El Consejo de Enfermería gastó 2,28 millones en palcos del Real Madrid y el Máster de Tenis

125.000 euros al año por un palco para toda la temporada en el estadio Santiago Bernabéu. 43.000 euros en entradas para el Máster de Tenis y otros torneos profesionales que se celebran cada año en Madrid. Y así hasta 2,28 millones de euros gastados en entradas y otros actos deportivos que de forma preferente iban a parar a las manos de Máximo González Jurado, presidente durante tres décadas del Consejo General de Enfermería, y de varios de los doctores o miembros del cuadro directivo de la entidad, de la que formaba parte también el actual presidente, Florentino Pérez Raya.

Los rastros de estos gastos, a los que ha tenido acceso NIUS, aparecen en la querella presentada por la actual dirección de la entidad profesional -que representa a 316.000 enfermeras y enfermeros españoles, obligados a colegiarse y sufragarla con sus cuotas- contra el que fuera su máximo responsable por presuntos delitos, entre otros de apropiación indebida. La querella, presentada en los juzgados de Madrid, se encuentra todavía en fase de instrucción a trámite, por lo que la Justicia debe determinar todavía si aprecia indicios al menos para investigar la causa desde un punto de vista penal. Fuentes cercanas al expresidente mantienen que esta denuncia es solo la consecuencia de la presentada con anterioridad por sus abogados contra el actual presidente y otros miembros de su familia y su junta directiva por presunta falsificación de contratos. Esta denuncia anterior es tramitada por el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid y está en fase de instrucción. De hecho, los letrados de González han presentado un escrito solicitando que esta denuncia se anexe a otros procedimientos ya abiertos en los que algunas de las cuestiones ya denunciadas ya habrían sido archivadas

El eje troncal de la denuncia presentada ahora, según ha podido confirmar NIUS, es el presunto pago por encima del precio de mercado de una facturación de más de 20 millones de euros, lo que supuso según las estimaciones presentadas en esta querella, un quebranto patrimonial para la entidad de 12 millones de euros. Algo que está por acreditar judicialmente.

Sin embargo, los datos aportados por los denunciantes dibujan un uso controvertido del dinero de la entidad, de la que se pagaban incluso según la documentación aportada al juzgado hasta los estudios en universidades privadas de sus familiares. Entre esos gastos, denunciados ahora, figuran otros 2,28 millones de euros abogados desde el año 2001 para la reserva de un palco de un palco en el Estadio Santiago Bernabéu, una plaza de aparcamiento durante los partidos, y desde 2004 entradas también para el Máster de Tenis celebrado en Madrid. Unos gastos que la defensa del principal querellado recuerda que se aprobaron por unanimidad por parte la dirección del consejo, de la que formaba parte el actual presidente.

De forma tradicional es común que este tipo de servicios sean contratados por empresas bien como compensación para sus propios directivos, o bien como atención comercial frente a proveedores y otros clientes de distintas firmas. Sin embargo, la actual dirección del Consejo General de Enfermería considera que Máximo González utilizó presuntamente estos servicios para beneficiar a amigos y familiares. “El uso y disfrute de ambos beneficios era siempre establecido por Máximo González, con cuadrantes en los que figuraban las asistencias de sus familiares (hijos, sobrinos, esposa) y amigos”, refleja la denuncia, pendiente todavía de calificación judicial.

Para sustentar estas acusaciones, los representantes legales del Consejo han presentado una serie de tablas donde aparecen reflejados los turnos en los que los directivos, con González a la cabeza, se repartían las entradas para los partidos durante toda la temporada.

Según esta misma documentación, la entidad profesional, levantada jurídicamente como una entidad de derecho público, llegó a pagar 131.49 euros por un palco para los partidos del Real Madrid, que le daba además acceso a cuatro abonos para la temporada regular de baloncesto, seis invitaciones para la primera fase de la Champions League, otras seis invitaciones para la Copa del Rey (hasta cuartos de final), servicio de catering y azafatas e invitaciones a las fiestas en el Área VIP del estadio.

González Jurado aporta una versión distinta y explica que las entradas eran utilizadas a modo de representación y para ceder a personalidades, y empleadas por los miembros del consejo solo cuando las localidades no se utilizaban con esa función.