El Supremo recuerda que Juan Carlos I no tiene condición de investigado

El Alto Tribunal ha respondido así a Omnium Cultural que solicitaba que el rey emérito fuera citado a declarar con advertencia de búsqueda y captura de no acudir
La asociación soberanista está presidida por Jordi Cuixart condenado a nueve años de cárcel por sedición en el juicio del 'procés'
"Nuestro sistema no permite la adopción de medidas cautelares contra quien no tiene la condición de investigado" es el argumento y la respuesta textual del Tribunal Supremo a Omnium Cultural que este martes había solicitado a la Sala II que citara a declarar a Juan Carlos I. No sólo eso, la asociación presidida por Jordi Cuixart, condenado por sedición en el juicio del procés, había pedido que la citación fuera acompañada de la advertencia de que si no acudía, activaría una orden de busca y captura contra él.
Con su breve providencia, el Supremo ahonda en el mensaje de que Juan Carlos I no está investigado judicialmente, es decir, avala, al menos en lo jurídico, que haya decidido marcharse fuera de nuestras fronteras.
Juan Carlos I de Borbón, en paradero desconocido, y sus cuentas, están siendo investigadas en la Fiscalía del Alto Tribunal, que todavía no ha decidido si presentará una querella contra él. Hasta que no lo haga, si es que lo hace, el rey emérito no se puede considerar como un fugado de la Justicia.
El lunes, el mismo día de su abandono del país, Juan Carlos I comunicó, a través de su abogado, que se encuentra a disposición de la Fiscalía para cualquier trámite, aunque no ha aclarado dónde se le puede localizar en caso de que ese trámite sea necesario.
Cinco fiscales del Supremo tienen encima de la mesa una investigación centrada en los 65 millones de euros que recibió de Arabia Saudí y su relación con la adjudicación del AVE a la Meca a un consorcio español.
El rey emérito fue intermediario, y según las grabaciones de Villarejo a Corinna Larsen, recibió dinero de los empresarios por ello. Por cierto, que después ese dinero fue transferido a la amiga del rey como un regalo.
La creación de una fundación opaca en Panamá y sus cuentas en Suiza por las que circuló ese dinero han hecho algo más que poner en apuros la figura de Juan Carlos I, que en breve se verá si adquiere esa condición de investigado que, como dice el Supremo, hoy no tiene.