Rubiales rompió en agosto el contrato de la Supercopa tras una filtración a Tebas

El presidente de la federación envió una carta a Arabia Saudí para romper las negociaciones tras firmar el contrato marco
En ella, Rubiales esgrime que los saudíes han incumplido los términos de confidencialidad
El presidente de la patronal del fútbol reconoce que tuvo esa información y que la compartió con los clubes
La mala relación entre el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y el de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, estuvo a punto de hacer saltar por los aires la negociación con Arabia Saudí para que la Supercopa de España se celebre en el país árabe.
De hecho, según ha podido confirmar este diario, Rubiales llegó a romper por completo la negociación con los árabes en agosto de este año, a un mes de firmar el contrato definitivo y con un acuerdo previo ya rubricado en el mes de abril. ¿La causa de esta ruptura? La filtración de los datos económicos del contrato, de los pagos a la Federación y del dinero que se repartirían los equipos participantes. Los datos -24 millones para los equipos y seis para la federación, según el acuerdo previo- llegó a oídos de Tebas y de los principales clubes españoles. Y entonces Rubiales rompió el contrato.
El rastro de esta ruptura quedó por escrito en una carta firmada por el propio Rubiales el pasado 23 de agosto. La misiva -hasta ahora desconocida- fue remitida directamente por el presidente de la federación a Rakan Alharthy, máximo responsable de Sela Sports, la entidad saudí que negociaba el acuerdo por parte del Gobierno árabe.
En esa carta, Rubiales explica que los negociadores árabes habrían roto la "condición esencial" del contrato, que es la confidencialidad. Entre las filtraciones, el presidente de la federación habla textualmente de que se han expuesto las cifras, como por ejemplo las que se negociaban por los derechos de televisión del campeonato.
Problemas con los clubes
Lo que no refleja esa carta es lo que, según explican fuentes cercanas a la operación, sucedió en España entre los responsables de la Federación y la Liga. A preguntas de este diario, Javier Tebas ha negado que se reuniera personalmente con Rubiales para tratar los términos del acuerdo pero ha reconocido que tuvo conocimiento de ellos y habló de ello con los responsables de varios equipos. Por su parte, los portavoces de la federación han declinado confirmar o desmentir cualquier dato de esta información.
El problema, según las mismas fuentes, estribaba en que el contrato reflejaba entonces 24 millones de euros para los equipos y seis millones en pagos para la federación por parte de Sela Sports. Y los responsables de los equipos consideraban que la federación no podía lucrarse con el contrato al ser una entidad pública. A los pocos días, Rubiales envió la carta rompiendo las negociaciones : "Como gesto de buena voluntad la federación está dispuesta a terminar el contrato de forma amistosa con efecto inmediato, con lo que significaría que el contrato marco firmado el 3 de abril de 2019 queda sin efecto, ni compensación ni obligación de pago por ningún concepto".
Así, Rubiales rompió por completo la baraja y por un momento, el proyecto encabezado por los intermediarios de Kosmos, con el futbolista Gerard Piqué a la cabeza, se fue a la papelera. No hay documento que lo acredite, pero fuentes cercanas a la negociación han explicado a NIUS que las sospechas sobre la filtración de los datos se centraron en un primer momento en un directivo árabe. Un abogado de Sela Sports llamado Ahmed Mohtaseb. Se descartó. Tanto que poco después la federación envió una segunda carta explicando que la primera misiva había sido un malentendido y abriendo la puerta a que la negociación se retomara.
El acuerdo final
En esas fechas, los clubes españoles ya sabían que Sela Sports estaba dispuesta a poner 30 millones de euros encima de la mesa por la competición. La Federación tuvo que quedarse al margen de esos fondos, abonados por una empresa privada, y buscar un nuevo rédito que justificara el contrato. La cuantía, según las mismas fuentes, subió entonces en diez millones de euros por edición, que van a parar al organismo público español pero que se desvinculan del pago que reciben los equipos que participan en la Supercopa. El dinero, según las mismas fuentes, se abona por medio de la federación de fútbol saudí, en virtud de proyectos que son supuestamente sin ánimo de lucro y están pensados para el desarrollo del deporte en el país.
Finalmente, tal y como avanzó este diario, el acuerdo long form -con las cláusulas detalladas y definitivas- que cerraba la operación se firmó el pasado mes de septiembre en un hotel de Londres, con la presencia de Piqué, Rubiales y los negociadores de Sela Sports, pese a que la presentación pública del proyecto se hizo un mes después y de forma coordinada, tanto en España como en Arabia Saudí.