Sanidad tuvo que retrasar un trasplante por los disturbios de El Prat

La operación se retrasó al tratarse de donantes vivos, ante el riesgo de que no se pudieran trasladar los órganos
El aeropuerto de El Prat, que estaba colapsado por los manifestantes, era uno de los que intervenía en el traslado de órganos
El pasado lunes, mientras los colectivos independentistas llamaban a tomar el aeropuerto de El Prat, dos personas vieron aplazada su oportunidad de recibir un nuevo riñón por medio de un trasplante. ¿El motivo? La Organización Nacional de Trasplantes, el organismo que coordina este tipo de intervenciones en España, tuvo que anular la operación ante el riesgo de que no se pudieran realizar correctamente y a tiempo los traslados de órganos tras el llamamiento masivo a colapsar el aeropuerto de El Prat.
Según ha podido confirmar NIUS, el aplazamiento afecta directamente a cuatro personas: dos enfermos de riñón y dos donantes. Es lo que se llama en el argot sanitario trasplante renal cruzado: por cuestiones de compatibilidad, el familiar de un enfermo de riñón dona su órgano a un tercero y a su vez, un familiar de este segundo enfermo dona su riñón al primero. Es un sistema de solidaridad cruzada, que se gestiona por medio del registro nacional de parejas incompatibles, en el que se inscriben aquellas personas que han agotado las posibilidades de encontrar un donante óptimo en su entorno más cercano (hermanos, padres, hijos o cónyuges).

Años de espera
Así, en algún lugar de España había dos personas (enfermo y donante) con una intervención programada para ese día y en otro punto sucedía una escena parecida. Otro donante y otro enfermo que esperaba ser operado tras años de diálisis y de esperar a que el azar y los médicos dieran luz verde. Sin embargo y con todo preparado, el operativo se tuvo anular por las protestas en el aeropuerto y ante el riesgo de que el transporte de los órganos una vez operados los donantes se viera perjudicado por los retrasos, el colapso o los disturbios.
Así que como consecuencia directa, dos enfermos de riñón, que llevan años en diálisis y que no han encontrado donante en nadie a su alrededor, tendrán que esperar todavía más. Al menos unas semanas, hasta que las cuatro operaciones se programen de nuevo y la Organización Nacional de Trasplantes coordine de nuevo los traslados necesarios para que los órganos lleguen en buen estado a sus donantes.