Sergio Ríos, el chófer espía de la operación Kitchen, también fue espiado


Interior utilizó el trabajo de más de 70 funcionarios en la operación Kitchen que hacían sus propios seguimientos dentro de una operación aparentemente legal
La Unidad de Vigilancia llamaba a Ríos "el Gitano" o "el Moro", y a Rosalía Iglesias, "la Rubia"
Que Sergio Ríos trabajó al servicio de la operación Kitchen montada por Villarejo y del Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz parece más que acreditado y apuntalado por por los pagarés, los recibos y las declaraciones hechas por los protagonistas del caso, incluido él mismo. Lo que queda claro en el sumario es que también fue espiado. Ríos era uno de los objetivos de los policías que fueron movilizados dentro de la operación.
La Kitchen no fue una cosa menor. Los cargos del Ministerio implicados se tomaron muchas molestias para controlar los movimientos de Luis Bárcenas y de su entorno. De hecho, se llegó a implicar a más de 70 funcionarios, cuya participación, dicen los investigadores, no se puede certificar uno a uno "de manera taxativa".
Los agentes, se explica en el sumario, estaban a las órdenes del "jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo en aquel momento, el Comisario Enrique García Castaño", que además era socio de Villarejo. Ellos obedecían a su jefe, pero él no reportaba los resultados a ningún juzgado o Fiscalía. Era un operativo al margen de la ley, pero con apariencia de legalidad para muchos de los que participaron en él.
La vigilancia comenzó al entrar Luis Bárcenas en prisión
Los informes del sumario fechan el comienzo de los seguimientos el 25 de julio de 2013. 15 días después de la entrada del extesorero del PP en prisión y de que reconociera la autoría de los papeles que llevan su nombre y que desgranan las entradas y salidas de dinero en la presunta caja B del PP.
Desde el 25 de julio hasta el 11 de octubre de 2013 duró la primera etapa de seguimientos en la que Sergio Ríos aparece como objetivo junto a la familia de Luis Bárcenas o a sus abogados. La segunda, fue entre el 23 de enero y el 12 de febrero del año 2014.
En los informes de seguimiento, a Ríos lo identifican como "el Gitano" o "Moro". El control suele empezar en la casa de los Bárcenas y sigue allá donde vaya, como muestra este informe elaborado por el equipo de seguimiento que forman los agentes: Naike, Loren, Lucky, Gonzo, Laia, Bio, César, Bosco y Remo:
- 09:00 h."Se inicia el servicio en las inmediaciones del portal nº 34 de la C/ Príncipe de Vergara. (Casa de Luis Bárcenas).
- 09:54 h.- El Alfa Romeo 149 circula por la calle Veláquez y para estacionar a la altura del número 74 de dicha calle. El gitano para el vehículo y saca un ticket de la ora, lo deposita en el vehículo ycamina por la C/ Gral. Pardiñas, C/ Gral. Díaz Porlier, C/ Hermosilla y C/ Conde dePeñalver.
- 10:02 h.- El gitano se junta con una mujer, de características físicas similares a su novia, en la confluencia de la C/ Hermosilla con Conde de Peñalver.Conversan durante unos instantes.
- 10:05 h.- La mujer entra en la tienda 'Calcedonia' en el número 7 de la C/ Conde de Peñalver. El gitano permanece en la entrada mirando su teléfono móvil.
- 10:15 h.- El gitano accede al número 34 de del edificio de Príncipe de Vergara procedente de la Plaza del Marqués de Salamanca.
El servicio de seguimiento dura toda la mañana, ese día Sergio Ríos hizo varios recorridos, cometió varias infracciones de tráfico como un giro prohibido, y volvió a casa de los Bárcenas para recoger a Rosalía Iglesias a la que los "vigilantes" llamaban "la Rubia":
- 11:29 h." El gitano se pone en movimiento y circula hasta el número 34 de la Calle Príncipe de Vergara La rubia sale del portal portando dos maletas de viaje de color marrón oscuro y dos bolsas de plástico de comercio. Reanuda la marcha en dirección a la Plaza de Casilla
Los agentes dejaron anotada una parada cerca de casa de los Bárcenas, pero sin que nadie bajara del coche para después continuar la marcha y saltarse dos semáforos en rojo justo antes de que que el coche se perdiera de vista.
Los seguimientos a "la Rubia" que aparecen en el sumario son innumerables. A veces sola, a veces con el chófer, a veces con su hijo, y también en las visitas a la prisión de Soto del Real donde Luis Bárcenas estuvo hasta el 22 de enero de 2014 y a donde volvió a entrar entrar tras la sentencia del caso Gürtel. Ahora espera allí a que el Supremo confirme, o no, su condena de 33 años de prisión.
El misterio del paquete blanco
Uno de los episodios que han vuelto locos a los investigadores es del pequeño paquete blanco que Sergio Ríos entregó a un hombre que los agentes no sabían quién era. Según los seguimientos, se vieron en algún lugar cercano al restaurante Arturo o incluso dentro del mismo. Esa parte no queda aclarada.
Ocurrió sobre las dos y media de la tarde del 15 de agosto. Primero se vio a Sergio Ríos aparcar en la puerta del restaurante y permanecer allí durante varios minutos. El informe dice claramente que ese día, "Moro entrega el paquete blanco" a un varón que se metió en el metro.
La unidad de vigilancia siguió los pasos del hombre que accedió al metro por el acceso más cercano y que introdujo el paquete en su cartera y realizó un recorrido por el metro madrileño: "palpa varias veces la cartera donde lleva el paquete", escribieron los policías en su informe claramente recelosos con la situación.
La actitud del hombre no sólo es llamativa por eso. También es curioso que en su recorrido por los largos pasillos del metro no dejaba de mirar a las cámaras que estaban captando su imagen, quizás nervioso por el contenido del paquete.
Meses después, en enero de 2014, los agentes lo volvieron a encontrar. Ese día, el hombre iba en coche y tras comprobar la matrícula, comprobaron que el vehículo pertenecía a alguien Rogelio Martínez. Sin embargo, su nombre no vuelve a aparecer en el sumario que forma parte de de la pieza que investiga la contabilidad B del PP, tampoco parece aclarado qué había en el paquete.