Los vídeos del pelotazo de las mascarillas | Medina, "sorprendido" por la investigación: "Me llevé menos de un 10%"

A ojos de Luis Medina, empresario de la jet set, cobrar un millón de dólares por hacer una llamada es "lo normal", al menos en el caso de las mascarillas. La operación, supuso seis millones en comisiones para Luceño y Medina, y él acabó recibiendo uno: "Menos de un 10%, que dentro del comercio internacional es lo normal", defendió en la sede de la fiscalía anticorrupción en abril de 2021, hace un año.

En cuanto al monto de las comisiones, admitió que "se disparaban" porque había mucha demanda y poca oferta, explicó al Fiscal sobre aquella época en la que se buscaba material sanitario hasta debajo de las piedras.

Medina se presentó ante la Fiscalía como un facilitador, al margen del resto de la operación: "Yo no soy un intermediario, soy un facilitador, un introductor", aseguró ante el fiscal de Anticorrupción. "No conozco a Leno" (la empresa fabricante de las mascarillas); "no estaba al día a día"; "cuando acabamos de todo esto, creo que quedé a comer un día con Alberto, y algún día le he preguntado si había más comisiones, pero nada", relató el comisionista, que asegura no tener contacto desde hace un año con el que fuera su socio. "Le he escrito, pero nada, ahora ya sé por donde van las cosas", respondió.

Luceño y él se conocían -aseveró Medina- a través de operaciones internacionales, aunque nunca habían hecho ninguna. Se conocieron hace 15 años en el negocio de la bisutería. "Alguna vez hemos hecho cosas... bueno, tratado de hacer cosas, pero nunca hemos cerrado ninguna operación", hasta la de la venta de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid que les ha llevado a estar investigados.

Según el relato del hijo del Duque de Feria, Luceño le propuso que buscara a algún comprador para material sanitario que él podía traer desde China. Medina habló con la directora de su antigua universidad que le dijo que conocía "bien al hermano del alcalde". Así consiguió el número de "Carlos", él le escribió y "Carlos" le facilitó el contacto definitivo, Elena Collado, responsable de compras del Ayuntamiento, con la que se hicieron las gestiones.

Pero durante toda su declaración, Medina afirmó que él estuvo al margen de todo lo que pasó después, aunque sí reconoció estar al tanto de que hubo un problema con los reactivos de los test. En cualquier caso, tampoco le consta si finalmente llegaron esos reactivos.

El sumario no lo sitúa como protagonista de los contactos con el Ayuntamiento, sin embargo, aparentemente, sí estaba al tanto de algunas cosas. Por ejemplo, el 30 de marzo, justo después de firmarse los contratos, intercambió correos con Luceño en los que su socio celebraba la firma: "A la saca", le escribió en un mail.

Según Medina, el propio Luceño le dijo que él se ocupaba de todo; que era el que negociaba con Malasia. "Yo no sé a qué precio el producto se... me tengo que fiar de él, y él lo que me habló era de un reparto por tercios", uno para Leno, otro para Luceño y otro para él. Sin embargo, recibió una quinta parte y asegura que nunca pudo hablar con la empresa Malaya porque Luceño se guardaba todos los contactos para sí.

Sobre José Luis Martínez Almeida, Medina asegura que el alcalde le escribió para darle las gracias, una vez terminada la operación. Fue por Whatsapp, explicó Medina, que ofreció a los fiscales ver el contenido de su teléfono.

Es la misma versión que siempre ha mantenido Almeida, pero no coincide con un mensaje de Whatsapp que Luceño envió a Elena Collado el 26 de marzo, justo antes de firmarse el contrato: "Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida", dijo el empresario a la responsable de compras del Consistorio.

Preguntado por ese mensaje, Medina respondió que antes se habían "cruzado" una vez, pero que no tenía ninguna relación con José Luis Martínez Almeida.