación de su historia.
La cifra de participación en el País Vasco es la más baja desde que se celebran elecciones: un 52,87%. Según los datos, esa abstención es básicamente de los partidos nacionales con un electorado que no se ha movilizado. La coalición entre el PP y Ciudadanos, encabezada por Carlos Iturgaiz, no ha funcionado. Fue la gran apuesta de Pablo Casado, pero la coalición se ha quedado lejos de los 9 escaños que tenían los populares en solitario. Ha conseguido tan solo 5 diputados. El partido de Inés Arrimadas, gracias a esa unión, entra en el Parlamento vasco.
También consigue un escaño Vox, por Álava, principal caladero de votos populares. Por primera vez, el partido de Santiago Abascal obtiene representación institucional en Euskadi con su cabeza de lista por esa provincia, Amaya Martínez. Abascal ya anuncia que Vox planteará "una oposición al autonomismo radical" con una "diputada libre" que no pactará con el nacionalismo.
El pacto PNV-PSE consolida la relación entre los nacionalistas vascos con el PSOE. El PNV es el partido que ha dado estabilidad a Pedro Sánchez desde el principio. Le hizo presidente, ha apoyado todas las prórrogas del estado de alarma, todos los decretos presentados por el Gobierno y será un aliado fundamental para lograr sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.
Es la foto final de una jornada electoral atípica. Por primera vez, los ciudadanos han acudido a votar con el miedo en el cuerpo porque el virus está al acecho, con municipios confinados y con unas medidas de seguridad extraordinarias. Han sido las primeras elecciones en pandemia.