Vacaciones a medias: los políticos tiran de redes sociales para agitar el debate desde la playa

Los líderes intervienen en la actualidad vigilando el chiringuito desde el chiringuito, a golpe de tuit
Es lo que se dice un servicio non stop. Un 24 horas. Una guardia permanente. Antes los agostos, informativamente hablando, te los salvaban las serpientes de verano. ¡Gibraltar! O alguna catástrofe que acababa por poner nombre a la estación. El verano de… (rellénese con lo que proceda).
Ahora, sin embargo, el jardín de la actualidad política en estos días en los que no pasa nada (y, la verdad, tampoco se pretende que pase) se riega desde las redes sociales. La persiana que nunca se echa.
Políticos de guardia
Las agendas son un páramo. Páginas en blanco. Las instituciones hibernan. Los partidos intentan evitar que el encefalograma se les vuelva plano con políticos de guardia que son como el pebetero siempre encendido de este verano olímpico. Segundones, a muchos de los cuales hay que identificar en Google, que lo mismo opinan de una cosa que otra. Y mientras, los líderes se conceden ese descanso al que siempre se le pone la coletilla de ‘merecido’. Vigilando el chiringuito desde el chiringuito, a golpe de tuit.
Sin traje ni corbata. En bañador, o indumentaria casual, se les supone, les bastan los pulgares para animar el patio. Esto es, rebañar espacio en alguna que otra portada.
En los apenas media docena de días que llevamos de agosto todos, o casi, han dado prueba de ese pluriempleo veraniego, ¡un oxímoron!, subiéndose al carro de la actualidad sin bajarse de la toalla ni despistarse de la paella.
Casado, Belarra, Escrivá...
En esas ha estado Pablo Casado, liderando en Twitter la revuelta de su partido contra la supuesta pretensión del Gobierno de ceder el examen del MIR a Cataluña. Las redes sociales del líder popular son un ejemplo de que unacosanoquitalaotra. Un par de tuits le han permitido mantener viva la llama de la oposición (valga de nuevo la metáfora) en lo que se ha hecho parte del Camino de Santiago y recorrido parte de Castilla en su tourné veraniega, según las pistas que ha ido dejando en su otra cuenta, la de Instagram.
En la misma polémica, e igualmente desde la ausencia, se dejó ver la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas para sumarse a la bronca. El compromiso de nuevos traspasos entre Gobierno y la Generalitat le ha alterado el pulso vacacional a más de uno.
Santiago Abascal, líder de Vox, irrumpió también virtualmente para hablar de “blanqueamiento del golpismo”. Su caso es el de que los que van soltando migajas de actividad en la red para hacer ver que, ni si quiera en verano, cede del todo el mando de la nave.
En estos tiempos sin ruedas de prensa, ni comparecencias, ni debates, la tribuna es el móvil. Y está ahí, siempre al alcance de la mano para aquellos que opten por no sustituirlo por un libro y su correspondiente tumbona. Allá cada cual.
Más casos. A la ministra Ione Belarra, de Asuntos Sociales, le han bastado un par de mensajes cortos para levantar otras tantas ampollas. Una, con su recuerdo crítico al primer aniversario de la salida del rey emérito de España. Otra, con su censura al visto bueno del Gobierno a la OPA de un fondo australiano para hacerse con parte de Naturgy.
La suma de ambos comentarios ha tenido aún una tercera derivada: ¡la tensión en la coalición de Gobierno sigue viva!. Lo dicho, sin descanso.
Y un último ejemplo: la pelea que han tenido, en Twitter, el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá y el Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, que le reclama unos datos sobre beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital que, según el ministro, ya tiene. Por la furia con la que se han enzarzado y por aquello de la época, un duelo al sol.
La 'teleopinión'
Un enfrentamiento (más) en las redes, que en agosto vienen a ser como la fe de vida de un secuestrado. La foto con el periódico del día. Un ¡sigo aquí!, abierto por vacaciones.
Una histórica ola de calor azota el sureste de Europa, desatando cientos de incendios que destruyen todo a su paso. Es el cambio climático y solo actuando unidos y con ambición podremos frenarlo. Mi solidaridad con los países afectados. España seguirá brindando el apoyo necesario pic.twitter.com/o90DtlnDap
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 5 de agosto de 2021
Tampoco el presidente, Pedro Sánchez, se resiste a la tentación de trabajar en vacaciones. Él, en Canarias. Su pensamiento, en los incendios que asolan Europa. O quizás, el de su community manager. Que esto, a veces, tiene truco.
En todo caso, de su puño y letra o no (es un decir), el tuit revela que el tono no siempre es beligerante. En el año del teletrabajo, los políticos se teleoponen, sí. Pero también teleopinan, o se telemanifiestan o se telealegran…
¡Qué grande de nuevo el waterpolo español! 🙌🏼🤽🏻♀️
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 5 de agosto de 2021
¡Enhorabuena, chicas! ❤️💛❤️ https://t.co/VcWuteNSi4
Las olimpiadas han sido un filón. En cada medalla, diploma o fracaso de un deportista español, muchos han encontrado la excusa para buscar su medalla en esa disciplina tan propia de este tiempo y estas fechas: la de estar sin estar.
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