Sánchez, en Barcelona, en pleno escándalo Pegasus: "Hay turbulencias, pero pasarán"


El presidente del Gobierno ha coincidido con Pere Aragonés, por primera vez desde que estalló el escándalo Pegasus
Se han encontrado en el Cercle d´Economía, que ha entregado el premio de la Construcción Europea a Ursula Von der Leyen
El Govern no quiere "una breve conversación", sino un encuentro que aborde el espionaje en profundidad
Desde Barcelona, en plena tormenta por el caso Pegasus y recién confirmado el espionaje del CNI al president de la Generalitat, Pere Aragonés, Pedro Sánchez ha llegado a Barcelona donde tras una charla entre ambos, el presidente ha remarcado su "profundo respeto por Cataulña" y su voluntad de continuar avanzando en el diálogo. Era una declaración de intenciones, un gesto hacia el president de la Generalitat sin mencionar el muro que se levanta entre ambos por el espionaje.
"En el camino hay turbulencias, pero pasarán", ha señalado el presidente en su discurso, ya en un plano internacional, pero también referido a los comportamientos "poco ejemplares" y apelando a la "unidad".
Lo ha dicho la XXXVII Reunió Cercle d'Economia que ha entregado su premio la Construcción Europea a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
La clausura, a cuenta de Sánchez, le ponía ante un doble discurso: el oficial, en el que aplaudía la unidad de la UE europea frente a la pandemia de Coronavirus o el ataque de Putin; y delicado, 24 horas después de que la directora de los Servicios de Inteligencia, Paz Esteban, admitiera en la Comisión de Secretos, 18 espionajes por parte del CNI "autorizados judicialmente", entre los que estaba el presidente de la Generalitat.
En ese marco se ha comprometido a avanzar en el diálogo con Cataluña y ha hecho su llamamiento a la unidad.
La tensión entre los gobiernos español y catalán ha crecido desde que trascendieron las escuchas a través del sistema Pegasus. Desde entonces, Aragonés ha exigido aclaraciones y dimisiones y han minimizado las relaciones porque consideran que las confianzas entre ambos gobiernos se han roto.
El anuncio este lunes de que también Sánchez y Robles fueron controlados a través del sistema Pegasus, no ha servido para relajar las relaciones, porque para ERC son asuntos diferentes.
De hecho, el miércoles en la jornada inaugural de la Reunió Cercle d'Economia el presidente de la Generalitat acusó a Sánchez de "dinamitar" la vía del diálogo con su gestión del caso de espionaje y le reclamó que se produzca un punto de inflexión y depure responsabilidades.
Asimismo, el jueves, después de las explicaciones del CNI, el presidente catalán ha urgido al Gobierno a asumir responsabilidades por el caso de espionaje, ha exigido una "respuesta al más alto nivel", explicar quién dio la autorización política y quién tenía constancia de las escuchas, así como desclasificar la autorización judicial.
Reunión
Aragonés lleva exigiendo una reunión con Sánchez desde que todo saltó por los aires a cuenta del llmado Catalangate, pero de momento no hay cita señalada, pese a ese encuentro de este viernes en Barcelona
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, reclamó a Sánchez que aprovechara su visita a Barcelona para dar explicaciones sobre el espionaje, pero aseguró que aunque no podrán evitar este encuentro, a ella no le constaba que hubieran previsto hablar. Al "cuándo se hará" esa reunión "sólo lo puede responder la Moncloa", afirmó este martes.
Pero para ERC Cercle d'Economia no debe ser el escenario de esta reunión. El Ejecutivo catalán quiere un encuentro profundo, que aborde los detalles del espionaje, no "una breve conversación".
Desde el Gobierno, la portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, afirmó que no tienen "ningún problema" con que haya una conversación entre ambos presidentes y aseguró que Sánchez habla con todos los presidentes autonómicos.