El primo del rey cambió en 2015 la versión sobre el origen del dinero en Suiza

El familiar del rey emérito mantiene que la versión correcta es la segunda y que nunca participó en la venta de los activos del banco
De Orleans atribuye la información falsa a un "error" bien "del banco" o del "gestor de la cuenta"
El banco suizo Lobard Odier investigó en 2015 la relación entre Alvaro de Orleans y el rey Juan Carlos, en mitad de unas pesquisas internas para confirmar los datos fiscales. En esos informes, el familiar del rey emérito y supuesto beneficiario de los fondos que pagaban en realidad gastos millonarios al monarca desde Suiza, aseguró que los 13.7 millones de euros que se depositaron en la cuenta tras su apertura procedían de una herencia familiar revalorizada hasta un 90% con sus inversiones en bolsa, del rendimiento de las sociedades en las que participa y de sus actividades en docencia.
Sin embargo, en el momento de ingresar esos fondos millonarios seis años antes, el empresario aportó ante el banco que en ese momento los custodiaba, el Credit Suisse, una explicación distinta. En esa ocasión y según ha podido confirmar NIUS de forma documental, el familiar del rey mantuvo que el dinero procedía de una supuesta comisión cobrada por la venta al Barclays del Banco Zaragozano, controlado entonces por los empresario Alberto Cortina y Alberto Alcocer, que fueron los grandes beneficiados de la operación y que compartieron después gestores en Suiza con el rey emérito y Álvaro de Orleans
El rastro de las dos versiones aparece en la documentación que tanto Credit Suisse como o Lombard Odier atesora sobre las cuentas a nombre de una fundación abierta en Liechtenstein y llamada Zagatka. Desde esa cuenta y según adelantó El Confidencial se abonaron hasta ocho millones de euros en viajes de lujo y otras atenciones disfrutadas por el monarca. Por su parte, Álvaro de Orleans ha negado en reiteradas ocasiones ser un testaferro del rey, y ha explicado que la fundación Zagatka nació con la vocación de sustentar a la monarquía española y la figura de Juan Carlos I. Sin embargo, esa intención tampoco aparece reflejada en la documentación de las cuentas bancarias suizas, que le apuntan únicamente a él como beneficiario final último del dinero, y no al monarca o a la Casa Real española.
Dos cuentas para una fundación
Así, hay dos versiones desveladas hoy por NIUS que parecen incompatibles sobre la procedencia del dinero que ha disfrutado Juan Carlos I. La primera tiene que ver con la venta de la red de oficinas del Banco Zaragozano al Barclays en junio de 2003 por más de 1.000 millones de euros y aparece en el cuaderno de apertura del depósito bancario, cumplimentado con los datos del familiar del rey y firmado por el gestor Olivier Brunel en 2009. Después, 13,7 millones son transferidos según la documentación bancaria desde la cuenta de Credit Suisse a otra en Lobard Odier. En este segundo banco, la explicación sobre la procedencia del dinero es distinta, tal y como refleja la documentación incluida en este reportaje.
En declaraciones al diario El País, Álvaro de Orleans aseguró en marzo de este año que era “falso” el hecho de que hubiera cobrado una comisión por la venta del Banco Zaragozano. Sin embargo, es evidente que esa fue la justificación que aportaron sus gestores para que el banco considerase que la procedencia del dinero que ingresaba en sus cuentas era legítima. De hecho, el argumento se hizo constar de manera textual por parte de los empleados financieros ya que no encajaba en ninguna de las opciones previstas por el formulario.
Seis años después, fue el Lombard Odier quien realizó una nueva diligencia interna sobre la procedencia del dinero, al abrir una nueva cuenta para la Fundación Zagatka. En los documentos bancarios, aparece reflejado que los 13,7 millones de euros que llegan al banco de una cuenta en Credit Suisse controlada por la fundación del mismo nombre. Es decir, el depósito abierto en 2009.
Sin embargo, en esta ocasión se aporta una nueva versión sobre la forma en la que se ha generado ese patrimonio, que sirvió después para pagar gastos millonarios del rey emérito. La nueva documentación bancaria habla de una “herencia” que se ha revalorizado en bolsa hasta un 90%, además de las labores de “docencia” de Alvaro de Orleans y su participación en distintas sociedades.
Fuentes cercanas al empresario y familiar del rey han mantenido de nuevo que Álvaro de Orleans no tuvo participación alguna en la venta del Zaragozano, tachan la información aportada en 2009 al Credit Suisse de "errónea" y aseguran desconocer el motivo por el que dichos datos aparecen en la documentación financiera para abrir la cuenta pero suponen que se trató de un error de los empleados del banco o de los gestores de la cuenta"..
En cualquier caso, con el dinero ya en Lombard Odier, la fundación Zagatka firmó acuerdos con varias de las principales empresas de vuelos de lujo del globo y en total, gastó ocho millones de euros en cinco años en aviones privados y otras atenciones disfrutadas por Juan Carlos I.