Los Albertos, tras la pista clave del dinero que Suiza atribuye al rey

Amigos personales del rey Juan Carlos, ambos eran los dueños del 40% del Banco Zaragozano
El financiero Fasana movía también desde Suiza parte de sus fondos
El empresario Blanco Balín, imputado en Gürtel, era también consejero del banco hasta 1996.
Un banco, el Zaragozano, que se vendió por el doble de su valor contable. Una pareja de empresarios amigos del rey Juan Carlos y condenados por estafa, un dinero que llegó a Suiza con la excusa de esa misma venta y un familiar del rey emérito que ahora, 16 años después, niega que esa sea la procedencia de los fondos, básicamente porque aunque el dinero está a su nombre, él nunca participó en la venta del Banco Zaragozano. O al menos no lo recuerda.
Esos son, básicamente, los ingredientes de la investigación que Suiza tiene abierta para conocer al titular real de las cuentas que pagaban varios millones de euros en viajes a Juan Carlos I entre 2007 y 2018, por medio de una fundación el Liechtenstein llamada Zagatka. Pero ¿Por qué investiga esto Suiza? Por una cuestión muy sencilla: a la Justicia helvética le da igual si el dinero es de un rey español o de un ciudadano de a pie. Pero es ilegal que alguien meta dinero en su sistema bancario, en las cuentas de sus bancos, sin identificarse como el titular real y revelar la fuente que ha generado ese dinero. Y sobre todo, que esa fuente es legal.
Es aquí donde los fiscales helvéticos tienen dudas, después de las revelaciones de la empresaria Corina Larsen y de acumular pruebas durante meses. La Fundación Zagatka, propiedad de Alvaro de Orleans, estaba controlada por un fiduciario suizo. Un financiero llamado Arturo Fasana. Él fue quien solicitó a Credit Suisse que abriera en junio de 2009. Los documentos bancarios reflejan que el dinero procedía de una "comisión" por la venta del "Banco Zaragonzano al Barclays en Londres". El problema es que el pasado 2 de marzo, en una entrevista en el diario El País, el hombre de confianza del rey reconocía que él nunca había participado en operación alguna con el Banco Zaragozano. En la calle, eso acrecenta la sospecha sobre la titularidad de los fondos, pero en los tribunales helvéticos, confirma que o Álvaro de Orleans miente ahora, o lo hizo su gestor en 2009 cuando mandó los fondos a Suiza. Y es ahí donde los tribunales locales pueden encontrar delito.
Todo empieza con una condena
Las investigaciones suizas siguen su curso desde 2018, pero en España hay dos empresarios que tienen la clave de si realmente el dinero procede de una comisión por el Banco Zaragozano. En el momento de su venta, los empresarios Alberto Alcocer y Alberto Cortina eran los máximos accionistas del banco con un 40% de las acciones. El cargo de consejero delegado lo ejercía el financiero Felipe Echevarría y figuró también como consejero hasta 1996 otro nombre que aparece antes vinculado con el Arturo Fasana: el del empresario Ramón Blanco Balín. Sin embargo, fue una operación anterior la que lo precipitó todo.
El 14 de marzo de 2003, el Tribunal Supremo condenó a Los Albertos a tres años y cuatro meses de prisión por delitos de estafa y falsedad documental. El caso se centraba en la venta de los terrenos donde a día de hoy se levantan las torres Kío de Madrid. Tras una batalla judicial, el Supremo condenaba a los dos responsables del Banco Zaragozano en sentencia firme. La normativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) impide que una persona condenada en firme por delitos penales esté al frente de una entidad bancaria. Por eso, la pareja de propietarios tomó la decisión de vender el banco.
Así, los directivos del Zaragozano pactaron una Oferta Pública de Acciones (OPA) lanzada por el Barclays sobre todas las participaciones de la entidad financiera. Es decir: que todos los accionistas vendieron sus acciones al mismo precio, y no solo Los Albertos ganaron con el negocio. Fuentes conocedoras de la operación explican que la entidad británica consideró interesante la compra -muy cuestionada por algunos al considerarla sobrevalorada- para tener presencia en suelo español.
Así, fueron Los Albertos y su equipo directivo quienes negociaron la operación por la parte española, y quienes saben lógicamente si hubo intermediarios que dejaron dinero por el camino. Quienes saben si la información aportada por el financiero Arturo Fasana a Suiza puede ser o no cierta. Un dato mas: no hay rastro de esa supuesta comisión o del trabajo de intermediarios en la información que el Zaragozano comunicó en su momento a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para que autorizara la OPA.
Fasana, absuelto de la Gürtel
Así, según los documentos a los que ha tenido acceso NIUS, el dinero que sirvió para pagar vuelos privados del rey entró en las cuentas suizas en 2009, seis años después de la operación ¿Desde dónde? se desconoce. ¿Y cuánto dinero era? Según la prensa internacional, unos 50 millones de euros. Algo que Álvaro de Orleans negó también a El País, en el que reconoce que su fundación llegó a tener un patrimonio de 14 millones en 2014.
Pero sí hay algo que vincula la operación del Zaragozano con el dinero de Álvaro de Orleans, y es el propio financiero. Arturo Fasana, responsable de la empresa suiza Rhone Gestión, tuvo durante un tiempo como clientes a Alberto Cortina, que incluso compró una conocida finca en África con una de sus sociedades. Este lunes se supo además que el financiero helvético quedaba absuelto de la llamada Operación Gürtel. Allí, figuraba como investigado junto a otro de los nombres vinculados al Zaragozano, el del empresario Ramón Blanco Balín, que sí se sentará en el banquillo acusado de ayudar a Francisco Correa a esconder presuntamente parte de su patrimonio. Un patrimonio que pasó por la llamada cuenta "soleado" y que fue localizado después por la justicia en Mónaco. Un patrimonio que pasó también por las cuentas de Fasana, ahora absuelto.