La declaración de Elena Collado ante el juez de las mascarillas, en cinco frases

La responsable de Compras del Ayuntamiento de Madrid no exigió ningún documento acreditativo a Alberto Luceño
Dejó a Almeida y su coordinadora al margen de cualquier decisión y niega que le propusieran contratar a los comisionistas
"No me pareció un comisionista", aseguró ante el juez en su declaración como testigo, al hablar de Luceño
Fueron cuatro horas de declaración como testigo, decenas y decenas de preguntas, tanto del juez Adolfo Carretero, que volvió a demostrar su carácter inquisitivo y su paciencia más bien escasa. Elena Collado, la responsable de Compras del Ayuntamiento de Madrid, también tuvo enfrente al fiscal, más suave; o a las acusaciones populares. que llevaron hasta donde pudieron el foco sobre el Ayuntamiento por haber otorgado ese contrato de 11,9 millones de dólares a Luis Medina y Alberto Luceño, que se llevaron la mitad en comisiones.
Elena Collado es el testigo clave en este caso de las mascarillas, porque ella, responsable de Compras del Ayuntamiento de Madrid, fue la mujer que eligió la oferta de Luceño y Medina y la que siguió el día a día de los envíos que se hicieron. El juez inquirió por la toma de decisiones, encaminado a saber si el contrato se eligió por el interés de algún superior.
Preguntada por si fue presionada, o alguien le influyó para seleccionar a los dos comisionistas, ella fue tajante al decir que ni el alcalde, José Luis Martínez Almeida; ni su primo, al que asegura no conocer; ni la coordinadora de Alcaldía Matilde García Duarte; ni ninguna otra persona le dio ninguna indicación para que eligiera a los comisionistas y no a otros proveedores para la adquisición de mascarillas, guantes y test de detección de Covid desde China.
Su posición era un tanto delicada, porque aunque fue citada como testigo, porque el juez no veía motivos para una imputación previa, sí fue advertida por él de que durante la declaración, cualquier respuesta equivocada, podía suponer un cambio. Eso habría detenido la comparecencia para que declarara otro día defendida por un abogado, pero finalmente no ocurrió, y su testimonio se alargó cuatro horas.
Asegura que "nunca, jamás" recibió indicaciones
Elena Collado ha puesto sobre sí misma la responsabilidad de los contratos. Casi 15 minutos tardaron Carretero y ella en aclararse con una sucesión de preguntas y respuestas, y de intermediarios de las comunicaciones, pero finalmente lo hicieron.
El juez preguntaba si alguien le había "insinuado" que tratara bien a los dos proveedores protagonistas de esta trama y ella respondió que no. "Nunca", "jamás", nada de nada", "cero", respondió a las atropelladas preguntas del juez.
El correo de Medina con su oferta, (que había conseguido la dirección a través del primo del alcalde) le llegó a Collado a través del coordinador general de Emergencias Javier Hernández. Él lo había recibido de la secretaria de García Duarte, que también lo envió a otros dos departamentos.
En el cuerpo del mensaje que recibió Elena Collado ponía -asegura ella- "otro proveedor".
Tenían "arraigo en España" e iban a hacer "una donación"
Casi después de relatar a trompicones cómo la oferta llegó a sus manos, Elena Collado tuvo que explicó por qué eligió a esos proveedores y no a otros. Aseguró que escogieron esa oferta después de desechar una decena.
Los motivos para descartar: "Que no eran buenas, que exigían un mínimo de diez millones, anticipos del 100%..."
"¿Y por qué estos sí?", preguntó el juez: "Entendí que tenían arraigo en España, eso es fundamental porque comprar en Asia... se comprometieron en plazo, nos dijeron que en 15 días tenían el material, eso para nosotros era vital; y nos hizo confiar mucho en ellos, primero una donación importante (que ofrecieron antes de cerrar el contrato), y luego, hay factor que no sé si determinante, la mujer de Alberto Luceño estaba trabajando en un hospital público", aseguró Collado.
La importancia de que estuvieran arraigados aquí, se deja notar en cada palabra de Collado, que explicó que recibían ofertas desde países como Dubai o Turquía: "Daba mucho miedo", apostilló.
Luceño no presentó "ningún documento"
Sobre la presentación que hizo Luceño de su papel en la entrega de mascarillas, Elena Collado asegura que al principio hablaba de como si las fábricas de China fueran suyas: "Hablaba de 'mis fábricas" recordaba la testigo ante el juez. Cuando miró en Internet por su historial empresarial, encontró que sólo tenía una empresa valorada en 3.000 euros, lo que hizo exclamar al juez: "Y usted confió en esa persona". Collado respondió que después empezó a mirar Leno, la intermediaria malaya, y que vieron que ahí sí había una empresa grande.
A partir de ese punto, Luceño ya no hablaba de sus fábricas, sino de que tenía muchos contactos y muy buenos en Malasia y que Leno podía ser la opción buena para traer el material. Eso sí, la responsable de Compras del Ayuntamiento no le pidió ni un solo papel que acreditara su trabajo o sus relaciones.
"No me pareció que fuera un comisionista"
El discurso de Elena Collado siempre ha incluido su convencimiento de que Luceño y Medina querían ayudar al Ayuntamiento. La responsable de Compras del Ayuntamiento, que se definió ante el fiscal como "pava", mantuvo la misma idea ante el juez. "No me pareció que fuera comisionista", aseveró tras un duro rifirrafe entre el abogado de la acusación del PSOE y el juez, que no entendía la insistencia del letrado en preguntar por los tejemanejes de Luceño con el transporte de las mascarillas. Finalmente el abogado explicó que eso llevaba a dejar como indefinida la figura de Luceño porque en el Ayuntamiento se llegaron a preguntar incluso si era transportista. Y si no estaba claro su papel, alguien se debería haber preguntado si en realidad estaban tratando con un simple comisionista
Collado respondió que siempre creyó que Collado y Medina querían colaborar. Sí entendía ella que se llevaran algo por su trabajo, pero nunca -aseguró- unas cantidades como las que finalmente se embolsaron y que suponían el 50% de lo pagado por el Consistorio en el peor momento de la pandemia. Si lo hubiera sabido, Collado asegura que "lo habría denunciado a la Policía". Eso, sí, nunca preguntó por posibles comisiones.
La lista de proveedores del Ayuntamiento
La abogada de Más Madrid preguntó a Collado por qué no trabajaron por vías oficiales, o acudieron a las empresas que estaban suministrando al resto de administraciones. "Estábamos vetados", respondió, aunque luego matizó que no era un veto, sino que consulados y traductores de chino que podían ponerse en contacto con los proveedores de otras administraciones estaban saturados con los pedidos que se hacían desde el Gobierno y las comunidades que "eran más importantes".
El Ayuntamiento tiraba de su propia lista, y en ella no estaban los principales proveedores, aunque sí había otros como Alberto Luceño y Luis Medina, ahora investigados por estafar a Madrid en aquella operación.
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