Rufián, contra los pactos a dos bandas de Sánchez: "Ciudadanos es Vox en fase 1 y Arrimadas es Rosa Díez en fase 2"

ERC, que se abstendrá en la prórroga, reclama la mesa de diálogo en Cataluña argumentando que "nos jugamos la democracia"
El debate iba de votar o no la sexta prórroga del estado de alarma. Pero Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha utilizado su turno para alguna cosa más: para sacar pecho frente a JxCat en la causa independentista; y, especialmente, para alertar a Pedro Sánchez de que sus acuerdos con Ciudadanos no son compatibles con el apoyo que pretende de los republicanos.
ERC se va a abstener, pero insta al Gobierno a que aclare cuanto antes su política de alianzas. La pregunta es “¿qué quieren ser los señores del Gobierno?”, ha señalado Rufián arremetiendo contra Ciudadanos, gran protagonista de su discurso. “Ciudadanos es Vox en la fase 1 y Arrimadas es Rosa Díez en la fase 2”, ha dicho de ellos en tono sarcástico.
“¡Dime con quien pactas y te diré qué pactas”, se ha preguntado Rufián. Que ha retomado unas palabras en las que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, se declaró abierto a un acuerdo de presupuestos con los de Arrimadas para preguntarse: “¿Son buenas noticas los acuerdos con Ciudadanos? ¿Qué reformas? ¿El contrato único, las condecoraciones policiales, los vientres de alquiler, abrir bares y cerrar ambulatorios? ¿Éso van a pactar con ciudadanos?”. Las respuestas han quedado en el aire.
“Si no nos ayudan a apartar al PSOE de Ciudadanos las consecuencias las pagaremos todos y todas”, ha concluido Rufián, que ha puesto buena parte del acento de su intervención en alertar de los riesgos de los que, entiende, son pactos con la derecha. “Tienen el Gobierno, ¿pero tienen el poder? Yo creo que no. Las izquierdas no tenemos la vacuna contra el virus pero sí la vacuna contra el antifascismo”, ha dicho. “Ojalá la izquierda se tomara tan en serio sus sueños como la derecha sus privilegios”.
Los nervios y la mesa de diálogo
Rufián ha afirmado que no son ellos los “nerviosos” por coincidir con Ciudadanos en el voto, sino Ciudadanos al que le tiene que preocupar haber presumido de “cargarse la mesa de diálogo”, algo que según él no va a pasar. “Van a tener que dar explicaciones a los vampiros de la bandera”, les ha dicho.
Rufián ha apelado también a la mesa de diálogo para poner en valor el papel de su partido frente al de JxCat, socio de Gobierno en Cataluña y rival en unas elecciones ya inminentes. Los de Torra votan en contra de la prórroga y pasan por ser más duros frente a Sánchez, lo que les puede beneficiar entre el electorado independentista.
Por eso Rufián ha recordado: “La pervivencia del diálogo pasa por la continuidad de ERC. Fuera ERC de la ecuación, fuera la mesa y el diálogo”. Y, en tono más grave, ha llegado a decir “nos jugamos la democracia”. Una afirmación que ha sustentado en éstos argumentos: “En esa mesa no se juega solo el papel de ERC en la agenda política. La diferencia en que haya mesa o no es tener un tiempo de construcción o de destrucción. No se juega el papel de ERC, sino fomentar o atajar un odio que puede afectar a generaciones”, ha sido su aviso.
El portavoz de ERC se ha empleado a fondo en marcar perfil frente a JxCat y hacer frente a las críticas que le puedan llegar por colaboracionismo. ”Somos el principal grupo catalán de esta cámara”, ha presumido. “Somos socios no del PSOE ni de Unidas Podemos, si no de la política y la gente”, ha dicho para defender su abstención. “No me consta que Pujol fuera de izquierda, nosotros sí. No hemos investido presidente a Aznar, Convergencia sí”, ha añadido. En su intervención posterior, Laura Borràs, portavoz de JxCat, se ha declarado sorprendida al entenderlo "ofensivo e innecesario". Ella había calificado el acuerdo alcanzado por ERC con el Gobierno de "insuficiente", Rufián ha enumerado las contrapartidas y ha invitado a quien le parezca poco a pasarse "por la cola de un banco de alimentos".
El portavoz de ERC no se ha sustraído a incidir en la que ha venido a ser una seña distintiva de la sesión. Al igual que Pedro Sánchez había hecho en su discurso, también él se ha sumado a lanzar el grito “¡Viva el 8M y viva la lucha feminista!” desde la tribuna. “Ni un millón de personas del día del orgullo facha lo van a matar”, son las palabras con las que ha rematado su proclama.