La Fiscalía investigaba por un asesinato al principal arrepentido contra Sito Miñanco

Las escuchas telefónicas le vincularían con una muerte por encargo en Colombia
La Fiscalía decidió enviar los datos al distrito de Pereira, pero los investigadores locales aún no los tienen
El narco salió en libertad poco después, tras una declaración en la que vinculó al abogado Gonzalo Boye con el blanqueo de fondos
El pasado 24 de julio y tras una declaración voluntaria, el narco Manuel Andrés Puentes Saavedra se convirtió en el principal arrepentido del caso Mito, la investigación judicial que desmontó la presunta red del capo gallego Sito Miñanco. Puentes Saavedra, que llevaba desde febrero de 2018 en prisión, se sentó ese día ante la jueza María Tardón y comenzó a señalar a unos y otros.
Incluso vinculó al abogado Gonzalo Boye, conocido por encabezar la defensa legal del expresidente catalán Carles Puigdemont, con el blanqueo de dinero de los narcos. Esa acusación fue el argumento para decretar un registro en casa del letrado. Los agentes se llevaron solo una copia de sus correos y un volcado completo de su teléfono móvil, que debe ser expurgado. Poco después, el 5 de agosto de 2019, Manuel Saavedra pisaba de nuevo la calle y era puesto en libertad provisional.
Sobre el papel, todo parece correcto: un arrepentido que tras colaborar con la Justicia pisa la calle con medidas cautelares.
Sospechoso de encargar un asesinato
El problema, según ha podido confirmar NIUS, es que Puentes Saavedra estaba investigado desde marzo del pasado año ante la sospecha de que habría encargado un asesinato. La muerte de otro de los investigados, llamado Santiago Quintero Marín, que fue acribillado a balazos en Pereira (Colombia) el 29 de enero de 2018.
La Fiscalía llegó incluso a pedir una comisión rogatoria a Colombia para enviar los datos que le incriminan presuntamente. Sin embargo, la documentación no ha llegado todavía a los investigadores locales, según confirman fuentes de la Justicia colombiana.
En mitad de ese proceso, el narco se transformó en arrepentido y quedó el libertad con medidas cautelares. "Prefiero vivir debajo de un puente a ser el asesino que llevas dentro", le llega a decir su pareja en las intervenciones telefónicas.

"Me dijo que le había mandado liquidar"
El caso de Santiago Quintero Marín arrancó a finales de 2017, antes de que la Policía Nacional cargara contra los hombres de Sito Miñanco en la operación Mito, pero cuando los teléfonos de los investigados estaban ya pinchados con autorización de la Audiencia Nacional.
En esas fechas, el colombiano Santiago Quintero, de 37 años, fue detenido en Galicia portando varios kilos de coca. Saltaron las alarmas ya que los colaboradores de Miñanco tenían miedo de que el hombre que hacía de mula cantase.
Así que alguien pagó su fianza, le sacó de prisión y según adelantó ABC, lo envió de nuevo a Colombia, donde la noticia de su detención no había trascendido. El 29 de enero de 2018, su cuerpo apareció sin vida y acribillado a balazos a escasos medios de su casa. En Colombia, fue un asesinado más a manos de los cárteles. Otra cruz en la estadística.
Sin embargo, el asesinato de Santiago Quintero comenzó a sonar entonces en los teléfonos intervenidos por la Audiencia Nacional. El 30 de enero, un día después del asesinato, Adriana Moreno, una de las investigadas mantiene una conversación con Manuel González, uno de los presuntos lugartenientes de Sito Miñanco. En la conversación, la mujer alerta a González de que Quintero Marín ha sido asesinado en Colombia y de que Manuel Andrés Puentes sería el responsable de encargar el asesinato. "El hijo de puta este aquí o allá (en España o en Colombia) le da igual donde esté. Es capaz de hacer lo que sea, ya está visto [...] El chico ese que mandó hacer eso allá vive aquí y tiene que tener gente aquí fijo".
El 31 de enero, los agentes reflejan en sus informes una conversación entre Adriana Moreno y el narco ahora arrepentido. En ella la mujer le dice "ves como es cierto lo que digo, matas y matas, y cuando lo digo y ves que la policía lo puede leer me bloqueas. Quién es el que mata aquí. Más claro el canto de un gallo. Lo peor es que yo no lo vi antes y si por cuatro pesos quieres matar a mi familia prefiero que te quedes con todo, prefiero vivir debajo de un puente al ser asesino que tienes por dentro".
El 2 de febrero, Adriana Moreno habla de nuevo con el lugarteniente de Sito Miñanco. Y confiesa por los teléfonos que Manuel Andrés Puentes le ha reconocido que encargó la ejecución de Santiago Quintero: "Al final no tuvo más cojones". Poco después, es el propio arrepentido el que llama a Adriana. Ella le confirma que le ha contado a la gente de Sito su supuesta participación en el crimen. El día 4 de febrero, los agentes graban una nueva conversación y Adriana vuelve a hablar del arrepentido: "Cualquier día va a terminar mal, mira lo que hizo con Santiago. tú sabes que esas cosas, más tarde o más temprano se pagan". "Sí, me dijo que le había mandado liquidar", contesta el interlocutor.
"Una participación significativa"
Los datos sobre la posible ejecución por encargo quedaron reflejados por los agentes de la Policía Nacional en un informe emitido el 14 de marzo de 2018. El 5 de febrero de 2018, en el registro de la vivienda de Manuel Andrés Puentes, los agentes localizan una fotocopia del pasaporte y el carné de conducir del narco asesinado en Colombia. Justo un año después, el arrepentido realizó una primera declaración voluntaria, en la que no aportó información alguna de relevancia según el propio sumario del caso.
El 8 de febrero de 2019, un año depués de las detenciones y una semana después de la primera comparecencia voluntaria de Puentes en el juzgado, el fiscal rescata el informe policial que le vinculaba presuntamente con la ejecución en Colombia y pide que se informe a la Fiscalía de Pereira, al considerar que el narco habría tenido "una participación significativa". El 7 de marzo de 2019 la jueza María Tardón acordó la diligencia solicitada por la Fiscalía, pero la información hasta el momento no ha llegado al final de la cadena, a manos de los tres instructores colombianos encargados del caso.
El 24 de julio de 2019, cuatro meses después de acordar la comisión rogatoria, Manuel Puentes Saavedra declaró de nuevo de forma voluntaria. Esta vez, señaló a Gonzalo Boye como la persona que orquestó presuntamente el rescate de más de 900.000 euros decomisados en el doble fondo de una mochila en el aeropuerto de Barajas. El arrepentido se negó a contestar una sola pregunta en todo el interrogatorio, y fue el hecho de si la Policía había dio a visitarle a la prisión antes de su declaración.
El cinco de agosto de este año, quince días después de esa comparecencia judicial, la jueza María Tardón decretó la libertad provisional de Manuel Puentes Saavedra, con comparecencias quincenales ante la Justicia tras la petición de la defensa del presunto narco y el informe favorable del fiscal. Poco después, se lanzó la segunda fase de la operación Mito.