La ruina del sector turístico en cifras: Mallorca pierde 400.000 euros en un solo contrato

El ayuntamiento de Sant Llorenç de Cardassar ha declinado licitar la concesión de la zona turística de Cala Millor
El Consistorio argumenta que la pandemia hará que el negocio deje de ser rentable esta temporada al precio que se había tasado.
“Prohibición temporal del baño, mucha menos afluencia turística, establecimiento de medidas de seguridad y de distancia social… El contexto socio-económico ha cambiado de forma sustancial”. Así explica el Ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar, en la isla de Mallorca, su decisión de no licitar este año el contrato para explotar los servicios turísticos de Cala Millor, una conocida zona turística de la isla balear. Con esta decisión, el organismo público deja de ingresar, de una sola vez, 400.000 euros, en un ejemplo claro de lo que la pandemia está suponiendo para el sector turístico español.
En este caso concreto, el concurso para decidir las empresas que se harían con las explotaciones de sombrillas y chiringuitos dependientes de concesión municipal arrancó el pasado 27 de febrero, cuando el consistorio local sacó a licitación el concurso de explotación de la playa para un plazo de dos años. Por cada uno de ellos, el Ayuntamiento pensaba sacar casi medio millón de euros. pero finalmente, no será así por culpa del coronavirus.
En dos notificaciones emitidas a las dos empresas vinculadas con las plicas, el consistorio comunica su intención de desistir del procedimiento de contratación, planteado para las temporadas de 2020 y 2021. Como primer argumento, los licitadores explican que el estado de alarma impidió que se cerrara con normalidad el período de ofertas. Pero hay más. Es evidente que los precios del contrato se cerraron con la previsión de afluencia durante un período normal en un lugar como Baleares. Pero eso, ahora ya no sirve: “Numerosas de las medidas del estado de alarma tienen una incidencia directa sobre la explotación en cuestión”.
El consistorio reconoce incluso que la “nueva normalidad” supondrá un nuevo desafío para el modelo de negocio que mantenía desde hace años para la zona turística, ya que “atendiendo al contexto económico actual, el ayuntamiento se está replanteando cómo se gestionará desde ahora la explotación de las instalaciones y servicios de temporada de Cala Millor para las próximas temporadas”. Por el momento y según el documento, desde la administración local apuestan por licitar un nuevo convenio cuando se conozca de una manera más aproximada la “nueva realidad socioeconómica”.
En total y desde que arrancó la pandemia, las patronales del sector han previsto unas posibles pérdidas de 1240.000 millones de euros con una caída de la actividad que puede rondar el 80% en uno de los principales motores financieros de la economía española. Según las estimaciones de Exceltur, Baleares será la región española más afectada económicamente por la pandemia con unas pérdidas estimadas de 13.500 millones de euros solo en las islas.