El vídeo de la declaración de la mano derecha de Almeida por el caso mascarillas: "Nunca hablé con el alcalde"


La responsable de Alcaldía aseguró que no supo nada del contrato, que nunca habló personalmente con el alcalde sobre el tema y que supo quién era Luis Medina un mes después de la compra
El juez preguntó entonces si el alcalde firmó un salvoconducto para Luceño sin haber sido informado del contrato
La mano derecha del alcalde de Madrid y coordinadora general de Alcaldía, Matilde García Duarte, no sabía nada del contrato de las mascarillas que ahora investiga la Justicia. Pero nada es, según su versión ante el juez, absolutamente nada: ni los términos de la negociación, ni el dinero que había de por medio, ni si los empresarios ahora investigados cobraban realmente comisiones, ni que hubo problemas con la calidad de los productos, ni que una empresa malaya había tenido que devolver cuatro millones de euros al consistorio madrileño después de enviar unos guantes de peor calidad de lo pactado. Y con las mismas, la mano derecha de José Luis Martínez-Almeida nunca informó a su jefe sobre la existencia de problema alguno con la operación, que suponía un desembolso para el Ayuntamiento de once millones de euros en total.
Así y según la declaración judicial que ha sido ya trasladada a las partes, evitó cualquier responsabilidad sobre la contratación, sobre el papeleo posterior o anterior, sobre la toma de decisiones o sobre la gestión que el consistorio realizó con el empresario Alberto Luceño. La distancia de García Duarte con la decisión fue tal que el juez tuvo que incidir en sus preguntas: “No habló con la señora Collado…”. “Me reportaba el resumen de adquisición que se iba haciendo”, contestó la responsable de alcaldía. “¿No le dijo que había problemas, ni que le habían devuelto cuatro millones? Está usted bajo juramento”, llegó a recordarle el magistrado encargado de la investigación: “¿No le dijo la señora Collado que iba a llamar a la Policía? [...] Ni llamó a Carlos Martínez Almeida para decirle mira lo que ha pasado con esto… porque son amigos”. La respuesta de la responsable municipal fue rotunda de nuevo: “Nunca”.
MÁS
La Cámara de Comercio Internacional confirma que los contratos del pelotazo de las mascarillas en Madrid son falsos
El caso de las mascarillas, a la espera de la primera oferta de Medina y Luceño al Ayuntamiento
La coordinadora de Alcaldía de Madrid, citada como testigo del 'pelotazo' de las mascarillas
Uno de los momentos más comprometidos de la declaración se vivió, tal y como avanzó este diario, cuando García Duarte presentó ante el tribunal dos correos electrónicos de la responsable de compras del contrato, Elena Collado. En ellos, queda reflejado de forma textual que tanto Luis Medina como Alberto Luceño renunciaban al cobro de comisiones por la operación formalizada con el Ayuntamiento de Madrid. Aquello, simplemente no era verdad. Por eso ahora la Justicia investiga si la práctica se puede considerar una estafa. Pero además, en su declaración como testigo Elena Collado declaró que no tenía conocimiento alguno sobre si los dos empresarios cobraban comisiones. Que entendía que no, pero nunca lo había preguntado.
Un salvoconducto firmado por el alcalde
Ante las repetidas respuestas que desligaban a la mano derecha de Martínez-Almeida de la compra de las mascarillas o del conocimiento incluso de los pormenores de la operación, el magistrado recordó a García Duarte que bajo su control están también los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Y preguntó si los abogados municipales tampoco le aportaron dato alguno sobre el contrato. Entonces, la coordinadora de alcaldía explicó que solo le informaron, tiempo después, de que Elena Collado había sido llamada a declarar como testigo en unas diligencias de la Fiscalía Anticorrupción, y que no había tenido más información ya que no le aportaron más datos tras esa comparecencia.
En otro de los momentos de la declaración de la responsable municipal, que se prolongó durante hora y media, García Duarte volvió a incidir en que nunca habló con el alcalde sobre el contrato. Ni una sola vez. El juez le preguntó entonces cómo pudo Martínez-Almeida firmar un salvoconducto para que los empresarios investigados pudieran mover la mercancía con destino al Ayuntamiento con más facilidad sin conocer siquiera la intención del contrato. La responsable municipal volvió a reiterar que nunca habló con él sobre el mismo, aunque desconocía si pudo hacerlo otra persona del Ayuntamiento.