La Audiencia Nacional investiga fichajes de once equipos de fútbol españoles

Guardia Civil y Fiscalía Anticorrupción tienen la sospecha de que los intermediarios defraudaron a Hacienda
Fuentes de la investigación confirman que la actuación de los clubs españoles no está bajo sospecha
Las pesquisas se centran en la firma Lina Sports, abierta en Malta y especializada en jugadores de países del Este.
La Audiencia Nacional investiga los fichajes de once equipos de fútbol españoles ante la sospecha de que los intermediarios de los futbolistas defraudaron a la Hacienda española y blanquearon después parte de los fondos con propiedades en España. La investigación conocida ahora parte del Grupo de Investigación Fiscal (GIF) de la UCO de la Guardia Civil, la Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción y se centra en las maniobras financieras de la agencia Lina Sports, abierta en Malta y que ocupa el número nueve entre los representantes de jugadores que más dinero mueven en Europa.
La llamada operación Linagan ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, que ha requerido información sobre fichajes a once clubs españoles. Equipos de primera y segunda división como el Real Madrid, el Málaga, el Atlético de Madrid, el Levante, la Real Sociedad, Sevilla, Betis, el Almería o el Sporting de Gijón. En el caso del Real Madrid, la Guardia Civil investiga el rastro del dinero pagado por el club para incorporar a sus filas al internacional serbio Luka Jóvic. Fuentes de la investigación confirman que no hay sospechas sobre actuaciones ilegales por parte de los equipos, si no por la gestión posterior que hacían los intermediarios frente al fisco español, tras facturar cantidades millonarias.
La investigación del caso arrancó en 2017 cuando los agentes confirmaron que dos de los responsables de Lina Sports, con el empresario Abdilgafar "Fali" Ramadani a la cabeza, compraron dos importantes propiedades en el municipio balear de Calvía. En total y según las estimaciones de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCO) de la Guardia Civil en colaboración con la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria, los principales investigados pudieron blanquear más de diez millones de euros en propiedades y otros bienes en suelo español.
Once millones líquidos en distintas sociedades
Según ha podido confirmar NIUS, la investigación se centra en los negocios de una sociedad llamada Lina Sports, abierta en el balneario fiscal de Malta en 2012 con un capital social de 1.200 euros. Como director de la compañía figura Fali Ramadani Fali, mientre que el grueso de las acciones están a nombre de una segunda sociedad, llamada Primus Sports Consultancy Limited, abierta en otro balneario fiscal: Irlanda.
Según las cuentas presentadas por la sociedad en Malta, la agencia de representación ganó más de seis millones de euros limpios en 2016 y 5,3 millones en 2017, último ejercicio en el que la compañía presentó cuentas en el registro mercantil. Ese mismo año, Ramadi recibió un pago directo de 3,4 millones de euros por parte de la compañía maltesa, que aparece reflejado en sus cuentas. En total y según la documentación contable, el grupo de empresas controladas por el representante se facturó en 2017 19 millones de euros, con 3,4 millones de euros líquidos en sus cuentas.
Esta compañía en Malta es la propietaria demás de todas las acciones de Lian Sports Doo, abierta en Serbia. Años antes, la sociedad estaba controlada por un intermediario suizo llamado Marc Rautenberg. Un representante que aparecía en los llamados papeles de Football Leaks, los documentos filtrados por el hacker luso Rui Pinto. Cabe recordar que Jovic, uno de los principales representados en esta agencia, jugaba entonces en el Benfica de Lisboa
Llama la atención además la dirección aportada por Fali Ramadi al registro, ya que pese a la compra en 2017 de una importante propiedad en Mallorca que fue registrada la pasada semana por la Guardia Civil en busca de pruebas contables, sobre el papel el intermediario de jugadores se presentaba como residente fiscal en Irlanda.
Por otro lado, la sociedad matriz en Irlanda declaraba tener solo un trabajador en 2017 y tres de ellos en 2018, con una remuneración conjunta que superaba por poco los 35.000 euros. En 2018, esta segunda sociedad atesoraba en el banco más de cinco millones de euros líquidos.