El arquitecto que reformó la sede del PP, en el juicio de la caja b: "Bárcenas era como Dios"


Niega haber pactado pagos en b por la reforma de la sede y haber recibido los abonos que aparecen en los papeles
Con Luis Bárcenas a su espalda, Gonzalo Urquijo, el arquitecto que reformó de la sede del PP en la calle Génova de Madrid ha hecho su propia descripción sobre el extesorero del PP: "Era alguien intocable, era como Dios", ha dicho a preguntas del fiscal en el juicio por el pago de 888.000 euros en b por la obra que él dirigió.
Hasta cuatro veces aparecen su nombre, el de su empresa o sus iniciales en la contabilidad paralela del partido, conocida como los papeles de Bárcenas y de donde sale este caso. Pero Urquijo ha negado haber recibido ese dinero negro y ha asegurado que todos los pagos se corresponden con facturas legales. "¿Ha encontrado usted una explicación de por qué figuran ahí?" ha preguntado el fiscal a un Gonzalo Urquijo que no ha sabido responder.
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Aunque Bárcenas y él comparten banquillo, sus estrategias de defensa chocan frontalmente. El extesorero, que este martes aseguraba que está colaborando "porque toca", habló el lunes de los pagos en b, que se le propusieron a Urquijo y que él, aunque "al principio dudó", acabó aceptando. Más aún, este martes ha puntualizado que en una reunión se acordó que entre el 25 y el 30% de la obra se pagara con fondos de la caja b. Pero Urquijo niega incluso la reunión: "Yo esa reunión no la he tenido nunca y a mí nunca se me ha ofrecido eso", ha contestado.
En todos estos años, según el arquitecto, sólo ha cruzado un mail con Luis Bárcenas, aunque sí ha admitido que era el responsable de los pagos, la mayoría en cheques, algo que no es una práctica habitual en su estudio. De hecho, ha señalado que vio cosas "raras" en el PP pero que no les dio importancia.
Según la versión de Urquijo, con Bárcenas se vio "dos o tres veces" y con Lapuerta sólo una, en la zona de ascensores, sin llegar a entrar a ningún despacho.
Recibís
Hasta medio centenar de recibís, admite que firmó, algunos dictados por el propio Bárcenas. Él los firmó, pero no sabe por qué se los exigían. En cualquier caso, recuerda que le "costaba mucho cobrar" y que le anularon más de la mitad las facturas.
En definitiva, él niega la mayor, los pagos en b por la reforma de una sede que el PP vende ahora para intentar alejar el efecto Bárcenas.