El juego de palabras de las fundaciones del rey emérito: “misterio” y “evasiva” en búlgaro

Los nombres de ambas fundaciones, abiertas en Panamá, fueron escriturados por los gestores en Suiza de Juan Carlos I
Misterio, incógnita, o evasiva a la hora de contestar respuestas. Ese es el significado real de los nombres de las dos fundaciones abiertas en Panamá y que desde hace más de un año investigan tanto la Fiscalía española como la Suiza, ante la constancia de que ambas estaban pagando gastos del rey emérito y la confirmación de que al menos una de ellas estaba directamente bajo el control de Juan Carlos I. Dos empresas abiertas por el financiero Arturo Fasana y que según ha podido confirmar NIUS, tienen sus nombres en búlgaro haciendo un juego de palabras con el cometido real de las mismas: ocultar a los verdaderos propietarios.
La primera de ellas, controlada supuestamente por el empresario Álvaro de Orleans y que servía para mantener abierta una cuenta en Suiza desde la que se abonaron durante años los aviones privados del rey emérito recibe el nombre de Fundación Zagatka. La palabra búlgara, que tiene misma grafía y significado en ruso, se traduce como “el misterio” o “la incógnita” y según explican a este diario fuentes que tienen este idioma como lengua materna, está escrita con un error ya que el vocablo correcto, pese a pronunciarse de la misma manera, es escrito con d. Algo que dificultaba su identificación. “Lo que pasa en búlgaro con la t y la d es algo similar a lo que sucede en el castellano con las diferencias entre la b y la v”, explican las mismas fuentes.
En el caso de la fundación controlada directamente por el rey emérito, que guardó en Suiza los 68 millones de euros, la palabra tiene también un importante significado en búlgaro, aunque de nuevo, cambiando una letra que no modifica apenas su pronunciación. Así Lucum, o (Lokum en su grafía correcta que proviene del turco) es un dulce procedente del Bósforo pero muy consumido también en Bulgaria, similar a una gominola. Hasta aquí nada que le vincule con misterio alguno. Sin embargo, la palabra es la base de un conocido refrán local, que traducido de forma literal sería“no me estires el Locum” pero que se utiliza en realidad para reprochar a una persona que responde a una pregunta constantemente con evasivas.
Gestores suizos, nombres en búlgaro
Llama la atención que los gestores encargados de crear las sociedades, Arturo Fasana y Dante Canónica, suizos de ascendencia italiana, emplearan dos nombres en búlgaro con ligeras variaciones y un evidente juego de palabras, para custodiar la supuesta fortuna oculta del rey emérito. Unos fondos ocultos en Suiza y que ahora son investigados tanto en España como en el país helvético por cuestiones distintas. La Fiscalía del Tribunal Supremo analiza si Juan Carlos I ocultó con estas dos fundaciones la tenencia de unos fondos de origen desconocido y no declarados a Hacienda y sobre todo si cometió con ello un delito penal, ya que hasta 2014 era inimputable al gozar de inmunidad.
En Suiza, el fiscal Yves Bertossa mantiene abierta otra investigación por una línea distinta, ya que por el momento, ha citado a declarar a los principales financieros que mantenían abiertas las fundaciones, al empresario Álvaro de Orleans, a Corinna zu Sayn-Wittgenstein como receptora de los fondos enviados desde la cuenta helvética de la Fundación Lucum pero no ha trascendido que Juan Carlos I haya sido citado en el país centroeuropeo, donde no gozaría de la inviolabilidad que le blinda en España.
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